El Ministerio de Educación publicó, a través de su página web, el documento titulado Ministerio de Educación emite lineamientos para educación en casa y presencialidad en alternancia, con la implementación de prácticas de bioseguridad en el cual se explican las reglas del juego para el retorno gradual del servicio educativo presencial a partir del 1 ,de agosto en el marco del COVID-19.
Los informes epidemiológicos que se presentan día a día muestran el aumento del número de infectados por el nuevo coronavirus. Es una curva que no se ve aplanándose en Barranquilla o Cartagena. En particular se habla de un promedio de 100 enfermos reportados diariamente, cifra que mantiene con miedo a la población y que genera aumento en el cuidado de las familias durante el periodo de contingencia.
El retorno a clase a partir del 1 de agosto es gradual y bajo lineamientos. El documento que puede descargar en el siguiente link explica que la propuesta del gobierno busca: garantizar la calidad académica en las instituciones educativas, trabajar las guías entregadas a estudiantes que no han tenido acceso o conectividad durante la cuarentena bajo la implementación de medidas de bioseguridad y el reencuentro con la vida escolar.
Más allá de las intenciones que muestra el documento presentando por el gobierno nacional para dar soluciones a las dificultades presentadas por los niños y jóvenes en sus estudios que realizan desde sus casas y los lineamientos presentados con implementación de protocolos de bioseguridad que puedan cumplir las instituciones educativas, es claro que, existe miedo por parte de los padres de familias de enviar a sus hijos a clases.
El anuncio realizado por el Presidente de la República Iván Duque ha hecho que se lean en redes sociales comentarios de padres de familias diciendo: «Prefiero que mi hijo repita el año antes que se enferme, no pueden con los piojos ahora con el coronavirus», entre otras.
Hablar de un reingreso a clases, es una “medida desesperada” por parte del gobierno. El reingreso gradual a las aulas deja claro la falta de competitividad del gobierno en no mostrar soluciones reales ante las dificultades que tienen las familias de trabajar en la educación de sus hijos en casa. Varias causas. Por falta de recursos tecnológicos, ya sea por carencia de conectividad que implica no saber como apoyar a sus hijos en las dificultades para realizar las guías entregadas. Falta de cobertura para tener un servicio de internet tanto en áreas rurales como urbana y, por último, la dificultad de realizar el pago de mensualidades por la crisis económica y laboral por la que atraviesa el país, para el caso de niños y jóvenes que estudian en escuelas privadas.
Esta situación deja claro lo dicho en uno de nuestros artículos (ver “Se avecina crisis en las escuelas del país por desfase con las TIC en Covid-19“) donde vemos a un Ministerio de Educación que no respondió a las verdaderas necesidades que tienen las escuelas públicas y privadas del país, y mucho menos se ha mostrado competente ante las crisis que se han generado durante la cuarentena.
La postura de los padres de familia es una sola “Sin vacuna para el COVID-19 no se debe regresar a clases”. Si el gobierno nacional realmente quiere velar por la bioseguridad y la salud de todos los colombianos y en especial la salud de los niños y jóvenes del país así como la de los docentes, no basta con reiniciar clases bajo medidas de bioseguridad, realmente se requiere que realmente realice el respaldo económico suficiente en el sector educativo.