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Dumek Turbay el piloto de la Supercartagena
Dumek Turbay el piloto de la Supercartagena.

No hay duda de que Dumek Turbay Paz sea el director técnico o el piloto de la Supercartagena, como él mismo lo reconoce. En su rendición de cuentas 2025, la administración distrital insiste en presentar una ciudad que «avanza», que «cumple metas» y que «ejecuta». Sin duda, esto merece aplausos. Pero… si el informe se analiza desde el desarrollo humano integral, surge una realidad que nos da vergüenza: el ser humano es un componente secundario del tablero de gestión. ¿Dónde está la calidad de vida del 46% decartageneros (Dane) que si desayuna no almuerza y si almuerza no cena?

En esta segunda entrega, VoxPopuli Digital analiza los resultados de las secretarías no por metros cuadrados, kilómetros o porcentajes, sino por su capacidad real de transformar vidas, fortalecer conciencia, dignificar al ciudadano y construir tejido humano. ¿Por qué? Porque el Plan de Desarrollo nos propone una Ciudad de Derechos. Y si es así, sus integrantes deben gozar de esos derechos garantizados por la administración. En la tercera entrega analizaremos el impacto humano de la relación infraestructura versus beneficios humanos. O sea, la relación del dinero invertido con el beneficio humano.

¿Te interesa? Dumek Turbay, rendición de cuentas 2025: Diálogo de Superciudad (I)

Habla el piloto de la SuperCartagena

Más atención que emancipación

La Secretaría del Interior, Participación Social y el DADIS reportan avances importantes en cifras: atención a mujeres víctimas de violencia, jornadas para habitantes de calle, afiliaciones al sistema de salud y ollas comunitarias. Nadie puede negar el valor inmediato de estas acciones.

Pero el enfoque sigue siendo reactivo y asistencial. ¿Qué dice Bruno Hernández, secretario del Interior, sobre el impacto psicológico y la sensación de inseguridad cuando hasta noviembre se contabilizan 326 homicidios en Cartagena?

La extorsión muestra fluctuaciones. El año anterior al gobierno de Dumek hubo una disminución en la primera mitad de 2023 (98 casos vs. 124 en 2022). Pero un repunte de denuncias en 2024 (196 casos, +46% respecto a 2023) y un aumento en el primer semestre de 2025 (casi 200 casos). Esto refleja un problema persistente y la mayor disposición de víctimas a denunciar. Sugiere el control de bandas criminales usando este delito como método de operación junto al microtráfico y hurto, según informes de Cartagena Cómo Vamos. 

¿Cómo formar un superciudadano si no se invierte recursos en su formación cuando en infraestructura se estaría invirtiendo cerca de $6 millones en los 4 años de Dumek?

En otras palabras, se atiende al ciudadano cuando ya está roto, violentado o excluido. Pero no se observa una política coherente de prevención profunda, autonomía personal ni transformación del sujeto. Dumek debe invertir más en el ser humano si quiere tener una Supercartagena.

El desarrollo humano no se mide solo por cuántas personas reciben ayuda, sino por cuántas dejan de necesitarla. Y ahí el informe guarda silencio. Sus asesores se quedaron atrapados en la vieja concepción de una ciudad amorfa —con estadísticas frías— que no propone ni tampoco dispone.

Vida digna: educación y cultura

La Secretaría de Educación presenta logros técnicos destacables e interesantes: formación docente, aumento de cobertura, acompañamiento institucional, fortalecimiento socioemocional. Lo mismo ocurre con cultura, deporte y recreación.

Sin embargo, el modelo educativo que se perfila sigue orientado a resultados, competencias, indicadores, pruebas estandarizadas, más infraestructura.

No se evidencia una apuesta clara por la formación ética, crítica y espiritual del ciudadano. No habla de cómo se está formando un ciudadano consciente para la Superciudad. Tampoco de la construcción de conciencia democrática. La cultura aparece como estímulo económico, eventos espectaculares y de control ideológico, y no como proceso de liberación del ser, formación de nuevas audiencias del arte y la cultura.

Se invierte en actividad física, pero no en salud emocional profunda.
Se promueve el juego, pero no el pensamiento crítico. Se forman oficios, pero no sentido de vida.

Desarrollo económico sin dignidad

La Secretaría de Hacienda y las dependencias económicas celebran la atención a MiPymes, la competitividad y la innovación. Pero el desarrollo humano exige otra pregunta:

¿Qué tipo de empleo se está creando y para quién?

El informe no aborda la precarización laboral, el trabajo informal estructural, la economía del cuidado, la explotación turística como modelo dominante.

El ciudadano aparece como factor productivo, no como sujeto digno.
Se habla de innovación, pero no de bienestar integral. Se impulsa el mercado, pero no la justicia social.

Juventud: oportunidades limitadas

Programas como Mi Primera Chamba muestran avances reales en inserción laboral. Sin embargo, el alcance sigue siendo reducido frente al tamaño del problema juvenil en Cartagena.

Además, la juventud es vista como mano de obra futura, recurso administrativo, beneficiaria de cupos.

No como fuerza transformadora, política y cultural de la ciudad. No hay una narrativa de juventud consciente, crítica y protagonista del cambio.

Participación ciudadana: más digital que democrática

El gobierno celebra visores, plataformas, Wi-Fi y sistemas de información. Pero digitalizar no es democratizar.

La participación sigue siendo consultiva, fragmentada, controlada por la institucionalidad. El ciudadano ve datos, pero no decide. Opina, pero no incide estructuralmente. Participa, pero no gobierna.

El desarrollo humano requiere poder ciudadano real, no solo acceso a dashboards o tableros digitales.

Capítulo étnico: la deuda que el concreto no tapa

Las comunidades negras e indígenas continúan con los avances más bajos del plan. El informe habla de capacitaciones, rutas y asesorías, pero no de redistribución real del poder, ni de autonomía territorial efectiva.

Desde el desarrollo humano, esta es una de las mayores debilidades silenciosas del modelo que propone de facto Dumek Turbay: la ciudad moderna avanza mientras los pueblos originarios siguen esperando justicia histórica.

La gran ausencia: una política del ser humano

Al revisar secretaría por secretaría, el patrón se repite:

✔ Hay gestión, no hay duda.
✔ Hay ejecución, no hay duda
✔ Hay resultados técnicos, no hay duda.

Atención: No hay una política integral del ser humano. No se concreta, porque no la hay.

El modelo de gobierno de Dumek Turbay privilegia la obra visible, el impacto mediático, la eficiencia administrativa. Pero deja en segundo plano la salud mental colectiva, la ética pública, la conciencia ciudadana, la reconciliación social, el sentido de comunidad y la participación efectiva.

Una ciudad bien administrada, pero

Cartagena no necesita solo más vías, malecones o puentes.
Necesita sanarpensarsereconcilarse y reconocerse.

Esta rendición de cuentas demuestra que el alcalde gobierna como director técnico, piloto de la Superciudad: ordena, ejecuta y controla. Pero el desarrollo humano exige algo más profundo: liderar procesos de transformación del ser.

Mientras el modelo siga midiendo el éxito en cemento y no en conciencia, Cartagena podrá verse más bonita… pero seguirá siendo una ciudad fracturada por dentro.

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