El Retractor ha saboteado los 60 días de Dau

En la soledad y locura del poder. A William Dau se le ve en el día, incluso, en las noches, deambulando en el baluarte San Ignacio Loyola donde está el Palacio de la Aduana. Los 60 días del «Retractor». Cortesía Germán Teherán.

La soledad y locura de William Dau Chamat, alcalde de Cartagena, frecuentemente se escapa —como si fuera un zombi— de su despacho al baluarte San Ignacio de Loyola. (Ver la fotografía). Lo hace en el día o a altas horas de la noche. No se sabe si a fumar o a pensar o ambas cosas. La mala relación con el concejo, las numerosas reculadas, las fisuras al interior de su deleznable gabinete, lo hacen un alcalde errático en una ciudad caótica. Los 60 días de Dau son 60 reculadas, 60 errores de gobierno. El mismo Retractor es el saboteador de los 60 días de Dau.

El alcalde de Cartagena está más perdido que el hijo de Limberg. Por sus reiteradas salidas en falso, algunos creen que «se la fuma verde». No sabe dónde está parado. Está atribulado. Desesperado. Acorralado. No sabe qué hacer. ¿Se devolverá a los Estados Unidos? ¿Está enfermo?

Los 60 días de Dau

Se cumplen los 60 días de Dau. No ha presentado un solo proyecto en el concejo distrital de Cartagena. No tiene un solo acto de gobierno contra la corrupción, caballito de batalla de su campaña electoral. Pareciera que siguiera en campaña. Todavía no han encontrado la yuca para comerse los chicharrones (problemas) de la administración pública. Dau pareciera que estuviera indigestado de crear tanto chicharrones. Él mismo es un chicharrón.

En este corto período demostró lo que es: un advenedizo vestido de salvador. Los gobernantes se parecen a la gente que los eligieron, parodiando a André Malraux. Nada le ha salido bien a Dau. Su gabinete está marcado por una cadena de desaciertos que fisuraron la relación de la Jefe de Talento Humano, Martha Carvajal, con el burgomaestre en el caso de la “zarina anticorrupción”, Lidy Ramírez. La administración está paralizada. Caótica como su jefe, caótica como la ciudad que lo eligió.

Pocos han entendido las reculadas del «Retractor». En estos 60 días de Dau, son 60 reculadas. Los que están en el poder tras bambalinas, tampoco saben qué hacer. Los verdaderos dueños del poder y sus empleados (los líderes gremiales) están desconcertados. Los líderes sociales que lo apoyaron (Isy Mendoza, Yadil Herrera, entre otros)) están decepcionados, según los testimonios que poseo, y algunos publicados por medios de prensa.

Como las cabañuelas de enero, los primeros 60 días de Dau marcarán lo que será el resto de su gobierno. Un gobierno al cual se le auguró un acto efímero en el artículo «Un buitre de corto vuelo. Dau, alcalde electo. Derrotadas las maquinarias».

Pero en su primera salida pública, como alcalde electo, peló el cobre. Y lo peló de una manera descarada y cínica. En menos de dos semanas hizo tres declaraciones de gobierno que fueron tres retractaciones. Más que un alcalde errático lo que vemos es a un mandatario enredado en un fraude al electorado.

Un hombre que recula y se traba

Dau recula y se traba. Su lenguaje se vuelve ininteligible, oscuro, ambiguo. Es un trabalengua cuando lo ponen al descubierto de sus mentiras, como cuando lo confrontó la líder social en San Francisco, Dina Coneo, en aquel plantón en los bajos de la alcaldía para reclamar los derechos de los damnificados de ese barrio.

La retractación más patética fue la de la comisión de empalme. No sintió vergüenza cuando nombró en su comisión al almirante Gabriel Arango Bacci, Luis Guillermo Mello Otoya y otros tradicionales figuras del uribismo bolivarense. William Dau sabía muy bien quiénes eran a los que había designado en la primera comisión de empalme.

Por tanto, no fue caballo de Troya, como cuenta la mitología griega de su guerra con los troyanos cuando recibieron un gigante caballo de madera como regalo. En su panza estaban los mejores guerreros griegos que a media noche salieron a destrozar a los troyanos que dormían plácidamente en su fuerte. ¡Fueron engañados! De la misma manera como fue engañado el electorado cartagenero.

La verdad

La primera comisión de empalme fue diseñada y pensada fríamente por William Dau conjuntamente con los cabecillas de los tres sectores del alcalde triunfante: La extrema derecha de Arango Bacci, Irina Saer Saker y representante de los Mariamulatos. Ningún sector popular, alternativo o de juventudes participó. Estos se enteraron cuando fue un hecho dicha comisión.

No fue un error producto de la ignorancia y desinformación del alcalde electo. ¡No! Fue un error de cálculo. Aunque fue una decisión fríamente calculada, no contaban que los discriminados y excluidos también manejaban redes sociales por internet.

Los exintegrantes de Colombia Humana y de Alianza Verde, que apoyaron a Dau, quedaron con los crespos hechos. Estaban tan sorprendidos que botaron fuego por las redes sociales. Se vieron en la necesidad de presionar. Y el Retractor cedió y armó una nueva comisión con la participación de figuras del Polo, Partido Verde y Colombia Humana.

Lidy Ramírez (excandidata al concejo) y Armando Córdoba (excandidato a la alcaldía) movieron sus fichas para que presionaran por redes. Así lo hicieron y expresaron su inconformismo por la exclusión y discriminación de la cual habían sido objeto los sectores alternativos y populares. Cuando se veía venir una “rebelión de los negritos”, comandada por Armando Córdoba, ya que se había hecho viral la reacción negativa a la comisión de empalme, el Triunvirato de Dau recomendó la reculada. Este fue el primer mensaje de lo que iba a pasar en los próximos 60 días de Dau.

Las reculadas de Dau

En las dos últimas semanas de campaña (este es el primer secreto que revelé del top secret) se había reunido con el almirante Arango Bacci. Eran reuniones clandestinas, tal como me lo cuenta una de las fuentes que era allegada a Dau, y cuyo nombre me pidió que lo reservara para evitar violentas retaliaciones.

La persona que me revela el secreto llegó a la campaña luego que sectores de Colombia Humana se habían reunido para apoyar al “Tractor de la anticorrupción”, ya que no estaban de acuerdo con Adelina Covo. (Te puede interesar El top-secret de la victoria de Dau. ¿El uribismo fue artífice de un Gran Fraude al Electorado?

Sin embargo, Dau no incluyó en su primer anillo de mando a los alternativos que se le habían unido una semana y media antes de las elecciones. Ni tampoco a los que ya estaban trabajando con él, especialmente a un grupo de estudiantes de la Universidad de Cartagena apodado Los cucarachos. Este grupo caracterizado por su conducta belicosa, debió sentirse el más defraudado de la alianza subrepticia de Dau con la extrema derecha corrupta con la que está realmente gobernando.

Con una cara de pendejo, el alcalde electo dijo a través de redes sociales de internet lo siguiente:

“…he recibido comentarios qué (sic) hay algunas personas en mi comisión de empalme que no me habían apoyado en el proceso electoral y he pasado por alto otros que si (sic) han sido incondicionales conmigo. (…) Siempre tendré falencias y estaré dispuesto a corregirlas. Igualmente reitero que yo no tengo ideología política de derecha, centro o izquierda. Mi único interés es Cartagena. No he hecho (ni pienso hacer) acuerdos con ningún partido o caudillo político.”

Facebook de William Dau.

Lo que dijo que no era, lo ha sido en los 60 días de Dau. Son 60 días de mentiras. Es que los verdaderos artífices de su victoria que  arriesgaron su pellejo, los han zapateados por los blanquitos  acolitados por el alcalde que siempre ha pertenecido a la élite segregacionista de la ciudad.

Los extraños

En las dos últimas semanas de la campaña de William Dau Chamat por la alcaldía de Cartagena, sucedieron “cosas extrañas” en sus huestes. Era frecuentado por personas del Centro Democrático, su campaña tuvo un cambio de rumbo, el “botín” había llegado, pauta publicitaria, RCN, Caracol, la WRadio, Blu Radio, los grandes medios comenzaron a inflarlo a pesar de que en los debates políticos expresara su mediocridad política y su incompetencia. Y lo que es peor, se comportara como un payaso.

El miércoles 23 de octubre de 2019 fue a Nueva York y regresó el mismo día, según fuentes allegadas al Retractor.  Algunos de sus allegados dicen que fue a buscar el botín que se necesitaba para la jornada electoral del 27 de octubre. Como Yolanda Wong quedó sin fuentes financistas, Dau sí encontró la bolsa, fue el decir de algunas fuentes que están en su interior.

www.voxpopuli.digital fue más allá y exploró su planteamiento político que se reducía a la copia burda de la idea Salvemos a Cartagena (2006) que expusimos ante el Polo Democrático cuando Jorge Piedrahita Aduen y yo aceptamos ser precandidatos a la alcaldía junto con Rafael Vergara. Y el contenido lo copió de Wikipedia.

Si tu pasas por el baluarte de San Ayola, probablemente te encuentres al alcalde Dau deambulando como un barco sin brújula, un avión sin piloto o como si fuera un loco nuevo. En los 60 días de Dau, el alcalde además de patinar, recula con su tanguita atrás. Se le ve ido, de un lugar a otro, se rasca la cabeza como preguntándose “¿dónde estoy?”. El Retractor ha saboteado los 60 días del  alcalde William Dau. ¡Auxilio! Estamos en piloto automático.

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