Conflicto Irán–Israel:
Hospital atacado y bombardeo nuclear
En un nuevo día en el conflicto de Irán con Israel, un misil iraní impactó la madrugada del 19 de junio en el hospital Soroka, uno de los principales centros medicos del sur de Israel. El ataque provocó grandes daños estructurales y al menos 89 heridos según autoridades israelíes. Israel respondió con un bombardeo contra el reactor nuclear de Arak, en el centro de Irán.
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Israel acusó directamente a Teherán de atacar deliberadamente zonas civiles, entre ellas instalaciones médicas y residenciales. El primer ministro Benjamin Netanyahu acusó al país rival de “tiranos terroristas” afirmando que “se le exigirá todo el precio a Teherán”. Mientras tanto, el ministro de Defensa, Israel Katz, declaró que el líder supremo irani, Ali Jamenei, “no puede seguir existiendo.
Las razones de los países
Irán sostiene que el objetivo del ataque no era el hospital, sino un cuartel general de inteligencia militar israelí, ubicado en el Parque Tecnológico de Gav-Yam, próximo al hospital Soroka. Sin embargo, se reportaron daños significativos en zonas urbanas de Israel por parte de la ofensiva iraní, con derrumbes de viviendas y daños por onda expansiva en un radio de 200 metros.
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El ejército israeli confirmó el bombardeo del reactor nuclear de Arak, una infraestructura clave para la producción de plutonio. Aunque no se reportaron victimas, Iran denuncio el ataque ante el Organismo Internacional de Energia Atómica, acusando a Israel de violar el derecho internacional.
Crisis humanitaria y desplazados
Fuera del campo militar también se vive en tensión. La agencia Human Rights Activists en Irán estima que desde el inicio del ataque israel el pasado 13 de junio, han muerto más de 600 iraníes. Mientras tanto, miles de residentes de Teherán intentan huir de la ciudad, ante el temor de nuevos ataques. El gobierno irani ha habilitado mezquitas, escuelas y el metro como refugios temporales a falta de una red pública de refugios antiaéreos
Ambigüedad de Estados Unidos
En Washington, la situación también genera creciente tensión. El presidente Donald Trump ha revisado planes de ataque contra Irán, pero aún no ha decidido una intervención directa. Aunque ha dicho que su “paciencia se ha agotado”, espera una señal de retroceso por parte de Teherán respecto a su programa nuclear. Entretanto, los recientes ataques podrían fortalecer la posición de quienes presionan a la Casa Blanca para una acción militar conjunta con Israel.
Irán, por su parte, ha advertido que cualquier implicación de Estados Unidos provocará una respuesta directa contra sus intereses militares en la región, incluyendo ataques de sus aliados en Irak y Yemen.