Una cosa es el discurso y otra la praxis. El Gobierno del Cambio está llevando a La Mojana a un desastre social y ambiental mayor.
Una cosa es el discurso y otra la praxis. El Gobierno del Cambio está llevando a La Mojana a un desastre social y ambiental mayor. (Banner de UNGR).

El brillante y contestatario discurso del presidente Petro de una vida sabrosa para La Mojana —seis meses después de su posesión— se desvaneció en el aire. Se estrelló con la vida insoportable de Álvaro Pérez, 23 años. Uno de los miles pescadores y campesinos de la ecorregión. Él no puede ganar el sustento de su familia porque estas tierras están anegadas. El discurso del gobernante, distante del discurrir cotidiano, también lo expuso en la Institución Educativa de Las Candelarias (agosto 2023), cercana a La Sierpe, macondiano corregimiento de Majagual. Ese brillante y conmovedor discurso de la adaptación al cambio climático y organización del territorio en torno al agua del Gobierno del Cambio, que llamó la atención en las Naciones Unidas (ONU), no aguantó la prueba de «Caregato».

«Del dicho al hecho, hay mucho trecho», decía mi madre Teresa Moreno Martínez. Los políticos hablan, los hechos los desmienten.

El funcionario estrella del gobierno del Cambio, Javier Pava Sánchez, se estrelló con su misma demagogia. Se destapó y reconoció que no va a cerrar el chorro que hoy tiene un kilómetro de ancho. Así se profundizará la emergencia ambiental y social que hoy padece esta ecorregión como cuando la comunidad abrió la «Boca del Cura» en 1938 para que entrara las aguas del río Cauca a La Mojana.

El periodismo comprometido con la humanidad

Nuestro periodismo dio la batalla para detener la depredación de la ecorregión Canal del Dique. Contra todo pronóstico, el nuevo gobierno terminó por entregarlo a los negociantes del medio ambiente. ¡Perdimos porque creímos en el discurso oficial! Ahora esta nueva batalla es por La Mojana, por su gente, por los más pobres. ¡Hay que detener la tragedia! El éxito depende de la conciencia y del Ser de los líderes sociales y de las mismas comunidades que no pueden doblegarse. No deben dejarse comprar con discursos y promesas falaces. La tragedia de Álvaro Pérez es la misma que viven más de 400 mil personas de esta ecorregión mítica, prototipo de la cultura anfibia del Caribe colombiano.

La visita

En La Sierpe, la casa de Álvaro Pérez se anegó. Ahora vive hacinados con otras familias. No tiene esperanza. No tiene sueños.

Aquí, en La Sierpe, viven tres familias revueltas en un tambo de un metro. La casa de Álvaro Pérez se anegó. No tiene esperanza. No tiene sueños. ¿Qué puede pensar del cambio climático si no tiene para alimentar a sus hijos? ¿Puede entender la libertad de los ríos si él y su familia no tienen libertad para trabajar y lograr el sustento familiar?

En efecto, la realidad es que el chorro de «Caregato» rompió el río Cauca en agosto de 2021 y se expandió la tragedia. Al principio su anchura fue de tres metros. En la visita ocular a La Mojana, hasta llegar al origen del desastre para entregar este informe periodístico, Vox Populi Digital constató que hoy su abertura es superior al kilómetro. Lo mismo que sucedió con la «Boca del Cura» en 1938. Este fue un canal de dos metros hecho para que el río Cauca irrigara de agua fresca a La Mojana azotada por la sequía, el hambre y las enfermedades. Luego se transformó en un chorro de 200 metros, haciendo de la cura más grave que la enfermedad. Causó una tragedia incalculable para el desarrollo sostenible de la ecorregión.

Hoy, llegamos al ojo de «Caregato». Se encuentra ubicado en el polígono compuesto por el canal de La Esperanza y la curva del río Cauca. Está a la altura de San Jacinto del Cauca sur de Bolívar. Este hecho —que debió convertirse en una oportunidad para poner en práctica el bonito discurso de la adaptación climática— el gobierno está lejos de lograrlo. La historia le pasará factura a Gustavo Petro y a sus funcionarios por esta tragedia.

Los gobernantes regionales ¡a la acción!

Ante esa inminente agravación de la situación ambiental y social de La Mojana con la posición del gobierno nacional de no cerrar «Caregato», los gobiernos regionales de Bolívar (Vicente Blel Scaff), Sucre (Olimpo Espinosa) y Córdoba (Orlando Benítez Mora) deberán asumir el reto de cerrar «Caregato» y luego iniciar un proceso de reconstrucción y mitigación de la zona con la modificación del CONPES 4084. (En la próxima entrega detallaremos esta acción de los gobiernos regionales).

[Puedes leer: Presidente Petro: ¡Cierre Caregato! (I)]

Gobierno del Cambio en La Mojana

El presidente Gustavo Petro insiste en la reubicación de 20 mil familias de La Mojana y su teoría de la libertad de los ríos. ¿Adónde?
El presidente Gustavo Petro insiste en la reubicación de 20 mil familias de La Mojana y su teoría de la libertad de los ríos. Pero ahora esa gente ha perdido la esperanza y los sueños del Gobierno del Cambio.

Llegar a esta mítica región es encontrarse con el contraste de la pobreza y la riqueza. Contraste que brilla por la presencia de «Las ollas comunitarias». Es un fallido programa presidencial para la atención urgente del hambre convertido en instrumento de propaganda oficial. Un programa donde el Estado le pisotea la dignidad a un joven trabajador de La Sierpe como Álvaro Pérez, 23 años, acostumbrado a ganarse la vida con la pesca y la agricultura. Un Estado que se transforma en el dios proveedor para el humilde que debe hacer una larga cola con la esperanza de recibir un plato de comida caliente a la semana.

La inmensa mayoría de los que viven en La Mojana, como Álvaro Pérez, están probando el inicio de una una nueva «vida sabrosa» prometida por el presidente Gustavo Petro y su vicepresidenta Francia Márquez. No tiene trabajo. Vive sin esperanza. No tiene sueños. Solo quiere que cierren «Caregato» porque las tierras están anegadas y no puede trabajar. El hambre y las enfermedades infectocontagiosas arrecian y los embarazos de jóvenes mujeres se multiplican. De cinco mujeres que entrevisté en La Sierpe, dos estaban embarazadas.

Yeneris Hernández, 22 años, tiene dos hijos y espera un tercero. Desde hace año y medio vive en este cambuche a la vera de la carretera que va de San Marcos a San Benito de Abad.

Ahora el gobierno nacional está implementando «Las ollas comunitarias» como Asistencia Humanitaria de Emergencia (AHE) para atender el hambre que está dejando el chorro de «Caregato». De acuerdo a lo señalado por el director de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo (UNGR) y el Fondo de Adaptación, Javier Pava Sánchez, en ese programa se ha invertido la suma de $4.700 millones. En La Sierpe existen 1.200 habitantes. Solo 100 beneficiarios diarios reciben comida caliente. Si el joven Pérez comió hoy, debe esperar una semana para recibir una nueva ración alimentaria. De manera que la propaganda del gobierno termina diciendo que se atendieron en la semana 700 damnificados. Los políticos hablan, los hechos los desmienten.

La plata que se llevó «Caregato»

En el gobierno de Iván Duque botó $47 mil millones en esta obra que se llevó el río. No pudieron tapar el chorro. ¿La verdadera cara del cambio?
El gobierno de Iván Duque botó $47 mil millones en esta obra que se llevó el río. No pudieron tapar el chorro. En el gobierno de Petro, ya botaron $5.5 mil millones en una adecuación hidraúlica que no era para cerrar Caregato..

Algunos apologistas del gobierno responderán que el chorro de «Caregato» se rompió antes de que llegara el presidente Petro y, por tanto, está eximido de responsabilidad. Iván Duque, el pasado presidente, se gastó $47 mil millones para cerrar «Caregato», pero todo se lo llevó el río Cauca. El 3 de febrero Pava Sánchez suscribió un contrato por $5.39 mil millones de adecuación hidraúlica con la empresa Khalela no para cerrar el boquete. Todo ese trabajo se perdió, porque Pava el pasado 22 de febrero se destapó reconociendo que no iba a cerrar nada. Su idea alocada y peregrina sin ningún sustento científico que no ha pasado siquiera un estudio de prefactibilidad señala que el boquete del río se mantendrá para una inundación controlada de La Mojana.

Recordemos que Khalela es la misma firma contratada por el alcalde de Barranquilla Jaime Pumarejo para fabricar el río—bus, contrato que cumple cabalmente con el cronograma de fabricació, de acuerdo con la empresa. Sobre el caso de «Caregato», e capitán de uso de buen retiro, Fabio Zapata, aclaró a VoxPopuli Digital:

«La compañía KHALELA fue contratada para realizar una adecuación hidráulica en un polígono definido en la zona de Caregato para el alquiler con operación de dos dragas multipropósito anfibias WATERMASTER. Incluyendo toda una logística operativa durante el tiempo establecido en el contrato que fue 2400 horas para las dos dragas en dos turnos de 8 horas por día para cada draga. KHALELA tiene contratas personas de la comunidad para apoyar la operación, incluyendo motocanoas y lanchas para transporte del personal en la operación. La operación en la zona de Caregato es muy compleja considerando los recursos limitados en la zona y las condiciones de seguridad».

¿Detrimento patrimonial?

Facsímil del contrato con Khalela.

Si Pava Sánchez contrató a Khalela las 2400 horas de operación con la certeza de que no era para cerrar «Caregato» sino para hacer la adecuación hidráulica del polígono, estaríamos en un detrimento patrimonial y en un fraude a la buena fe de la comunidad. Fraude a las actas de acuerdo firmadas por el alto gobierno con los representantes de las comunidades.

O sea, no solo hay mala fe de Pava Sánchez sino de incapacidad para gestionar la urgencia provocada por el caso de «Caregato». Este hecho tendría consecuencias penales y disciplinarias. Además del perjuicio al erario, asistimos a la nula acción del gobierno del cambio que se traduce en una tragedia griega para los más de 400 mil habitantes de La Mojana.

Seguiríamos con el mismo estado de cosas del país. En San Benito de Abad, por ejemplo, el líder social de apellido Cárcamo en un discurso macondiano destacó la loable proeza de su alcalde Manuel del Cristo Cadrazco Salcedo. Cárcamo dijo:

«Quiero destacar la conducta generosa de nuestro alcalde Manuel Cadrazco quien por cada dos pesos que se roba, uno lo reparte a los líderes sociales».

Gobierno del Cambio y su discurso ambiental

En su diálogo social con líderes y autoridades locales, el Presidente impuso una línea de ruptura para una concertación. Dijo, sin evidencias, que las obras de mitigación en La Mojana cuestan $ 1 billón y solo beneficiaría al 10% de los propietarios.

«Más o menos el 10% de los propietarios de tierras poseen el 80% de esa tierra y el 90% de los propietarios se queda con el 20 % … La pregunta es si el Estado mete $ 1 billón, una vez pase esta emergencia, ¿quién se beneficia? Pues se beneficia el dueño de la tierra o sea el 10% que no sufrió, le valorizamos la tierra con las obras que haga el Estado. A veces pensamos en la ingeniería y no en la sociedad».

Sin embargo, contrario a lo que señala el presidente Petro, gran parte de La Mojana está en manos de pequeños y medianos propietarios. En este viaje periodístico, pudimos constatar que son contadas las grandes propiedades. Por ejemplo, las haciendas de Guayepo, Eureka, Carpeta, Tierra Santa, La Alemania, La Polonia. Algunas de ellas, sus herederos las han vendido en forma segmentada. Un estudio sobre la situación de la concentración de la tierra en Sucre de 1984 a 2009, indica que, a diferencia de Córdoba, hay un leve incremento de las propiedades menores de 3 hectáreas que representan el 39%. (Pique aquí para conocer el estudio: Memoria Histórica – CNRR. 2010. La tierra en disputa). 

En el recorrido que hicimos para llegar a «Caregato» en compañía de líderes sociales de San Marcos, como Mario Ojeda, Henry Huertas y José Monterroza, quienes votaron por Gustavo Petro, nos dimos cuenta que son muy pocos los grandes latifundios superiores a 500 hectáreas. Esta observación coincide con el estudio citado. Se muestra continuidades en la reducción del latifundio y la persistencia del minifundio. De hecho, el estudio constata que el discurso incendiario de Petro es pura especulación como la anunciada repartición de tierra para los campesinos más pobres.

El diálogo social fallido del Gobierno del Cambio

Aquí con los tres líderes de San Marcos en «Caregato» río Cauca: Mario Ojeda, José Monterroza y Henry Huertas.  San Jacinto del Cauca sur de Bolívar.
Aquí con los tres líderes de San Marcos en «Caregato» río Cauca: Mario Ojeda, José Monterroza y Henry Huertas. Todos ellos votaron por Gustavo Petro. San Jacinto del Cauca sur de Bolívar.

En las elecciones presidenciales, Gustavo Petro solo ganó en tres municipios de La Mojana, entre ellos San Marcos. Cosa distinta en la sabana sucreña donde arrasó. Algunos líderes le manifestaron a este periodista la inquietud, según la cual la conducta de no cerrar «Caregato» y cobrar valorización por las obras de mitigación, podría ser una retaliación para los sucreños no mojaneros.

Lo cierto es que el gobierno central a través de la UNGR, el Fondo de Adaptación (Javier Pava Sánchez) y los ministerios de Medio Ambiente (Susana Muhamad) y del Interior (Alfonso Prada) asumieron una posición contraria a la voluntad popular que exige el cierre del chorro. Los representantes del gobierno atrincherados en una concepción que desconoce la realidad ambiental de La Mojana, convirtieron el Diálogo Social en un instrumento demagógico para aplacar y desmovilizar la acción de las poblaciones afectadas.

La teoría ambientalista del gobierno es que los ríos no pueden ser confinados sino que es necesario liberarlos. Y, en realidad, lo que querían era liberar el río Cauca a través de «Caregato» y mantener controlada un área inundada. Ello no solo afectará 30 mil predios sino toda la región. Por esta razón, surge la intención de una reubicación masiva de la población. Desaparecería el mítico corregimiento de La Sierpe como muchas otras poblaciones. Por esa razón, le mamaron gallo a los líderes y a las comunidades cuando firmaron tres acuerdos (noviembre, diciembre 2022 y enero 2023) que no tuvieron ninguna intención de cumplir. Fue un engaño del gobierno de Petro ni siquiera Iván Duque se atrevió a hacerlo.

«Caregato» y la libertad del río Cauca

Se destapó Javier Pava: "Inundación controlada de La Mojana. Eso es lo que queremos"
Se destapó Javier Pava: “Inundación controlada de La Mojana. Eso es lo que queremos”.

Sin duda, la libertad de los ríos arranca aplausos entre los seguidores de un ambientalismo dogmático y teórico. Los ríos deben ser libres como los animales, pero controlados. Los conceptos teóricos deben ser vistos en consonancia con la realidad ambiental colombiana. Específicamente, en el caso de La Mojana y, en particular, de «Caregato». El desenfoque teórico de los funcionarios del gobierno es diciente. ¿Por qué?

En primer lugar, ellos parten de un estudio de la Misión Holandesa (1976) que no ha pasado el cedazo de la prefactibilidad. En segundo lugar, la Universidad Nacional, sede Medellín, retomó parte de la Misión Holandesa (2008). El estudio propuso la construcción de diques fusibles en concreto de 4 y 5 metros a 500 metros de la orilla del río Cauca. Tienen como finalidad encauzar las aguas desbordadas a los efluentes de los ríos.

«Las obras para el control de inundaciones consisten de un dique marginal en tierra y estructuras hidráulicas del tipo dique fusible en los rompederos (puntos más críticos) de Santa Anita, Tenche, Potrero Nuevo y Las Brisas. Estas estructuras permiten el drenaje de una parte de las crecientes del río Cauca (T=25 años) mediante la evacuación lateral controlada. Este tipo de estructuras no se ha implementado en Colombia».

Lilian Posada, magíster y PhD, directora del estudio. Para leer el estudio pique aquí: Diques Fusibles para el Control de Inundaciones en la Mojana.

En tercer lugar, Pava parte de una falsa premisa de que la rotura del río Cauca se debió a la fuerza de la naturaleza que busca su cauce natural. Todos sabemos que en 1938 se padecía una sequía en La Mojana y una emergencia sanitaria. Los charcos de agua contaminadas utilizadas por sus habitantes causó muchas enfermedades gastrointestinales fuente de la imaginación popular. Los pocos médicos que existían quedaron desbordados ante tanta demanda de enfermos. Ante esa situación las comunidades organizadas, lideradas por el padre español José De Gabaldá, según nos cuenta el sociólogo Henry Huertas, abrieron un boquetillo en el Cauca antes de llegar a Majagual. El boquete se le conoció después como «Boca del Cura».

El Cauca, el Nilo de La Mojana

El atardecer en La Mojana de San Marcos. ¿«Caregato» o la verdadera cara del Cambio?
El atardecer en La Mojana de San Marcos. ¿«Caregato» o la verdadera cara del Cambio?

Los orígenes del concepto de que el río Cauca es a La Mojana lo que el Nilo es para el valle y el delta de Egipto, puede proponerse a partir de lo que sucedió antes de 1938. Que si no fuera por las inundaciones periódicas del Nilo, las tierras egipcias fueran desérticas y no hubiera surgido esa civilización que fascinó a la humanidad.

Cuando la familia de García Márquez llegó a SucreSucre en 1937, toda la región de La Mojana Sucreña vivía una situación muy difícil, como ya se señaló. Las enfermedades gastrointestinales por el consumo de agua estancadas, aumentó la consulta de hombres que tenían vientres como tambor. Estaban llenos de parásitos, lombrices y solitarias. Cuando los médicos o boticarios les hacía consumir unos vermífugos como Pipelón, expulsaban todo un zoológico.

¿Por qué protestó La Mojana?

Este video-análisis se difundió cuando las comunidades protestaron para que el gobierno del presidente Petro cerrara Caregato.

El imaginario popular transformó esas historias en hechos fantásticos como el caso del hombre que vomitó un mico alojado en su barriga de tambor por un brujo de La Sierpe. Gabriel García Márquez, las retomó y al ponerle el picante con la magia de su pluma, los expertos descubrieron el realismo mágico. Pero cuando se llega hoy a La Sierpe, tierra de brujos y brujas macondianas, ya no se encuentra a hombres famélicos y barrigones, como los halló García Márquez. Contrario a ello, lo que vimos fueron mujeres de vientres abultados producto de la magia del amor causado por el hacinamiento de las inundaciones de «Caregato».

El cauce del río Cauca se modificó a partir de la «Boca del Cura». De metro y medio que le hicieron, en poco tiempo el «rompedero» así le llaman popularmente a los chorros se transformó en 200 metros. Ese hecho, si bien solucionó el problema de la sequía, el hambre, la enfermedad y los vientres de tambor de los hombres famélicos, provocó un gran desastre ecológico con las inundaciones incontroladas. Se acabaron los cañaduzales, la agroindustria panelera, la producción a gran escala de queso, los grandes potreros, y la gran ganadería. Las tierras se arruinaron solo quedando para el cultivo de sobrevivencia para cierta época del año.

Desde entonces, La Mojana viene siendo azotada por inundaciones bíblicas al estilo del Nilo. Las familias ricas que tenían estudiando a sus hijos en Europa, emigraron a otros lares. Los que se quedaron desafiaron la ruina y la pobreza. La «Boca del Cura» que fuera la salvadora en un momento dado, se convirtió en una tragedia. Ahora esta es 10 veces más grande con la emergencia de «Caregato». Álvaro Pérez, beneficiario de una comida a la semana de «Las ollas comunitarias», lo único que quiere es que cierren «Caregato». Así podrá trabajar y tener «los tres golpes diarios» para su familia.

Próxima entrega: Bolívar, Sucre y Córdoba unidos por La Mojana.

Share.