Desde el exterior nos plantean tres elementos a tener en cuenta en esta coyuntura política de Colombia para que no haya un muerto más.
1. Con horror y espanto el mundo cómplice, no puede seguir contemplando las imagines de cientos de heridos, decenas de desaparecidos y muertos en las calles colombianas, bajo la orden de un Estado fallido, que ejerce la barbarie conscientemente y sin piedad, como último recurso de fuerza brutal para mantenerse en el poder a costa de la sangre esparcidas y exhibidas como escarmientos para intentar contener infructuosamente las protestas pacíficas por jóvenes estudiantiles y luchadores sociales, que solamente han levantado voz en cuello, con canticos de inconformidad contra un sistema oprobioso; protesta que brotan por millares en todas las calles colombianas y del mundo. Somos una nueva generación, que no permitiremos un genocidio más en Colombia ni el mundo, ésta vez estamos conectados con todos los corazones del planeta, que quieren ver jóvenes alegres, felices, locos de contento, abrazados y dándose besos de amor en las calles de Colombia y en el mundo, y no derramando su sangre y exhibiendo sus ojos ensangrentados en los pavimentos plazas públicas como trofeo de un modelo injusto de poder político y económico caduco, insostenible para nuestras generaciones no soportan otras sociedades más que las amorosas y de vidas.
2. Las muertes en masas o selectivas de personas, no puede seguir siendo símbolo de derrota del contrario, ni cabeza de trofeo de la barbarie para ser exhibida en la historia, como poderío de unos animales irracionales llamados humanos, organizados macabramente en potencias mundiales. Somos una generación distributiva de la vida, la paz y el amor. Queremos ser dominados por las potencias de los afectos, queremos que los tratados de guerras, sean tratados de amor, ninguna arma, metálica, química, física, biológica, psicológica, espiritual, ni aún las palabras groseras deben ser permitidas en éste planeta contra ninguna especie de vida.
3. Pedimos a todos los gobiernos del mundo que renuncie a la barbarie y la guerra, al genocidio, la violencia, la muerte como defensa de sus porquerías de Estado, que los arsenales de guerra se conviertan ya en centros para la vida. El 30 de mayo los jóvenes de todo el mundo exigiremos públicamente, que todos los gobiernos renuncie a la violencia, ningún recurso más para guerra. Todos los jóvenes del mundo a salir el 30 de mayo con tapabocas a cubrir las calles de amor, besos y abrazos de afectos, ningún recurso para la guerra, los Estado deben sacar todas sus reservas contra la pandemia.