Con la captura y rápida libertad de Álvaro Luis Ospino Illera ―alias «La Negra Dominga», el presunto exterminador del clan Los Vega Daza― sugiere que estamos frente a una Justicia fallida. Con este hecho queda pintada la calidad de los administradores de justicia de Barranquilla y del país. Según la versión de prensa, bastó que lo presentaran ante un juez municipal de garantías que no observó la inconsistencia del permiso del salvoconducto con el proveedor de la pistola 9 milímetros que portaba.
Tal situación, acaecida el pasado 7 de marzo de 2025, no está clara. Todo lo manejan en forma hermética. La investigación la realiza la Fiscalía desde la capital de la República. Porque se había dicho que la seccional se encontraba contaminada. Pero, se montó el nuevo director en el Atlántico, Fernando Orlando Jaiquel, y la percepción es peor de que estamos frente a una justicia fallida. Lo evidencia este hecho.
Se indicó, que el 23 y 24 de octubre de 2022 ―en la fiesta de cumpleaños de Jonnathan Ospino Illera, sobrino del que ahora aparece como el supuesto capo de Los Piloneros― había funcionarios públicos. Se citó una lista, entre ellos, varios fiscales y hasta jueces de la República de Barranquilla. Pero la investigación no avanzó. Y la lista nunca apareció.
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Una pregunta sin respuesta
Cuándo ocurrió la masacre de Los Vega, en Vox Populi Digital se preguntó:
«¿Quién mató al temido capo «Kike» Vega en su escondrijo? Luego de la matanza de la que se salvó uno de los cuatro líderes de la banda Los Vega, las autoridades, el bajo mundo y la sociedad de Barranquilla se hacen esa pregunta. Ese jueves sonaron 4 ráfagas de fusil de asalto. El silencio del conjunto residencial North Frontier de Villa Campestre, quedó vuelto añicos a las 4:30 de la tarde del 29 de junio del 2023. El cuerpo del capo en su escondrijo quedó tendido, al lado de los cadáveres de dos de sus hijos. Los sorprendieron. No pudieron reaccionar al ataque criminal».
Los Vega Daza tenían muchos enemigos, pero también amigos en el bajo mundo. Le prestaban servicio a diferentes estamentos, incluso a empresarios que posan de honrados en la sociedad barranquillera.
Sin embargo, la hipótesis que se construyó sobre los supuestos autores de la masacre de esa temible banda de delincuentes descansaba en la supuesta sed de venganza de alias «La Negra Dominga». En el mundo subterráneo de Barranquilla se propaló el supuesto de que el «Kike» Vega quiso negociar. Para esto le mandó varios mensajes al tío-padre de Jonnathan con el fin de resarcir su muerte mediante el pago de una suma determinada de dinero.
Por supuesto, la respuesta de «La Negra Dominga» fue negativa a esa solicitud de conciliación. Y continúo con su agresiva persecución contra Los Vega hasta arrinconarlos en North Frontier de Villa Campestre. Esta hipótesis no ha sido comprobada. Se esperaba que con su detención e investigación la situación se iba a esclarecer.
Una cadena de homicidios
La captura y libertad inmediata de «La Negra Dominga» tiene más preguntas que respuestas. El hecho nada en un mar de dudas que las mismas autoridades no han despejado. Desde la muerte de Jonnathan en su fiesta de cumpleaños, han transcurrido dos años de masacres y homicidios selectivos en Barranquilla. El 13 de diciembre de 2022 asesinaron a alias , Jorge Mauricio Salazar López, quien portaba armas legalizadas a través de la empresa Seguridad Privada Lost Prevention Ltda.
De hecho, es escandaloso lo que sucede con la seguridad Barranquilla y Soledad. Pero ni el alcalde Alejandro Char ni el gobernador Eduardo Verano de la Rosa están interesados en que se esclarezca esta situación. Sus pronunciamientos son tibios para que la Fiscalía produzca resultados y los jueces cumplan con la ley. Desde el imperio de los Char, la ciudad quedó capturada por la mafia. Estos son hechos, no comentarios. ¿Dónde está la opinión pública barranquillera caracterizada por ser frentera y libre? ¿Está maniatada?
Son dos años de guerra permanente, y los barranquilleros lo viven como algo normal. Con el asesinato de alias Corroncho en Medellín, las piezas del rompe cabeza prácticamente están armadas. Pero no hay resultados de la Fiscalía.
Se vale estas preguntas : ¿Es inoperante la justicia? ¿Álvaro Luis Ospino Illera estará negociando con la DEA, como lo aseveran algunas fuentes? Son preguntas esclarecedoras de la verdad que las autoridades deben responder. Para ello se les paga con los impuestos del pueblo. ¿Por qué un un juez municipal de garantía desestimó el procedimiento del operativo de su captura que se transformó en un palo de ciego de la Fiscalía y retrató la incapacidad técnica y moral de la justicia barranquillera?
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¿Justicia fallida?
La sociedad barranquillera necesita respuestas ciertas a muchas preguntas para descartar que estamos ante una Justicia fallida. ¿Por qué la Fiscalía, hasta ahora, no se ha referido a la fallida captura de alias «La Negra Dominga»? ¿Cuál fue la verdadera motivación de dicho procedimiento? ¿Acaso fue un palo de ciego de los investigadores de la Dijin? ¿O se está ocultando la realidad? La policía debió atenerse a la aplicación del artículo 62 del Código Nacional de Policía para identificar plenamente a los detenidos en ese operativo.
Por lo menos debieron tenerlo 24 horas hasta cuando se verificara si realmente sus salvoconductos estaban ajustados a la ley. Pareciera que hubiese gato encerrado. La ciudadanía exige claridad a las mismas autoridades encargadas de desarrollar el procedimiento, tal como lo señalan las diferentes reacciones en redes sociales.
Según fuentes de entero crédito, los investigadores de la Fiscalía y de la Policía tenían conocimiento que los capos de Los Piloneros tienen un cuerpo de guardaespaldas que siempre están con ellos. Usan pistolas 9 mm y, además subfusiles Colt 9mm SMG. Es el mismo que usó alias «Deivi Parrilla», quien gracias a la corrupción, quedó libre pese accionar el arma, tal como lo vimos en los videos difundidos por VoxPopuli Digital sobre la malograda fiesta de cumpleaños. Fueron 42 tiros los que recibió la camioneta blindada donde se escapó «Kike» Vega y su hijo en la mañana del 24 de octubre de 2022.
En efecto, hace dos años sucedió lo mismo cuando un juez de garantía no atendió las evidencias en su contra y puso en libertad a alias «Kike» Vega y a su hijo, alias «el Beto», capturados en flagrancia con armas cortas y de largo alcance después de asesinar a Jonnathan José Ospino Illera, sobrino amado de Ospino. A las pocas horas de su detención, los Vega quedaron libres, pese a que habían participado en la muerte de dos personas. Esto se constituyó en otra evidencia de que estamos frente a una Justicia fallida.
Ese asesinato y de uno de los escoltas de los Vega prometió quedar en la impunidad. Como en efecto, así sucedió. No importaron las evidencias ni el cuerpo del delito. En este punto, la aparente captura de la justicia por parte del poder mafioso y político hace imposible que en Barranquilla y el Atlántico se cumpla la ley.
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La venganza y la Justicia fallida
Pero, cuando no hay justicia de parte del Estado, se impone el caos y el imperio de la ley del más fuerte en la lucha por el poder de las rentas ilegales de la ciudad y del departamento. La política se pone al servicio de estos poderes underground que desatan guerras intestinas.
Por consiguiente, poco después de esa falta de justicia para esclarecer la verdad y procesar a los resposnsables, se desató lo que denominamos en su momento la presunta «venganza de ´la Negra Dominga´» y la exacerbación de la guerra intermafiosa de Barranquilla. Una confrontación que tuvo su climax sangriento con la masacre de la familia criminal Vega Daza sucedida el 29 junio de 2023. Utilizaron los mismos subfusiles que usó alias «Deivi Parrilla».
A su vez, esta situación permitió la recomposición de la estructura delincuencial de Los Costeños, y de la guerra por el control de las finanzas ilegales de Barranquilla y el Atlántico. Al parecer, alias Castor se alió a «La Negra Dominga», según fuentes de inteligencia.
Así narramos la masacre de Los Vega ese día 29 de junio de 2023, 7 meses después del asesinato de Jonnathan. Un artículo que leído por miles de lectores:
«Uno de los peces gordos más activos del inframundo de Barranquilla y su área de influencia, Rafael Julio Vega Cuello, alias «Kike» Vega, luego de sobrevivir a dos atentados, cayó esta tarde junto a dos de sus hijos. Los masacrados —que siempre permanecen custodiados por guardaespaldas fuertemente armados— fueron sorprendidos por la parte trasera de su propia madriguera ubicada en el conjunto residencial North Frontier de Villa Campestre, al norte de esta ciudad colindante con Puerto Colombia».
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La cumbre de mafiosos que devino en venganza
Todo indica que el 23 de octubre se celebraba una cumbre de mafiosos en el Mediterrané, finca ubicada en Salgar, propiedad de Mauricio Gerlein Echeverría, hermano del constructor Julio Gerleín. Supuestamente el objetivo de la reunión era llegar a un acuerdo para distribuirse las rentas ilegales de Barranquilla que tiene cerca de 20 puertos. Por estos terminales sale la cocaína hacia Estados Unidos y Europa.
El pretexto que utilizaron fue la fiesta de cumpleaños del joven Jonnathan que cumpliría 23 años de edad. Pero, todo terminó en una balacera después de las 7 de la mañana cuando casi todos estaban en su peripea. Dos muertos y varios heridos. En el bando de los Vega Daza cayó abatido uno de sus escoltas, Rubén Ricardo Galea.
Sin embargo, esas son las muertes visibles. A partir de ese acontecimiento se sucedieron decenas de homicidios asociados a la mafia, especialmente la ligada al clan de Los Vega Daza. Uno de los hechos significativos fue el homicidio de Jorge Mauricio Salazar López (cc No. 1140824405), alias Dron, el 13 de diciembre de 2022 en el norte de Barranquilla. Era uno de los cobradores del clan de Los Vega y portaba un carné como coordinador de la empresa de seguridad Lost Prevention Ltda. Ese homicidio se produjo casi dos meses después del asesinato de Jonnathan en su fiesta de cumpleaños.
Se recuerda que alias Dron estaba siendo investigado por varios homicidios. Se cita, por ejemplo, el atentado criminal contra dos mujeres. Una de ellas murió, Estefanía Carolina Sánchez Gutiérrez, quien fuera una de la cadena de prestamistas que tenía en toda Barranquilla. Además, y esto es muy importante, su hermano Tarek José Salazar López cayó entre los asesinados cuando acompañaban a alias Beto en Levante, España. Allí, al parecer, sicarios de la mafia Marroquí, masacraron a los tres colombianos en el interior de un vehículo.
¿Estamos frente a una justicia fallida? Sin duda, la detención y rápida libertad de alias «La Negra Dominga» sugiere que sí. Lo mismo sucedió con los Vega cuando asesinaron a Jonnathan Ospino Illera. Ese día la policía los detuvo, pero sus armas estaban supuestamente legalizadas. ¿Quién se las legalizó? ¿Quiénes le suministran las municiones? La Fiscalía y la Superintendencia de Seguridad saben perfectamente que todo esto es procesado a través de empresas de seguridad de fachada. Así como los Vega tenían una empresa a su disposición, ¿Los Piloneros tendrán otra? Qué responde la Fiscalía.
Próxima entrega: ¿Qué dice «La Negra Dominga»?