Fernando Matute, el alcalde Talaigua (2008-2011), fue declarado no responsable fiscalmente por «Nueva Ciudadela». El fracaso de este proyecto fue por «entramado delictivo» que viene desde el gobierno central.

Cerca de 170 familias fueron defraudadas por el constructor Jhon Jairo Merlano Peñafiel, gracias a un «entramado delictivo» que pudo gestarse desde el Fondo Nacional de Vivienda, la Fiduprevisora, y el Ministerio de Vivienda. Podría ser la conclusión fundamental de la conversación con el exalcalde de Talaigua Nuevo—Bolivar (2008—2011), Fernando Matute Turizo, contador de profesión. 

El exalcalde Fernando Matute había sido vinculado en un proceso de responsabilidad fiscal de la Contraloría General de la República junto con otros funcionarios por este caso. Pero fue exonerado de responsabilidad, porque demostró en el proceso que compró el lote para la Ciudadela Nueva Talaigua. Pero el predio se inundó debido a la ola invernal. Y fue la excusa perfecta del constructor Merlano Peñafiel  para no hacer la obra durante su administración.  Solo alcanzó a ejecutar las obras de urbanismo para los proyectos de  10 de abril 1a etapa y Villa María.

Igualmente el exalcalde Fernando Matute estima que es necesario presentar un nuevo plan de vivienda para las familias que fueron víctimas de Merlano Peñafiel. Para eso se debe garantizar el predio que él compró y jamás se le debe cambiar de destinación final, como lo hizo la alcaldesa actual de Talaigua Nuevo, Angélica Leonor Carpio.

Alcaldes víctimas del «entramado delictivo»

Pero  no solamente los beneficiarios fueron víctimas del «entramado delictivo» sino también los burgomaestres que son apartados del contrato fiduciario. Esto fue lo que le sucedió a Matute. Puesto que su capacidad, según estableció en el proceso, solo tenía el límite de entregar el lote y el listado de beneficiarios. En tanto que el constructor y la Fuduprevisora eran los que podían disponer del dinero destinado para esas obras.

La idea de Vox Populi Digital es indagar sobre la suerte que corrió el proyecto de 130 casas para los beneficiarios del proyecto «Nueva Ciudadela». Pero también nos encontramos que existen otros beneficiarios que se perjudicaron con la conducta dolosa de Jhon Jairo Merlano Peñafiel. Como lo hemos explicado, contó con la complicidad de funcionarios del Fondo de Vivienda y de la Fiduprevisora. 

Podemos estimar que el constructor con su empresa FUNDIPRO timaron, en solo Talaigua, a 170 beneficiarios que no les construyó sus viviendas. Sin embargo, lo curioso es que el Fondo Nacional de Vivienda recuperó el dinero ante la aseguradora Mafre, la entidad que expidió la póliza del seguro de garantía de la obra. Pero no le siguieron un proceso contra Merlano, quien continuó canalizando proyectos de vivienda en diferentes partes de la Costa Caribe, incluso, en el mismo departamento de Bolívar.

Los «chicharrones» de Matute

Cuando se posesionó como burgomaestre el 1 de enero de 2008, Fernando Matute, se encontró con tres grandes «chicharrones». El primero. Talaigua estaba endeudado completamente. Era víctima de la mafia del embargo protagonizada por un comprador de deuda, unos jueces venales y exalcaldes cómplices. Esa triada mantenía al municipio con deudas de tres años a funcionarios y contratistas de OPS. La mayoría de ellos les vendían la deuda a un determinado comprador que en poco tiempo lograba que un juez, a través del embargo,  le pagara TODAS LAS CUENTAS. 

El segundo «chicharrón». Las inundaciones registradas en el municipio por el fenómeno de la «Niña» en el interior del país trajo consigo abundante agua en el Río Magdalena. Provocó inundaciones en el casco urbano de Talaigua Nuevo. Era un caso prioritario y urgente que debía atender.

El tercer chicharrón. Fernando Matute encontró retrasado los cuatro convenios de asociación para la construcción de 100 viviendas de interés social que beneficiaría a igual número de familias. Como una de sus banderas era sacar adelante un plan de vivienda, encontrar cuatro era una tarea ambiciosa. Pero cuando comenzó a revisar los diferentes proyectos de asociación se encontró con varias sorpresas.

Viviendas sin lotes

El municipio poseía los lotes del 10 abril 1a. etapa, comprado por el exalcaldes Carlos Gutiérrez (1994), y el lote de Villa María por Alberto Mancera. (1999). Nueva Talaigua no tenía lote. Como tampoco la segunda etapa de 10 de Abril.

Los cuatro convenios que encontró Matute Turizo son: 10 de Abril 1ª Etapa, Villa María, 10 de Abril 2ª Etapa y Ciudadela Nueva Talaigua. Los cuatro ya tenían un retraso considerable. Pero para salvarlos, había que conseguir con urgencia un lote donde edificar dos ellos.

“Informados de la situación de cada proyecto, buscamos establecer contacto con el representante legal de dicha fundación JHON JAIRO MERLANO PEÑAFIEL. Nunca fue fácil, cosa que pueden corroborar todos los beneficiarios de estos proyectos. Se le vio muy pocas veces en el municipio y que nunca asistió a las reuniones programadas por la alcaldía y el supervisor de los proyectos, el Fondo Financiero de Proyectos de Desarrollo –FONADE.

Fernando Matute Turizo, exalcalde de Talaigua Nuevo.

Cuando lograron localizar a Merlano Peñafiel, éste dijo que no podía construir ninguna vivienda si no había lote. Viendo esta situación, lo primero que hizo Matute Turizo fue buscar un lote adecuado para los proyectos de vivienda que no se habían iniciado. y comprarlo. Esto lo hizo. El lote adquirido por el municipio de Talaigua constaba de dos hectáreas. Área suficiente para construir más de 200 viviendas. 

Se logró salvar dos proyectos

En el 2008  la administración de Matute logró impulsar la terminación de 10 de Abril 1ª  Etapa.  Le faltaba para su terminación, algunas viviendas y la mayoría de ellas estaban en plantilla y no tenían baño, cocina y escritura.

Es necesario recordar que desde mayo 2008 se registró una fuerte ola invernal que condujo al colapso del jarillón sur que protegía la cabecera municipal. Al desbordarse las aguas, inundó los barrios el Campín, 10 de Abril y Villa María.  La recuperación de estos barrios se logró entre los meses de febrero y marzo de 2009. Iniciaron la adecuación de algunas zonas del barrio 10 de Abril, y el lote de Villa María. Ejecutaron  las obras de urbanismo y se logró su terminación el 30 de junio de 2009, último  día en que se declararía incumplimiento, si no se lograba su ejecución en esa fecha.   

El proyecto 10 de Abril 2ª Etapa,  inicio paralelo con la continuación de Villa María. Pero este proyecto presenta una dificultad en su ejecución por carecer de un terreno. Eran 100 beneficiarios y el oferente del proyecto Merlano Peñafiel, exigía que no estuviera en zona de alto riesgo de inundación. El municipio no poseía más lotes, ni recursos para comprar. Por esta razón el constructor solo edificó 60 viviendas para aquellos beneficiarios que tenía lotes de su propiedad. Quedaron 40 beneficiarios a la espera de la compra de un nuevo lote, 

Antes de que se declarara el incumplimiento del 10 de Abril y Villa María, el municipio terminó las obras de urbanismo el 30 de junio de 2009. Estos barrios se lograron recuperar de la inundación entre los meses de febrero y marzo de 2009.

Nueva Talaigua y el «entramado delictivo»

Si se compró el lote en 2010 ¿por qué no se construyó en ese año Nueva Talaigua? Matute Turizo respondió:

«En 2010 nos propusimos la meta de conseguir los recursos para la compra de dicho lote, una vez conseguidos los recursos en 2010 se logró  negociación con a los propietarios de un terreno de dos hectáreas adecuado para ubicar 130 viviendas de Ciudadela Nueva Talaigua y 40,  de 10 de Abril 2ª Etapa. Pasada la ley de garantías logramos cerrar dicha transacción y por fin en julio de 2010 adquirimos el lote y  se hizo entrega al constructor de las viviendas. Pero no esperábamos que habría la ola invernal más grande de la historia, desde julio de 2010, la  cual inundó todo el municipio a excepción el casco urbano central de la cabecera y por ende una nueva excusa para el constructor para sumar a la serie de incumplimientos».

En febrero de 2011 al terminar la ola invernal de 2010,  programaron un comité con los actores del proyecto. El constructor prometió iniciar las obras. Se hizo un descargue de materiales para realizar obras de urbanismo. En marzo de 2011,  se inició una nueva ola invernal nunca vista en esa época del año y nuevamente se inunda de aguas lluvia el lote. El constructor manifiesta que, hasta tanto  no termine la temporada de lluvias e inundación no iniciaría las obras. Así pasó el resto del año con fuerte ola invernal  e  inundaciones. De tal forma que a 31 de diciembre de 2011 gran parte del municipio y cabecera municipal estaba inundadas por creciente o   por encharcamiento de aguas lluvias. 

«Terminé mi administración con profundo dolor de no poder cumplir a las 170 familias que veían la solución a su problema de vivienda al ser comprado el lote donde se cumplían sus sueños de poseer una vivienda propia».

Fernando Matute Turizo, exalcalde de Talaigua.

El «entramado delictivo»

De esta forma la Fundación FUNDIPRO gestionó los cuatro proyectos de vivienda de Interés Social, entre ellos NUEVA TALAIGUA. Pero en estos convenios, los mandatarios tienen la menor intromisión, supuestamente para evitar corrupción. El municipio solo aporta el lote de terreno para la construcción de cada proyecto y la lista de elegibles para ser beneficiarios del proyecto, una vez seleccionados y aprobados los subsidios. El Fondo de Vivienda del Ministerio, exige una póliza se seguros por parte del promotor constructor, en este caso FUNDIPRO, y un contrato de Fiducia definido en el Artículo 1226 del código de Comercio. 

Por tanto, el contrato fiduciario tuvo un Fideicomitente que fue FUNDIPRO, y un fiduciario, FIDUPREVISORA, la cual recibe el valor de los subsidios para que los administre en cumplimiento de la finalidad pactada en el Contrato de Encargo Fiduciario. Este contrato es regulado por la Resolución No. 966 de agosto 17 de 2004 del Ministerio  de Vivienda.

Sin duda, es imprescindible diseñar un nuevo plan de vivienda en Talaigua Nuevo. También la justicia debe perseguir a los responsables de este daño a los intereses colectivos y, específicamente, a las 170 familias que quedaron sin vivienda. La alcaldesa Carpio Quintana deberá reversar la decisión de cambiarle el destino del lote que compró el exalcalde Matute Turizo. De esta manera se haría justicia y se repararía a las víctimas de la corrupción de Merlano Peñafiel con el «entramado delictivo» que se gesta desde el gobierno central.

Próxima entrega: El villano John Merlano Peñafiel. Falsificó la firma del interventor para que le pagaran las 170 viviendas que jamás construyó.

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