Misiles surcan el cielo nocturno en el nuevo desarrollo del conflicto en el Medio Oriente.
El conflicto Irán-Israelí ha escalado a niveles alarmantes este fin de semana, marcando un punto de inflexión en la estabilidad geopolítica del Medio Oriente.
Dentro del tórrido contexto de la región, la llama del conflicto se ha alimentado este fin de semana con el ataque de las fuerzas israelíes al pueblo iraní y los ataques de respuesta de este último.
En una operación llamada Operación León Naciente, Israel atacó a Irán este 13 de Junio. Después de 4 días de conflicto, el número de víctimas aumenta y la tensión se puede sentir en todo el planeta. La escalada del conflicto Irán-Israelí ha sido desenfrenada y las implicaciones en la dinámica geopolítica representan un giro crítico en las relaciones internacionales
Origen y escalada reciente del conflicto irán-israelí
El conflicto entre Irán e Israel no es algo reciente, sino una guerra silenciosa y encubierta por diversas operaciones y ataque de terceros. Sin embargo, este ataque reveló el verdadero estado de hostilidad entre ambas naciones.
La ofensiva aérea por parte de Israel que dio comienzo a este nuevo punto de inflexión en la presión dentro de la región oriental. Dicha “estrategia” fue dirigida contra instalaciones nucleares y objetivos militares dentro de Irán. Según el gobierno israelí, el ataque tenía como objetivo frenar el avance del programa nuclear iraní, al que consideran una amenaza directa.
En menos de 12 horas, Irán respondió lanzando 200 misiles balísticos hacia varias ciudades israelíes, incluidas Tel Aviv y Haifa. Aunque la mayoría fueron interceptados por el sistema defensivo israelí, varios lograron impactar zonas residenciales.
En las últimas 24 horas, Israel ha intensificado su ofensiva con ataques dirigidos contra medios estatales iraníes, centros de comando de la Guardia Revolucionaria, y bases de lanzamiento de misiles. Entre los objetivos alcanzados, se encuentran altos mandos militares iraníes.
El gobierno iraní calificó las acciones de Israel como una “declaración de guerra total”, y anunció que la nación está considerando abandonar el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP), una medida que implica la amenaza de un programa nuclear militar iraní sin supervisión internacional.
Víctimas y armamento
Las afectaciones humanas reportadas hasta ahora se resumen en: 23 muertos en Israel con más de 280 heridos, mientras que las fuentes iraníes reportan más de 228 muertos.
En cuanto a los detalles del armamento, Irán utilizó misiles balísticos de medio alcance con la capacidad de alcanzar territorio israelí desde el centro del país. Por otro lado, Israel utilizo bombardeos de precisión con cazas F-35, drones de sigilo y se presume el uso de misiles Jericho de largo alcance.
Dimensión nuclear del conflicto irán-israelí y sus riesgos globales
La dimensión de este nuevo desarrollo en el conflicto entre Irán e Israel es grandísima. Las implicaciones de una carrera armamentista con energía nuclear involucrada trascienden a ambos países, teniendo posibles consecuencias que comprometería la seguridad global.
Irán es uno de los países firmantes del Tratado de No Proliferación Nuclear, el cual tiene como objetivo evitar la expansión de armas nucleares, promover la cooperación en el uso pacífico de la energía nuclear y fomentar el desarme.
Sin embargo, las autoridades iraníes han anunciado que evalúan seriamente su retiro del TNP. Esta decisión permitiría desarrollar armas nucleares sin supervisión internacional y que transformaría radicalmente la naturaleza del conflicto.
Salir del tratado rompería el delicado equilibrio global sobre el programa nuclear iraní. Estados Unidos y varios países europeos ya han advertido que una salida del TNP podría ser interpretada como una declaración de intención armamentística. Esta decisión podría abrir la puerta a nuevas sanciones económicas o incluso acciones militares “preventivas”.
Por otro lado, Israel nunca ha firmado el TNP y aunque mantiene una política de ambigüedad nuclear, informes de inteligencia estiman que posee entre 80 y 200 ojivas nucleares. Esto lo que lo convierte en el único país con arsenal nuclear operativo en la región y un factor clave en el conflicto irán-israelí.
Tensiones globales
En medio de la crisis, los líderes políticos de estas dos naciones han hecho públicas sus posturas y declaraciones empapadas de amenazas mientras que actores internacionales intentan contener la escalada por vías diplomáticas.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, fue contundente en su mensaje al inicio de la Operación León Naciente, al afirmar que “controlamos los cielos de Teherán” y que Israel “seguirá atacando hasta eliminar completamente la amenaza iraní”.
El ministro de Defensa, Israel Katz, endureció primero el tono con una amenaza directa: “Irán pagará un alto precio”, aunque más tarde intentó suavizar el discurso: “No buscamos dañar civiles, sino infraestructura militar”.
El ejército israelí respaldó estas declaraciones con imágenes de ataques precisos a instalaciones estratégicas, en un intento por mostrar control y evitar una condena internacional más severa.
En contraste, el presidente iraní, Masoud Pezeshkian, afirmó que “la respuesta será más severa si los ataques continúan”. La Guardia Revolucionaria, fuerza élite del régimen, advirtió: “Aún no hemos usado todo nuestro poder”, dejando la puerta abierta a una escalada aún mayor.
Diplomacia y mediadores en el conflicto irán-israelí
Aun con estas amenazas, Irán ha intentado buscar mediación diplomática. Según el Wall Street Journal, Teherán ha buscado un canal de comunicación con Washington e incluso con Israel, utilizando intermediarios árabes como Omán, Catar y Emiratos Árabes Unidos. Aunque los gobiernos aún no han confirmado una reunión formal, estas maniobras muestran un intento por evitar un conflicto de mayores proporciones.
En medio de esta tensión, la postura de Estados Unidos ha sido tomada como una postura contradictoria, con declaraciones hostiles pero afirmando que no quieren involucrarse. El actual presidente Donal Trump declaró:
“Irán no ganará esta guerra; deberían negociar antes de que sea tarde. Si nos atacan, el poderío militar de EE.UU. caerá sobre ustedes.”
Trump, sin embargo, negó cualquier participación directa de Washington en los ataques israelíes, pero dejó abierta la posibilidad de una intervención si los intereses estadounidenses o sus aliados se ven amenazados.