Es de conocimiento público que en las empresas privadas y en aquellas regidas por el Estado colombiano, existe una moderna esclavitud, donde el trabajador es obligado a trabajar horas fuera de lo establecido, sometido a maltratos físicos y verbales, laboralmente, por los patronos de turnos.
En medio de esta anomalía surge una luz de esperanza, el Centro de Atención Laboral para Cartagena y la Región Caribe (CAL), dirigida por José Barrios Soto.
La función de ese ente privado, según lo manifestó su director, es de brindar asesoría gratuita a los trabajadores de escasos recursos, en materia de Derecho Laboral y Seguridad Social. Asimismo, le sirven de apoyo a las organizaciones sindicales en proceso de formación.
Recalcó, que ellos hacen parte del programa de la Escuela Nacional Sindical, como brazo ejecutor de las políticas laborales.
Acciones especificas para el 2019
En defensas de los trabajadores han planteado una serie de estrategias y medidas judiciales que les permita proteger a quienes han sido y vienen siendo desmejorados en su ámbito laboral, específicamente accionaran, en beneficio de los trabajadores que ofrecen un servicio a orillas del canal dique, a los llamados “bonqueros“, quienes, se verán afectados por la construcción de un nuevo puente, a cargo de la Gobernación de Bolívar.
“Nosotros no nos oponemos al desarrollo de los nuevos pueblos, pero tampoco estamos de acuerdo en que a esas personas se les vulnere sus derechos. Estos seres vienen ejerciendo esta actividad de cruzar a las personas que se comunican desde Arenal a Soplavientos y viceversa, en canoas, durante cincuenta años. De no tomarse medidas ajustadas se pondría en riesgo la estabilidad de 60 familias colombianas aproximadamente “, dijo Barrios.
Eso siempre sucede cuando llega la modernización, quitan y ponen y luego se vera…
Voces de Soplavientos
Solicitan una justa indemnización
Los 63 “bonqueros”, que están totalmente constituidos como organización, han manifestado que jamás se opondrán a la modernización de su pueblo, porque según, ellos eso les representaría una mayor estabilidad a sus habitantes. Lo que solicitan es que se les sea compensada la labor que han venido ejerciendo de generación en generación, ya que con la construcción del puente sus derechos laborales estarían en riesgo.
“Esta construcción automáticamente dejaría sin empleo a más de 60 familias, que dependemos de esta actividad laboral artesanal, una actividad familiar, donde sus miembros hemos venido heredando tradicionalmente el puesto, mi papá comenzó, luego llegue yo, después de mi, vendrán mis hijos y nietos. Queremos, ser escuchados, queremos una indemnización justa y equitativa para todos, después de llegar a un feliz término con las autoridades competentes, también solicitaríamos, una asesoría gubernamental, para poder administrar bien los recursos del pago de la indemnización, con la finalidad de poder invertir correctamente el dinero obtenido“, dijo Edwin Romero, bonquero,
Por otro lado, existe otra preocupación, la asociación de carreteros, son las personas dedicadas a transportar las mercancías que se embarcan y desembarcan de las canoas, para ser llevadas a los distintos destinos, trabajadores que de igual modo, serian afectados por la transformación de la vía fluvial.
Durante muchos años esos trabajadores suplieron responsablemente un compromiso que le correspondía a las autoridades departamentales, llamase Gobernación o Alcaldías, hoy por justo derecho deberían ser indemnizados y no solo eso , también exaltados por la loable labor ejecutada durante muchos, en beneficios de muchos.