Fuad Char Abdala aportó $7 mil millones para comprar votos y financiar el entramado de «Casa Blanca». ¿Cómo cayó «Casa Blanca» de Daes—Char?
Fuad Char Abdala aportó $7 mil millones para comprar votos y financiar el entramado de «Casa Blanca». ¿Cómo cayó «Casa Blanca» de Daes—Char?

¿Cómo cayó «Casa Blanca» si todo era color de rosa? Fuad Char Abdala había entregado en 2018 la suma de $7 mil millones para que los votos conservadores de Aida Merlano Rebolledo se fueran para donde Lilibeth Llinás, la fórmula del senador Arturo Char Chaljub a la cámara de Cambio Radical. Pero, en lo más profundo de la Casa Gerlein y la familia Char—Nule. había un cisma político y sentimental que no se podía enmascarar más. La conducta de Julio Gerlein Echeverría, muy seducido por los encantos mágicos de Aida Merlano, había provocado resentimientos en el seno de esa familia política que tenía 50 años con una presencia en el congreso.

Recordemos que el 28 de noviembre de 2022, la Corte Suprema de Justicia citó a indagatoria al expresidente del senado, Arturo Char Chaljub, para que responda por su conducta criminal por concierto para delinquir y corrupción al electorado. La hoy condenada Aida Merlano declaró en el alto tribunal en su contra. Todo esto se originó por una compulsa de copia de la condena de Aida Merlano Rebolledo a diferentes estamentos de justicia, incluso, a la directiva del congreso, ya que debió aplicar la «silla vacía» y no lo hicieron. En el proceso están mencionados, además de Arturo Char, Alejandro Char, el Gato Volador, entre otros congresistas y políticos del Atlántico que hoy ocupan sus curules sin que nada les pase. Cada departamento de la región Caribe tendrá un capítulo aparte en este informe. Trataremos de detectar los cabecillas de la mafia política dominante.

Este año el expresidente del senado Arturo Char Chaljub tuvo una indagatoria previa. Pero le fue muy mal, hasta el punto que originó esta citación a indagatoria por concierto para delinquir. Es decir, que los pronósticos serían adversos. (Ver: Corte Suprema de Justicia.)

Fuad Char, el cabecilla

El exgobernador, exministro y exsenador Fuad Char estará en el ojo de este huracán que se llama Aida Merlano Rebolledo. Y todo porque su hijo Alejandro la promovió para que fuera financiada por el «califato Daes—Char». No es la primera vez que el hijo lo mete en problemas. Cuando fue contratista en alianza con los Nule, tuvo que pagar a la Contraloría más de $20 mil millones por detrimento patrimonial. (Leer Las Notas de Lucio, 2011): Char, al mismo tiempo, contratista y alcalde). Así se confirma la hipótesis de que es el cabecilla del entramado criminal para corromper al elector y hacerse elegir mediante la trampa electoral.

En marzo de 2018, la situación política de Barranquilla y el Atlántico era un hervidero. El senador Roberto Gerlein Echeverría quedó herido de muerte con ese acuerdo operativo al interior del califato. Primero, porque fue relevado por una supuesta «arribista y escaladora». Segundo, ni siquiera le aceptaron poner la formula a cámara de su reemplazante. Esto marcó la desgracia de Merlano Rebolledo, de «Casa Blanca» y del califato daeschariano.

En efecto, se cumplía un año de la gran cumbre del «califato Daes—Char» en la residencia de Fuad Char Abdala, el califa que definió el futuro político de la región y de millones de personas en la Costa Caribe. Las alianzas y fórmulas a senado—cámara de las diferentes vertientes partidistas (no importa el color político) estaban aceitadas con la logística que exigía la jornada electoral del 13 de marzo.

¿Cómo cayó «Casa Blanca» de Daes—Char?

Esta fue la portada de la primera entrega.  ¿Fuad Char y sus hijos responderán por «Casa Blanca»?
Esta fue la portada de la primera entrega. ¿Fuad Char y sus hijos responderán por «Casa Blanca»?

Antes de revelar el cómo, es necesario partir del hecho fundamental. Este periodista reveló en 2017 las conclusiones principales de una cumbre del califato Daes—Char en la casa del califa ubicada al norte de Barranquilla con el fin de definir una políticas de alianzas para expandir su poder regional. Allí asistió hasta el excandidato presidencial Germán Vargas. Nadie desmintió la información. Ninguno de los hechos revelados en ese artículo, que tuvo amplia difusión en su momento, fueron desmentidos.

Por esa razón, existe una coherencia argumentativa cuando en la investigación y el análisis de este concierto para delinquir agravado se toma en cuenta esa cumbre del califato donde participaron los caciques regionales de la Costa Caribe. Por Bolívar asistió William Montes Medina, condenado por parapolítica.

En consecuencia, el contenido proporcionado por Merlano Rebolledo es coherente con lo que revelamos en 2017. Es decir, cinco (5) años antes. Primero, los tipos de alianzas que se tejieron entre la cumbre y el día de las elecciones parlamentarias y consulta presidencial del 13 de marzo de 2018. Segundo, la forma y orígenes de la financiación electoral. Tercero, los personajes que tomaron parte en el desarrollo de su campaña a senado estuvieron representados en la cumbre del califato Daes—Char.

La fuente de la corrupción al electorado

Si la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia quiere encaminar hacia un buen futuro su investigación penal, debería partir de lo que sucedió en esa cumbre del califato. Allí se definió el apoyo a la candidatura presidencial de Germán Vargas.

En ese sentido, no sería posible que la Fiscalía arroje buenos resultados en esta investigación y ello corre el riesgo de quedar en la impunidad. El control que tiene la mafia en la justicia y la fiscalía del Atlántico es casi total. No así en la Corte Suprema de Justicia. Es muy posible que Arturo Char Chaljub siga el ejemplo del expresidente Álvaro Uribe Vélez, y mañana renuncie a su investidura de senador para que sea procesado bajo la jurisdicción ordinaria donde su imperio tiene mayor control.

Cabe preguntarnos: ¿Char Chaljub recibirá un salvavidas de Germán Vargas, quien tiene una fuerte incidencia en la Fiscalía General de la República? La respuesta no es fácil. Porque Vargas participó en la cumbre del califato, y, al mismo tiempo, está resentido con Char, porque no votaron por él en la consulta de 2018, tal como se había acordado. Recuerden que Fuad Char no es fiel a los acuerdos políticos cuando esto le representa perder. Él se transforma en el «buñuelo de la política», se voltea con rapidez.

Fuad, el financista de «Casa Blanca»

En estrado judicial ante la Corte Suprema de Justicia la condenada por concierto para delinquir agravado, Aida Merlano Rebolledo, reveló un hecho que ha pasado desapercibido para los investigadores. Si esto se comprueba, Fuad Char debería estar en la cárcel y no haciendo componendas políticas cada cuatro años desde cuando incursionó en la vida electoral de Barranquilla y Atlántico en 1991. Creó su movimiento Voluntad Popular que funcionó como una empresa más de su holding Char Hnos—Banco Serfinanza. (Señores UIAF ¡investiguen!).

«El señor Fuad Char entregó el valor de 7 mil millones de pesos, para que se compraran votos a favor de Arturo Char, de Lilibeth Llinás y a favor mío».

Lo dijo Merlano Rebolledo. Ver audiencia

En efecto, fueron $7 mil millones que supuestamente Fuad Char entregó para que se eligiera Aida Merlano del partido Conservador y se creara una sucursal de «Casa Blanca». Esa fue la respuesta a la pregunta que le formuló el magistrado Jorge Caldas. En esta financiación estuvieron, según el testimonio de la condenada, Alejandro Char, Julio Gerlein y Arturo Char Chaljub. Este último acaba de ser citado a indagatoria por la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia, tal como lo señalamos en la primera entrega de esta historia.

Además de la violación a la ley electoral, lo que asistimos es a un concierto para delinquir planificado desde lo más alto del poder político y económico de Barranquilla. Confirma la tesis que hemos definido en todas estas investigaciones y análisis de la economía ilegal que usa el poder político para lavar grandes capitales procedentes de la corrupción y el narcotráfico.

El día «D» y la caída de «Casa Blanca»

El día que allanaron a «Casa Blanca». Foto Vanexa Romero.
El día que allanaron a «Casa Blanca», 11 de marzo de 2019. Foto Vanexa Romero.

El 9 de marzo de 2018, había un gran bullicio en «Casa Blanca» del exclusivo barrio El Golf, al norte de Barranquilla. No era para menos. Faltaban cuatro días para los comicios. Eran las elecciones para elegir senadores y representantes al Congreso de la República periodo constitucional 2018—2022. Todo funcionaba a la perfección, tal como se tenía planeado. Los líderes electorales, mochileros, planilleros y empleados ocasionales hacían su trabajo, como cualquier empresa de los Char.

Ese día una «fuente humana» se comunicó con la Policía Nacional. Informó que en la sede de campaña de la aspirante al Senado y representante a la cámara, Aida Merlano Rebolledo, sucedía lo que el expediente señaló:

«En una residencia ubicada en el barrio “El Golf” de la ciudad de Barranquilla, se fraguaban conductas ilegales destinadas a afectar la libertad de elección a través de la compra de votos».

Vea la sentencia SP954-2020 (56400)

De manera que el 11 de marzo se produjo el allanamiento por parte de fuerzas especializadas del GOES. Y como siempre, en estos operativos de sorpresa, llegaron oficiales de Bogotá.

¿Cómo fue posible que la Policía Nacional atendiera esa «fuente humana» cuando casi siempre la dirección de esa institución no le para bola a las denuncias que hacen los ciudadanos? Además, se consideraba como algo normal que eso sucediera, ya que lo viene practicando el «califato Daes—Char» desde la década de los 90 con todos sus candidatos.

La «fuente humana» que hizo caer a «Casa Blanca»

La derrota de dos hogares y de «Casa Blanca». Fuad Char, el califa, también debe estar sufriendo.

Como se puede colegir de los mismos investigadores, esa «fuente humana» debió tener un peso en la misma policía. Todo indica que procedía de alguien muy cercano a la familia Gerlein. Fue una sapeada por venganza contra Aida Merlano Rebolledo considerada una intrusa en «Casa Blanca».

Tal vez esa «fuente humana» estaba movida más por el resentimiento que por el deseo de justicia contra una práctica considerada como algo normal. Esta inferencia es muy coherente, ya que Aída Merlano había «derrotado varios hogares» con su política de seducción. Allí estaba la familia de Julio Gerlein Echeverría y su esposa Margarita Villa. También estaba la familia Char—Nule. ¿Cuánto sigue sufriendo Katia Nule? Aunque ellas lo nieguen, no lo aceptan. Deben llevar el dolor por dentro para que sus esposos no sean vulnerables ante la opinión pública.

¿Cuántos maridos clandestinos pudo tener Aida Merlano Rebolledo? Ello no es relevante para esta investigación y análisis. Lo que es relevante es el sentimiento de derrota que pudieron vivir los dos hogares. Es decir, Los Gerlein—Villa y los Char—Nule. Aquí se pudo cocinar el surgimiento de esa «fuente humana». De hecho, acabó con una armónica relación entre Roberto y Julio. Roberto siempre respetaba lo que decidía su hermano mayor. Esta relación le había arrojado fruto a nivel nacional, regional y local. ¿Cómo pelear por una intrusa? Fue, tal vez, el razonamiento de Roberto cuando quiso conciliar con su hermano para que Merlano aceptara llevar de fórmula a un candidato suyo. Ni eso le aceptaron. Ya el acuerdo con Fuad Char estaba cocinado. La fórmula era Lilibeth Llinás

No solo cayó «Casa Blanca»

Si queremos entender el entramado criminal de «Casa Blanca», debemos mirar hacia arriba. La cúspide está en la alianza Daes—Char. Los orígenes de los capitales de las dos familias más poderosas de Barranquilla proceden del narcotráfico, de acuerdo a los diferentes procesos que le abrieron en la justicia norteamericana. El «Yuyo» Daes estuvo involucrado como lavador de capitales del cartel de Cali, en consonancia con las fuentes que hemos consultado. Por su parte, Christian Daes estuvo vinculado por su supuesto papel de importador ilegal de armas también para el cartel de Cali. (Lea: Ventanas a Trump e «ingresos ficticios» ¿la verdad de Tegnoglass en Nasdaq?).

En cuanto a los Char Abdala y Char Hermanos pueden leer el expediente 114 que citamos en el informe publicado en marzo en este medio y que ha sido leído por más 85 mil lectores de VoxPopuli Digital. Para mi es sorprendente el numeroso de lectores, porque compite con el artículo que demuestra la forma de despojo de la fundación Santo Domingo en Cartagena de Indias que alcanzó 200 mil lectores. Es posible que en el próximo año electoral ese artículo alcance más de 200 mil lecturas. (Lea: Expediente No 114: La fortuna de los Char proviene de su sociedad con «el Caracol»).

Los políticos tradicionales

Los políticos tradicionales, consuetudinarios compradores de votos en forma artesanal, pasaron a segundo plano. Los nuevos empresarios convirtieron la política en una gran industria. Es así que los Gerlein, los Name y otros se vieron forzados a unirse a los empresarios emergentes.

La sociedad Valores y Contratos (Valorcon), gerenciada por Julio Gerlein, nació en 1992. La familia conservadora Gerlein Echeverría siguió el ejemplo que ya estaba practicando la familia liberal Name Terán. En esta, el megacontratista era David Name. Su hermano, José Name Terán, era el eterno senador. De manera que Julio Gerlein ejecutaba los contratos que su hermano senador acordaba con el gobierno nacional, regional y local. Lo mismo que hacían los hermanos Name terán. Así se enriquecieron y les permitieron reelegirse por 5 décadas sin perder ninguna de las elecciones a senado.

Jorge Gerlein, hermano menor, era un buldozer comprando votos en las barriadas pobres de la Barranquilla de los años 80 y 90. En aquellos tiempos denunciábamos esa práctica denigrante cuando acompañábamos a las comunidades barriales en sus reivindicaciones sociales. No podíamos hacer mayor cosa. Ellos controlaban todo. Su hermano mayor era senador y él representante a la cámara. Fueron los que introdujeron junto con los Name la modalidad de canjear votos por materiales de construcción. Así se eternizaba el círculo vicioso de la pobreza en Barranquilla y el Atlántico.

La sentencia que marcará la caída del califato

https://cortesuprema.gov.co/corte/wp-content/uploads/2020/05/SP954-2020-56400.pdf

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