Uno de los peces gordos más activos del inframundo de Barranquilla y su área de influencia, Rafael Julio Vega Cuello, alias «Kike» Vega, luego de sobrevivir a dos atentados, esta vez no tuvo suerte. Murió en su ley en la tarde de hoy jueves junto a dos de sus hijos. Los masacrados —que siempre permanecen custodiados por guardaespaldas fuertemente armados— fueron sorprendidos por la parte trasera de su propia madriguera. Es una residencia amplia con patio ubicada en el conjunto residencial North Frontier de Villa Campestre, al norte de esta ciudad colindante con Puerto Colombia.
Vale recordar, que el «Kike» Vega y uno de sus hijos asesinados hoy, ya habían sobrevivido a un tiroteo que se produjo en octubre del año pasado en la fiesta de cumpleaños de Punta Roca de Puerto Colombia. En esa fiesta se produjo un enfrentamiento armado donde murieron el cumplimentado, Jonattan José Ospino Illera, y uno de los escoltas de los Vega. Igualmente sobrevivió, en el 2018, en un atentado perpetrado cerca del centro comercial Bellavista, al norte de Barranquilla,
También ahí, sobrevivieron, los hermanos Ronald y Roberto Carlos Vega Daza, de 41 años y 31 años de edad, respectivamente. El sicario era de nacionalidad venezolana. El primer muerto por sicariato que esta familia de los Vega tuvo fue en 2003. En esa oportunidad Luis Eduardo Daza Amaya, lo hallaron muerto el 8 de febrero de ese año.
La muerte de «Kike» Vega y la guerra del bajo mundo
Se debe indicar que los Vega eran «peces gordos» asociados al tráfico de droga y empresarios emergentes vinculados al despojo de tierras y a la extorsión en Barranquilla, según información de inteligencia de los organismos de seguridad. Al parecer, en esa sangrienta fiesta de cumpleaños donde murió el sobrino de uno los capos, se pretendía limar asperezas entre varias organizaciones de bandidos que se disputan a sangre y fuego el control del puerto de la ciudad y del negocio del bajo mundo. La intención era llegar a un acuerdo entre ellos y luego acogerse a la paz total que está proponiendo el gobierno nacional.
Se podría creer que con la muerte de los Vega se acabaría una guerra que ya había sido declarada hace varios años en Barranquilla. Algunas personas que se manifiestan por las redes sociales están pensando que disminuiría la extorsión y el despojo de tierra.
Sin embargo, con esta masacre, donde cayeron los jefes de esta tenebrosa banda, indicaría que la guerra seguirá recrudeciéndose. Los Vega no actuaban solos. Hacen parte de una confederación de organizaciones de bandidos que controlan el mercado local y regional de las drogas, la extorsión y el despojo de tierras. Tienen influencia en el poder político, judicial y económico.
Se debe indicar que esta es la sexta masacre que se produce en el área metropolitana de Barranquilla en lo que va corrido este año de 2023. Ahora que se inician las elecciones locales y regionales, estos hechos de sangre deberían despertar una alerta especial, ya que Barranquilla durante el régimen daeschariano se encuentra sometida al vaivén de la violencia de organizaciones mafiosas.
«Kike» Vega y su influencia
Como se sabe, estas organizaciones tienen ramificación en la Policía, la Fiscalía y en el control político de la ciudad. Gran parte de la alta sociedad barranquillera vive de las actividades del narcotráfico, debido a sus antiguos vínculos con el lavado de activos. Aquí tienen sus principales domicilios los grandes empresarios que estuvieron ligados a la actividad del paramilitarismo, el tráfico de drogas y el despojo de tierras. Además, viven gran parte de los empresarios que se han denominado Los intocables, ya que a pesar de haber pruebas y evidencias de sus actividades delincuenciales, la Fiscalía y la Policía se hacen la vista gorda. El único que han metido preso es a Darío Laino Scopetta.
Una evidencia de lo que se dice en este escrito, fue la conducta de la policía y de la misma Fiscalía cuando, a pesar de haber sido detenido Rafael Julio Vega Cuello y su hijo, todos armados y que habían disparados en el tiroteo de Punta Roca, fueron liberados por la misma Policía pasadas las 5 horas. Además, la camioneta Toyota Lexus color blanca blindada, donde se transportaban, había recibido 42 impactos de bala.
Las declaraciones del comandante de Policía Metropolitana de Barranquilla —MEBAR— Jorge Antonio Urquijo Sandoval, en aquel momento, se pueden considerar como reflejo de esa complicidad con los capos del bajo mundo. ¿Por qué liberaron a Vega y a su hijo, cuyas armas todavía estaban calientes por la refriega donde murieron dos personas? El coronel dijo que por preceptos legales. Pero la norma otorga hasta 24 horas para ponerlo a disposición de la autoridad competente.
El fusil que usaron en la masacre
Uno de los asesinos entró por el patio de la madriguera de los Vega. Estaba dotado de un fusil recortado, como el que usó alias Deivi Parrilla en la refriega de Punta Roca.
El asesino encontró primero al viejo Rafael Julio Vega Cuello. Como el arma es de repetición, el victimario le dio el primer rafagazo cayendo muerto en el acto. En forma seguida, hizo el segundo, cayendo tendidos sus dos hijos. Luego hizo el tercero, y quedó mortalmente herido Roberto Carlos Vega a quien no pudo rematar. Fue trasladado a la clínica Porto Azul.
Las cuatro ráfagas se escucharon en el centro comercial que se encuentra en la parte posterior de la madriguera de los Vega.
Próxima entrega
¿Cómo y por qué mataron a los Vega?