Nota al Margen. La sociedad norteamericana está más radicalizada que nunca por la supremacía blanca. Reproducimos este artículo de J. Castro.*

¿Blanco o negro? La supremacía blanca. Cortesía.

La supremacía blanca votó por Trump. «Son más las cosas que nos unen que las que nos dividen». Es el mantra de la mayoría de los medios de comunicación y de mucha gente bien intencionada. También es falso. Una fantasía reconfortante. Una fórmula para engañarnos a nosotros mismos, de que todo lo que necesitamos es un retorno a la civilidad, no un cambio fundamental.

Esta elección demostró muchas cosas. Pero nada más crudamente que la división racial en la política estadounidense. Si bien gran parte de los medios de comunicación se han concentrado en noticias de perros que muerden a hombres —hombres negros que votaron por Trump, latinos en el sur de Florida y el Valle del Río Grande que favorecieron a Trump—,el panorama general se ignora o se pasa por alto, probablemente porque se da por hecho, tal como son las cosas, tan inmutables como la ley de la gravedad. La actitud general parece ser que no hay nada que ver aquí.

«La supremacía blanca» con Trump

Hay mucho que ver, solo que hay que mirar. El 7 de noviembre, el sitio web VOX publicó un revelador artículo que desmiente la alegre charla acerca de la unidad estadounidense. Éstos son algunos de los puntos principales:

“La gente blanca, una vez más, se pronunció a favor de Donald Trump”.

  • El “57 por ciento” de los blancos “votó para reelegir al presidente, mientras que el 42 por ciento votó por el retador demócrata Joe Biden, según las encuestas entre 15 590 votantes a boca de urna por Edison Research”.
  • El apoyo de los blancos a Trump es tan robusto que ganó un porcentaje más alto del voto caucásico en 2020 que en 2016, a pesar de los fracasos y atrocidades de esta administración, como enjaular a niños, separar a familias y tratar de arrebatarles el seguro médico a millones de personas en medio de una pandemia fuera de control.
  • En 2016, “los votantes blancos impulsaron a Trump a la presidencia, con el 54 por ciento de los votos a su favor y el 39 por ciento por Hillary Clinton, según un estudio del Pew Research Center”. Después de cuatro años de políticas fallidas, crueles y malvadas, Trump aumentó su participación en el voto blanco en un 3 por ciento. Esta es una noticia mucho más importante que un grupo relativo de hombres negros y algunos latinos de derecha que votaron por Trump.
  • La brecha de género fue una gran noticia en el período previo a las elecciones. Aquí está la verdadera historia. “Las mujeres blancas… apoyaron a Trump en cifras similares o incluso mayores en esta elección que en 2016: el 55 por ciento de las votantes blancas votaron por Trump, según las encuestas de salida de Edison Research, mientras que el 43 por ciento votó por Biden”. La noticia no es la brecha de género. La noticia es que la raza superó fácilmente al género en el comportamiento electoral.

El Bosque

  • Se ha hablado mucho de manera vaga y engañosa acerca del “fracaso de la campaña de Biden” entre los votantes minoritarios. La noticia de VOX se centró en el bosque: “El 87 por ciento de los votantes negros, el 66 por ciento de los votantes latinos y el 63 por ciento de los votantes asiáticoestadounidenses eligieron a Biden”. Biden podría haber esperado algo mejor, pero Trump y cualquier republicano darían la vida por estas cifras.
  • Se han planteado diferentes teorías para explicar el apoyo de los blancos a Donald Trump. La angustia económica de la clase trabajadora se ha citado como un factor importante. Eso juega un papel, sin duda. Pero la investigación muestra que los partidarios de Trump están mejor económicamente que el estadounidense promedio. El agravio de los blancos por la disminución del dominio sobre las minorías es más importante para el voto blanco de Trump que el declive económico. Incluso una recesión muy profunda no disuadió a los votantes blancos de optar por Trump.
  • Abordando todas las tonterías reconfortantes, VOX llega al meollo del asunto: “En última instancia, muchos votantes blancos simplemente están apegados a lo que Trump representa. Estos votantes están muy interesados ​​en la idea de que el statu quo no es un problema y que deberíamos hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande como cuando no teníamos que preocuparnos por la cultura de la PC. Porque cuando uno está en el poder, ¿por qué lo va a dejar?”
  • La negación de la realidad es un sello distintivo de Trump y su administración. Pero aunque los principales medios corporativos no llegan al extremo de negar los resultados de una elección, también lo hacen. Específicamente, se involucra en la negación del poder perdurable de la raza en la política estadounidense, una fuerza que puede trascender el género, la edad y otras divisiones sociales.
  • Entre los jóvenes, por ejemplo, “los jóvenes blancos eran los más propensos a apoyar a Trump, con el 43 por ciento de los votantes blancos de entre 18 y 29 años votando por Trump”, en comparación con “solo el 9 por ciento de los votantes negros jóvenes, el 13 por ciento de los votantes asiáticos jóvenes y el 21 por ciento de los votantes latinos jóvenes que apoyaron a Trump”.
  • A diferencia de gran parte del parloteo en los principales medios de comunicación acerca de las fluctuaciones en el apoyo de las minorías a los demócratas, VOX llega a una clara y rotunda conclusión:

Normalizar el imperio de la supremacía blanca

“La gente blanca ha tenido el privilegio de evadir estar en el centro del debate de la política de identidad porque Estados Unidos normaliza la blancura. Mientras que otros votantes se discuten únicamente según sus grupos raciales generales, la gente blanca es libre de desviar y tomar como chivo expiatorio a estos otros grupos, especialmente en tiempos de miedo e incertidumbre. Ignorar descaradamente cómo vota la gente blanca demuestra que la estructura de poder no está dispuesta a mirarse en un espejo.

“Biden ha derrotado a Trump y, si bien hay muchos factores que han contribuido a esa victoria, uno de ellos es la alta participación de votantes negros y latinos. Sin embargo, es igualmente importante subrayar el hecho de que la mayoría de los votantes estadounidenses blancos tuvieron poco que ver con eso”.

La gran historia acerca de la raza y el voto en Estados Unidos se puede resumir de manera sucinta, como lo ha hecho VOX:

  • “Una vez más, los blancos respaldaron en gran medida a un presidente que defiende un tipo de nacionalismo que está impregnado de racismo y xenofobia”.
  • “No ha habido un rechazo generalizado a Trump o a la supremacía blanca entre los partidarios blancos de Trump o incluso entre los ex partidarios”.

Biden y Harris frente a los lobos

Esta es la realidad. Biden debería afrontarlo. Los lobos republicanos no se van a sumar pacíficamente a los demócratas. Y si los demócratas actúan como ovejas, serán asesinados. No se puede repetir la noble pero equivocada creencia de Obama de que podría trabajar con el Partido Republicano. La negación republicana de la victoria de Biden y la obstrucción de la transición refuerza esa lección. Biden y Harris pueden lidiar con los republicanos con el espíritu de Hubert Humphrey, el guerrero feliz. Pero debe haber guerra. Los republicanos han demostrado que no se trata de competir por el poder de forma justa y democrática, ni de reconocer la realidad y aceptarla. Encontrarlos a mitad de camino no es una opción. Juegan sucio el 100 por ciento del tiempo. Deberíamos evitar jugar sucio. Pero ellos no lo harán.

El Partido Republicano se ha convertido en una organización criminal, responsable de las horrendas muertes por el COVID de cientos de miles de personas debido a su apoyo ciego a Trump. Deberíamos golpearlos, no reunirnos con ellos para compartir el pan. Y a veces las acciones que son moralmente dudosas en circunstancias normales son aceptables en circunstancias anormales.

Estamos comprometidos en una larga lucha contra lo que el sociólogo de la Universidad de Columbia C. Wright Mills llamó “la política de la retaguardia”, y casi todos los líderes políticos republicanos, desde los casi decentes como Jeb Bush, quien felicitó a Biden pero inició la tendencia. hacia la desfinanciación de los bienes públicos en Florida mediante la abolición del impuesto a los intangibles, hasta los más cínicos como Marco Rubio y Ted Cruz, quienes forman parte de una contrarrevolución reaccionaria contra la igualdad y la justicia económica y racial. Debemos derrotarlos, evitar que hagan retroceder el reloj a una época en la que Estados Unidos era genial para los Donald Trump de este mundo, pero no para nosotros.

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*Nota: Traducción de Germán Piniella para Progreso Semanal.

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