Cartagena.- Al mejor ritmo y estilo de una conocida canción mexicana, el penal de mujeres de la ciudad de Cartagena continuará siendo “el rey”, en la parroquia San Diego, ya que ha sido y seguirá siendo una incertidumbre total el desalojo de la población carcelaria. Prevista para los sectores como Membrillal, en Mamonal, Zaragocilla 1 y la más reciente información recopilada se estipuló que en el mes de septiembre de este año sería concretada dicha desocupación, la cual iba a realizarse en la sede del antiguo colegio Caribe Real, ubicado en el barrio Beirut, parroquia Ternera.
Los motivos del desalojo, se debe al deterioro estructural que presenta actualmente la sede, aunado al grado de “hacinamiento en las que conviven cerca de 140 privadas de libertad”. Así lo han asegurado ciertas personalidades inherentes al recinto carcelario.
¡Entonces ¡¿Por qué tantos inconvenientes para ejecutar el traslado? ¿acaso existen otros intereses ocultos?
Por su parte, el director del Penal de Mujeres de San Diego, Jaime de Ávila Hernández, informó que en la comunidad El Pozón, se tiene visualizado la construcción del nuevo centro carcelario, en un predio que será otorgado por la Empresa de Desarrollo Urbano de Bolívar (Edurbe), dicho proyecto todavía se encuentra en labores de identificación. Según, para constatar si el terreno cumple con las normativas y recomendaciones dadas por los organismos competentes como: la Unidad de Servicios Penitenciarios y Carcelarios (Uspec).
Entidad que dará el último veredicto sobre la viabilidad de la edificación.
En otro orden de ideas, al formularle la pregunta que si los continuos tramites de desalojo habrían arrojado o generado alguno tipo de gastos al departamento, afirmó “basándonos en las normas de contratación, el contrato establecido estaba sujeto a un acta de inicio y al no ejecutarse no arrojó cifras que pudieran afectar al patrimonio.”
¿Será cierto?
Alimentación de las Convictas
Con respecto, a la alimentación que reciben las detenidas, aclaró que un prestador privado, contratado por el Distrito Cartagena, es quien se encarga de suministrar los alimentos al centro reclusorio, ya elaborados y embalados, con las respectivas medidas higiénicas, pero resulta un tanto contradictoria su declaración, porque a pesar que dentro de ese lugar opera un restaurante a todo público, con el lema de fundación sin animo de lucro, el cual, obtuvo hace poco un reconocimiento que lo cataloga entre los mejores comensales de esa categoría, a nivel mundial. Tenga el distrito que pagar los servicios alimenticios para las reas a un tercero, aun cuando son las propias internas quienes laboran en dicho lugar.
Estas son las acciones que pueden colocar en tela de juicio la labor y honorabilidad de muchos funcionarios, dentro de los organismos públicos, este tipo de irregularidades deben ser investigadas más a fondo. Para que los cartageneros y colombianos en general, tengan su propia versión.