¿Benedetti & Sarabia detuvieron la bola de nieve?
¿Benedetti & Sarabia detuvieron la bola de nieve?

¿La exclusión del gobierno de la otrora compañía Benedetti & Sarabia detuvo la bola de nieve que amenaza alud en la administración de Gustavo Petro? Sin duda, la respuestas es categórica: ¡No! Por el contrario, ahora el escándalo tomará dimensiones desconocidas, tal como lo preveíamos en el primer artículo de esta serie. La renuncia forzada y su inmediata aceptación, es la caída de dos poderosos funcionarios, el embajador en Venezuela Armando Benedetti y la jefa de gabinete Laura Sarabia. Pero, no es lo fundamental. Lo que se creía un hecho doméstico aislado, se transformará en un golpe directo al corazón del poder central.

Cuando se trata de tapar algo indebido, sobreviene una cascada de hechos irregulares que terminan en delitos graves como las chuzadas ilegales. Además de este hecho grave, podría existir un problema más complejo que afectaría profundamente al jefe de estado. Aunque el presidente Petro dijo que en su administración no se ha ordenado ninguna chuzada, no significa que no se haya realizado por orden de alguno de sus funcionarios de presidencia.

En consecuencia, habrá más preguntas por responder. El solo hecho de la existencia de la bolsa de dólares en el apartamento de Laura Camila Sarabia Torres, ubicado en el conjunto residencial Colina Campestre, al noroccidente de Bogotá, suscita una serie de interrogantes. En este caso. aparece, quizás por arte de magia, el que fuera embajador de Colombia en Venezuela, Armando Benedetti, un alfil del ahora poderoso empresario Euclides Torres Romero. Esto lo dice todo. En Barranquilla se sabe que el porteño fue uno de los financistas de la campaña de Gustavo Petro. Es conocido que Euclides Torres llegó a esa campaña con Benedetti.

[Te puede interesar la primera entrega: ¿Bola de nieve? Chárter para la niñera de Laura (I)]

Contexto. ¿Quién es Euclides Torres?

Remembre, a Euclides Torres lo conozco desde (1992) cuando llegó mondao al Rincón Latino de Barranquilla a bordo de un viejo campero a hacerle un mandado al difunto José Name Teran. Euclides es una persona simpática. Muy cordial y de buen trato. Lo que no tiene de estatura, le sobra de inteligencia y astucia para los negocios. Ahora viaja en vuelo chárter. Es probable que haya pagado el viaje donde se transportó el embajador y la niñera de la jefe de gabinete de presidencia, Laura Sarabia.

Euclides Torres Romero, indirectamente, fue uno de los damnificados en esta pelea pública que terminó con la salida de Benedetti & Sarabia. Tiene una representación directa en el congreso a través del senador Pedro Flórez, del Pacto Histórico, Dolcey Torres Romero, representante por el partido Liberal. Su principal capital lo hizo cuando fue el puente (1992) entre Bernardo Hoyos y el desaparecido José Name Teran para que se ejecutara un contrato joint venture de las 100 mil líneas. El convenio era entre el Área Metropolitana de Barranquilla y la Telefónica de Cartagena con la multinacional europea que debía instalar 100 mil líneas por valor de 100 millones de dólares.

A partir de ese negocio, Euclides Torres tomó vuelo con las concesiones de alumbrado público que inició con el el “Gordo” Molina. Un entramado de empresas influenciada por él, gozan de concesiones de alumbrado público por más de $728 mil millones, como lo pudo comprobar el portal La Silla Vacía.

No es un hecho artificioso

La compañía Benedetti & Sarabia, ya es historia. Ambos se despidieron del gobierno.
La compañía Benedetti & Sarabia, ya es historia. Ambos se despidieron del gobierno.

El surgimiento de esa bola de nieve no se produjo por hechos artificiosos y malintencionados o conspiraciones de la oposición al gobierno naciente de Petro. No. Es el resultado de la conducta irregular, amoral y deshonesta de Laura Camila Sarabia Torres. Ella no ha dicho la verdad. ¿Por qué Armando Benedetti resultó involucrado en este caso? ¿Por ayudar a Sarabia? Tampoco Benedetti está hablando con la verdad.

Si el presidente Gustavo Petro no lo entiende así, por mucho que haga para arreglar lo desarreglado, conseguirá el efecto contrario. Él mismo es el resultado de haber capitalizado la conducta atípica e irregular de sus contrarios políticos a lo largo de 32 años de lucha parlamentaria y política. En estas lides no tuvo compasión con sus opuestos ¿cómo vamos a pretender que ellos sean benévolos con el presidente?

Ser o fingir ser

Lo que aquí escribo no es la narración de supuestas cosas. Es el reflejo de lo que la gente es y no de lo que finge ser. No voy a escribir sobre un gobierno de derecha que se supondría, per se, corrupto y violador de los derechos humanos. No. Este es un gobierno compartido de izquierda que prometió superar el statu quo, o sea, el estado de cosas existente. Pero . . .

“En las manos de todo individuo está depositado un maravilloso poder para el bien o el mal, la silenciosa, inconsciente, invisible influencia de su vida. Esta es simplemente la emanación constante de lo que el hombre es en realidad, no de lo que finge ser”

William George Jordan.

Esa cita fue hecha por uno de mis autores favoritos de los últimos años, Stephen R. Covey, creador del betseller internacional Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva. En 2020, luego de pagar injustamente 10 días de arresto por hablar de la verdad, descubrí a este autor que ya lo había leído. Pero no estaba preparado para recibir su profundo mensaje.

De manera que en la real política, sean de izquierda o de derecha, de centro o de extremo, practican el fingir ser y no el ser. Mucho menos descubren su propio Ser.

Benedetti & Sarabia

La bola de nieve engulló a sus primeras víctimas: Benedetti & Sarabia. ¿Cuál fue el papel de Benedetti en un problema aparentemente doméstico y aislado del corazón del poder político central? ¿Qué pitos toca el ahora exembajador en un escenario, cuyo dominio doméstico le pertenece en exclusiva a Laura Sarabia Torres? Es más: ¿por qué el presidente le pidió su renuncia? ¿Cuál fue la causa de fondo? Sin duda, son muchísimas preguntas que uno podría hilar para llegar al núcleo de la verdad de este acontecimiento que se está tornando histórico. No tiene precedentes en la historia de los gobiernos colombianos en la era moderna. Esto lo digo, aunque los seguidores ciegos del presidente no lo vean.

Efectivamente, Benedetti & Sarabia construyeron una sociedad que duró 6 años. La aprendiz Sarabia recién salida de la Universidad Militar escampó en las toldas de Bendetti a instancia, al parecer, de Efraím Torres. El parlamentario, hijo de Euclides Torres, la llevó de su mano a la UTL del controvertido senador de la U. Fueron seis años consecutivos que duró esa compañía. Sarabia Torres se convirtió en la sombra, álter ego, de Armando Benedetti como lo hizo después con el presidente. Lo interpretó. Lo entendió. Incluso, lo reemplazó. Muchas veces. Era la cara visible de esa UTL del parlamentario barranquillero.

Sin embargo, cuando Armando Benedetti se transformó en el nuevo aliado de Gustavo Petro, entró a la campaña de éste con alma, vida y sombrero, como dijo Marelbys Meza. Se llevó todo. Y todo, ¡es todo! Hasta el perro de la casa entró a hacerle campaña a Gustavo Petro. La principal animadora de este acontecimiento fue la suegra de Armando Bendetti, la exmagistrada del Consejo nacional Electoral y exdirectora del ICBF, Adelina Covo. Ella es una destacada historiadora cartagenera que viene desempolvando hechos y personajes de nuestra historia nacional.

[Te puede interesar la segunda entrega: ¿Volvieron las chuzadas con la niñera de Laura? (II)].

Los sueños de Benedetti & Sarabia

Y al entrar a la campaña, Benedetti & Sarabia se auguraron grandes sueños de poder con el que sería el próximo presidente de Colombia, Gustavo Francisco Petro Urrego, 63 años. Se pudieron jurar amor eterno. . .

Realmente, esa compañía se fue menguando en la medida en que paradójicamente se iba empoderando en el nuevo gobierno. La embajada de Colombia en Venezuela era un tesoro empolvado por varios años desde la infantil decisión de Iván Duque de reconocer a Juan Guaidó como el presidente de ese país. Recuerden que el hermano país era nuestro principal socio económico y comercial. ¡Mucho dinero! fluye en el intercambio legal e ilegal de las dos naciones.

Y Petro le entregó a Armando Alberto Benedetti Villaneda, 56 años, la embajada de Colombia en Venezuela. En el primer trimestre la exportación colombiana alcanzó US145 millones FOB, según la Cámara Colombo-Venezolana. Tal vez Petro quería alejar un poco al comunicador social-periodista de la cotidianidad nacional de su gobierno. No compaginaba con el vacile y el tumbao (la personalidad controvertida y pintoresca) del currambero. No quería tener problemas en su gobierno con ese estilo espontáneo, pendenciero y desabrochado de Benedetti. Es un personaje que no se queda con nada. ¡Explota fácilmente! El muchacho es muy emocional.

Mientras Benedetti recibía una embajada que debía comenzar de cero y por lo cual no se sentía muy contento, Sarabia aparentemente recibía un cargo menor: la secretaría privada de presidencia. No obstante, cuando en diciembre de 2022 se hizo la reestructuración en el Departamento Administrativo de Presidencia de la República-DAPRE, el cargo de la Sarabia pasó a ser la todopoderosa jefatura de gabinete. Incluso, para que el embajador de Colombia en Venezuela pudiera hablar con el presidente, lo determinaba la Sarabia. Raimundo y todo el mundo debía pasar por ese filtro.

. . . y la plata separó a Benedetti & Sarabia

¿Cómo un presidente puede remover por “problemas domésticos” a un embajador que le está dando resultados al país en su gestión diplomática? ¿Sospechoso? ¿Celos? ¿Egos? ¿Plata? La plata . . . Pero no son los 145 millones de dólares de las exportaciones colombianas entre enero y marzo de 2023. Un crecimiento del 33% en comparación con las exportaciones del año anterior. Ni los millones de dolares que entran y salen entre ambos países que han dinamizado las zonas fronterizas ya la economía popular colombiana, como está taxativamente planteado en el nuevo Plan de Desarrollo Nacional denominado Colombia Potencia Mundial de la Vida. No. Nada de eso valió para mantener al embajador colombiano.

¿Pudo más un “problema doméstico” que la buena gestión del funcionario? Como estadista, no se encuentra lógica política. Esto no es una defensa a ultranza del exembajador que tampoco es un detachado de virtudes. Es narración pura de hechos. Sin sesgos. Con la emoción bien gestionada para que al narrador no se le nuble el entendimiento, como lo pueden apreciar los lectores.

A nadie se le podía imaginar que una aparente compañía sólida Benedetti & Sarabia se iba a resquebrajar proporcionalmente en la medida que iba adquiriendo poder en el gobierno de Gustavo Petro. ¡A nadie! Todos creían que iban a ser felices en el poder comiendo perdices.

Y, no obstante, se resquebrajó . . . La plata los separó.

¿Quién tiene la bolsa?

La bolsa que se perdió. ¿Cuántos dólares habían en la bolsa? ¿Cuatro mil? ¿Siete mil? ¿30 mil? ¿150 mil? Mas bien, la pregunta real sería: ¿cuántas bolsas de dólares se perdieron? Si se perdió una ¿para dónde cogieron las demás? ¿Quién la tiene?

Sin duda, no se perdió una bolsa. Parece que se perdieron varias bolsas de ¿30 mil? o ¿150 mil dólares? ¿Cómo llegaron esas bolsas de dólares al apartamento de Laura Camila Sarabia Torres? De una cosa se debe estar seguro, la bolsa no es de Laura Sarabia. Tampoco de Armando Benedetti. ¿A quién estaban dirigidas esas bolsas de dólares?

¿Por qué Sarabia acusa a Benedetti de que la estaba chantajeando? ¿De qué? ¿Por qué? ¿Para qué? En la próxima entrega ¿quién es el dueño de la bolsa?

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