Barcelona perdió el partido de vuelta de los cuartos de final de la Champions League 3-1 frente al Borussia Dortmund. Sin embargo, gracias a la victoria 4-0 en el partido de ida, el marcador global fue 5-3 a favor del Barça, lo que le permitió avanzar a las semifinales. A pesar de clasificar, el equipo dejó muchas dudas por su mal rendimiento colectivo, especialmente Gavi y Ronald Araújo.

Hansi Flick sorprendió con una alineación sin dos piezas clave: Iñigo Martínez y Pedri. Esta decisión afectó mucho al rendimiento del equipo. En defensa, la ausencia de Alejandro Balde por lesión obligó a usar a Gerard Martín, quien hizo su mejor esfuerzo, pero no está listo para partidos de este nivel. Su inexperiencia se notó, y Balde hizo mucha falta.
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Araújo fue uno de los más flojos. El tercer gol llegó por un error suyo. Aunque es un gran defensor, todavía comete fallos en el sistema de fuera de juego que propone Flick. Ha mejorado, pero no lo suficiente para encuentros de esta magnitud.
Iñigo Martínez, titular habitual, se quedó en el banquillo todo el partido. Se pensó que era para evitar una amarilla que lo dejara fuera de semifinales, pero el reglamento de la Champions League aclara que las tarjetas se borran al finalizar los cuartos de final. Por lo tanto, no había razón para no darle minutos.
Además de los problemas defensivos y un Szczesny que suele cometer penales en partidos clave, el mediocampo estuvo completamente superado. Fermín, Gavi y De Jong no lograron controlar el juego. Fermín fue el más activo, pero sus tiros no tuvieron buenos. De Jong perdió varios balones y Gavi, que viene de una lesión seria, todavía no está al nivel competitivo que se requiere.
La delantera tampoco respondió. El tridente ofensivo tuvo su peor partido. Lamin Yamal, desde su debut, no había jugado tan mal. Lewandowski estuvo desaparecido, y Raphinha no ha recuperado el nivel que mostró antes del parón de selecciones.
Sin Pedri, el equipo fue otro. El mediocampista es quien da ritmo, controla el balón y marca el rumbo del juego. Cuando entró, el equipo mejoró. Aunque su ingreso no cambió el marcador, sí trajo calma y control, justo lo que el Barcelona necesitaba ante un Borussia que dominaba.
Barcelona debe aprender de este partido y corregir sus errores si quiere ganar los partidos de semifinales , ya sea contra el Bayern Múnich o el Inter.