La triquiñuela jurídica de Uribe le dio resultado, por ahora, para impedir que lo juzguen. Jaime Granados Peña, el jefe de la defensa del expresidente Álvaro Uribe Vélez, sacó debajo de su manga mágica dos cartas con el fin de dilatar la llegada de juicio contra su defendido. La primera carta no le funcionó. Pidió que se aplazara la audiencia de acusación porque se hizo una adición de un párrafo a la resolución de acusación en el último momento que fue notificado al compartir el enlace de la transmisión de la audiencia. Pero la Juez 44 Penal del Circuito de Bogotá, Sandra Liliana Heredia la rechazó de plano.
La segunda triquiñuela fue la solicitud de nulidad del proceso. De esta manera, frustró la audiencia donde se pretendía formular los delitos, presuntamente, cometidos por Uribe, uno de Los intocables más famosos de la justicia chueca del país.
Por tanto, la frustrada audiencia de acusación contra el expresidente Álvaro Uribe Vélez se aplazó con el fin de que la juez resuelva la solicitud de nulidad desde la etapa inicial. Es decir, que se vuelva a la imputación de los presuntos delitos de soborno, soborno a testigos y fraude procesal. Los emisarios de Uribe, entre ellos uno de sus abogados, pretendieron torcer el testimonio del paramilitar Juan Monsalve, quien lo grabó con un reloj digital.
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La triquiñuela jurídica de Uribe
Como se sabe, la etapa de juicio se inició con la suscripción del escrito de acusación de la Fiscalía ante la juez el pasado 9 de abril. La togada llamó a audiencia para el acto de acusación que se debió realizar ayer viernes 18 de mayo. Para ello trasladó el escrito de acusación a las partes dentro de los términos de ley.
En el momento en que se había salvado el primer obstáculo presentado por la defensa de Uribe, vino el concepto de la representación de las víctimas. Esta se dió al designarse, luego de un receso de 10 minutos donde las víctimas con sus representados acordaron la vocería del abogado Reinaldo Villalba.
Cuando se había superado esos dos obstáculos, Jaime Granados sacó otra carta debajo de su manga mágica. Le pidió a la juez Sandra Liliana Heredia que declare nulo el proceso. Esto es, que lo anule desde la imputación de los delitos hecho por la Fiscalía. Es decir, que se devuelva para que la Fiscalía haga de nuevo la imputación de los presuntos delitos.
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El intocable más poderoso
El efecto de esa triquiñuela de Uribe, estuvo precedido por una serie de datos entregados por el expresidente durante los días anteriores a la audiencia del 18 de mayo. En esas informaciones amplificadas por la Gran Prensa, el exsenador y expresidente colombiano aparece como víctima en vez de victimario. Un truco de viejo cuño que le fue útil para ganar las elecciones en su primer período de gobierno. Y después, lo utilizó para cubrirse con un manto de impunidad.
Entonces, en manos de la Juez Heredia estará la decisión de si acoge o no la presunta nulidad que alega el abogado del intocable más poderoso que tiene el país.