Dau, un buitre de corto vuelo, nuevo alcalde de Cartagena.

William Dau Chamat, alcalde electo de Cartagena. Guillermo Torres Cueter, alcalde electo de Turbaco. Dos grandes sorpresas. Se estremece el cañaveral. Derrotadas las maquinarias políticas y se inicia un signo de interrogación en el futuro inmediato de una ciudad azotada por la corrupción galopante.

No obstante, la victoria de Dau es como la de un “buitre” de corto vuelo. Su victoria es ruidosa pero dudosa. Preparémonos para las atípicas.

Dau, un buitre de corto vuelo
Guillermo Torres, nuevo alcalde de Turbaco.

En Turbaco ganó un proyecto político bien definido de la Colombia Humana-UP-Farc, representado por Torres Cueter. Sabemos qué vendrá y cómo afrontarán los retos para sacar adelante a este municipio del norte de Bolívar atrapado por la corrupción. Lograron un programa político bien definido. La gente más empobrecida tiene una gran oportunidad con la victoria de Guillermo Torres.

Mientras tanto en Cartagena comienza una incertidumbre con la victoria de Dau. Es uno de los peores programas de gobierno y su argumentación en los debates fue pobrísima. Si William García hubiese asistido a estos debates confiado en su capacidad política, el desenlace electoral fuera distinto. Dau no aguantaba una confrontación.

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Derrotada las maquinarias

En estas elecciones, sin duda, fueron derrotadas las maquinarias políticas tradicionales en Cartagena y Turbaco. En Turbaco se unieron las fuerzas alternativas en torno a un luchador nato, Guillermo Torres. En Cartagena se desunieron y ganó un oportunista, William Dau.

Los partidos alternativos Alianza Verde, Polo Democrático, Colombia Humana, UP, Mais, Farc, Aico, no entendieron la coyuntura electoral. Ni tampoco entendieron el tema de la unidad, la cual no se puede interpretar como la suma mecánica de los partidos y movimientos. Demostrado está que Dau le apuntó al tema de la corrupción sin tradición ni movimiento político. No necesitó la suma de esos partidos para la victoria.

La gente solo esperaba que se desafiara el statu quo de las maquinarias políticas. Y esto era lo que teníamos previsto cuando creamos el movimiento Cartagena Heroica y no fuimos capaces de defender nuestra inscripción ante la Registraduría. Solo nos validó 47 mil firmas de las 100 mil recolectadas.

Le planteamos a Alianza Verde, a la UP-Colombia Humana y a las otras organizaciones la necesidad de afianzar un proyecto victorioso. Pero no creyeron y continuaron haciendo lo mismo.

Entre tanto, William García confió mucho en la maquinaria y no en su capacidad política. Los concejales que dijeron apoyarlo, no se hicieron presentes. Nada más con la votación de ellos hubiese logrado 100 mil votos. Él mismo pudo poner 60 mil votos más.

Dau, un buitre de corto vuelo

Cuatro días antes de las elecciones, el Turco Dau viajó y regresó el mismo día a los Estados Unidos. Algunas fuentes dijeron que fue a buscar el “botín” para el envión final. Claro, Dau no iba a venir con sus alforjas llenas de plata. No. El Turco no necesita transportar dinero en efectivo como lo hacen los financistas criollos. Una simple transacción internacional, al mejor estilo de las mafias financieras internacionales, podía aceitar su campaña.

Ganó Dau. Esa es la democracia. Pero en realidad tenemos a un hombre que vino hacer un negocio con la corrupción. Todos estamos indignados con la extremada corrupción y de alguna manera había que estremecer el cañaveral.

De eso sí sabe Dau, buscar el dinero. ¿De dónde extrajo la plata para financiar su campaña? ¿Dinero colombiano o gringo? ¿Dinero legalizado? Dau tiene una obligación decirle a los cartageneros de dónde sacó tanto dinero.

Dau debe explicarnos todo eso y mucho más. Estar 20 años por fuera, al servicio de los fondos buitres, no conocer nuestros verdaderos problemas y ganar con una estrategia política simple, es sospechoso.

Preparémonos para las atípicas

No quiero ser ave de mal agüero. Pero el vuelo del buitre Dau será de corto vuelo. No tiene programa. No tiene norte, ni sur, ni este ni oeste. Se enredará en su propio veneno. Su victoria es ruidosa pero dudosa. La indignación del pueblo de Cartagena llevó a votarle al peor de los candidatos por el simple hecho de convertirse en el adalid de la anticorrupción.

Aunque me cojan bronca, tengo que decir la verdad de mis investigaciones periodísticas. No estoy al servicio de ninguno sino de la verdad. Estamos asistiendo a la consolidación de un oportunista en el poder.

Se dio un hecho muy importante, las maquinarias fueron derrotadas. Esa era la fe que teníamos cuando fundamos Cartagena Heroica. La diferencia es que la habíamos trabajado pensando en la construcción de un movimiento y no en el oportunismo.

Un buitre de corto vuelo se posó sobre Cartagena. Lo advertimos. Se derrotó a las maquinarias políticas y esto está muy bien. Pero se le dio entrada a los tentáculos de los fondos buitres.

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