Se reportan al menos 30 muertos en el nuevo ataque israelí en Rafah, Gaza, cerca de un centro de alimentación. Las autoridades de Gaza denuncian que el ataque forma parte de la estrategia de hambruna y agresiones sistemáticas del Estado de Israel.
Este nuevo episodio ocurre en el marco del genocidio en Palestina y que escaló dramáticamente con los ataques del 7 de octubre de 2023 por parte de Hamas, y desencadenaron la actual ofensiva militar.
Se sabe que en el ultimo mes, el ejercito israelí ha estado bloqueando ayudas humanitarias para la franja de Gaza, enfocándose en la obstrucción de comida con miles de testimonios palestinos sobre como sus niños están muriendo de hambre. A demás, hace unos meses se conocieron ataques a centros médicos y hospitales de niños por parte de Israel en Gaza.
Hambruna y “accidentes”
El ejercito israelí reconoció haber disparado “fuera del horario de atención” contra “sospechosos que avanzaban hacia las tropas”. Pero parece ser un “accidente” recurrente, siendo este el segundo incidente en 24 horas, con 30 muertos y 170 heridos en el mismo lugar el día anterior.
Israel insiste en que son “disparos de advertencia” contra presuntas amenazas, pero las cifras de víctimas civiles siguen aumentando. Este ataque israelí en Rafah ha sido calificado como “inadmisible” por la ONU y exige investigación independiente
Obstáculos al auxilio humanitario
Mientras Israel justifica los controles como ‘medidas de seguridad’, organismos internacionales como el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU denuncian que las 130,000 toneladas retenidas se pudren bajo el sol, junto a medicinas y combustible. “Es una estrategia calculada de hambre”, acusó Philippe Lazzarini, jefe de UNRWA, durante su intervención ante el Consejo de Seguridad de la ONU.
Esta cifra contrasta con las exiguas raciones que llegan a Gaza: solo un 15% de los camiones necesarios han ingresado en las últimas semanas, agravando la hambruna que ya afecta a 1 de cada 5 palestinos en el territorio, según expertos en seguridad alimentaria.
Los recientes ataques cerca de centros de ayuda humanitaria, el bloqueo sistemático de alimentos y medicinas, y la creciente cifra de víctimas civiles han encendido nuevamente las alarmas sobre la posible comisión de crímenes de guerra y violaciones graves al derecho internacional humanitario.
La ONU y varias ONGs exigen investigaciones independientes y el cese inmediato de las hostilidades. Mientras tanto, la población civil palestina sigue atrapada en un cerco de violencia, hambre y desesperación. La crisis humanitaria en Gaza exige no solo asistencia urgente, sino también una respuesta política firme y sostenida para evitar que estos “accidentes” dejen de ser tratados como incidentes aislados y se reconozcan como parte de una estrategia que está costando miles de vidas inocentes.
Cruz Roja: ‘Todos intentaban llegar a un centro de ayuda’
France 24 recolectó testomonios desde Rafah, comomo el de Nahla Wafi que lloraba desconsolada sobre el cuerpo de su hijo, Hossam Wafi, uno de los 31 palestinos asesinados por fuego israelí cuando intentaban acceder a un centro de distribución de alimentos.
“Fue a buscar comida para sus hijas… y volvió muerto”, dijo entre sollozos Nahla, mientras intentaba consolar a cuatro de sus nietas.
Hossam había ido acompañado por su hermano y sobrino a un centro de reparto recientemente abierto en el sur de Gaza. Según su madre, un dron los atacó mientras intentaban comprar harina.
“Van por un trozo de pan… y los bombardean: drones, tanques, proyectiles”, dijo su tío, Ali Wafi. “¿Qué otra opción tenía? Tenía que alimentar a sus hijos pequeños. Y el resultado es que hoy lo estamos enterrando”.
Según el Comité Internacional de la Cruz Roja, su hospital de campaña en Rafah recibió 179 personas heridas ese mismo día. El personal médico declaró muertas a veintiuna personas al llegar. La mayoría presentaba heridas de bala o metralla. Todos, afirmaron, intentaban llegar a un punto de ayuda alimentaria.