Cuando Jorge Luis Alfonso López y Lucio Torres salían de la Fiscalía de Sabanalarga, luego de una primera audiencia de conciliación donde el periodista fue denunciado por injuria y calumnia. Ayer fue la segunda audiencia.
  • Dos presidentes recibieron financiación de Enilse López: César Gaviria y Álvaro Uribe Vélez.
  • Toda la clase política de Sucre y Bolívar deberían responder.

La decisión de la Corte Constitucional de declarar, anoche, exequible la ley 1922 de 2018 o Ley Estatutaria de la Jurisdicción Especial de Paz —JEP—, abre las puertas para que la familia Alfonso López, de Magangué, sea sometida por la justicia transicional como actor directo del conflicto armado. «¡Mierda en catabre!», podría suceder, si dicen la verdad.

Los crímenes cometidos antes del 1 de diciembre de 2016, podrían ser conocidos por la JEP. Y los responsables podrían tener penas alternativas. Si ellos van a los estrados de la JEP, resurge la esperanza de las víctimas de conocer la verdad de los hechos donde sus seres queridos fueron asesinados o desaparecidos. Sería una verdad reparadora.

La conexidad

En efecto, si analizamos el concepto de conexidad que define la trazabilidad de la condición para que la JEP conozca crímenes, los Alfonso López (Enilse López Romero y su hijo Jorge Luis Alfonso López, hoy detenidos en cárceles diferentes) reúnen el criterio iv definido en el procedimiento.  Esto es, que el entorno del conflicto armado en Magangué los obligó a participar en la confrontación armada, ya sea financiando grupos paramilitares, o ya sea determinando crímenes como ocasión de esa conexidad.  

“La Corte concluye que existen diferentes criterios que inciden en el análisis de conexidad de los hechos con el conflicto armado, y que pueden actuar de manera diferencial en cada caso, como lo son: (i) el responsable del hecho –ya sea civil o combatiente–; (ii) que el hecho constituya una infracción al Derecho Internacional Humanitario; (iii) que hubiere ocurrido en la zona geográfica del conflicto; (iv) que la existencia del conflicto armado hubiere influido en la capacidad del responsable de cometer la conducta, o en su decisión de cometerla, o en su forma de cometerla, o en el propósito de cometerla; (v) que el conflicto armado le haya dado al responsable la oportunidad de cometer la conducta; y (vi) que el objetivo del responsable de la conducta hubiere sido obtener una ventaja militar frente al adversario o, por el contrario, un interés personal de obtener enriquecimiento ilícito”.

Sentencia C-80-18  (Dele Clic para conocer la sentencia).

Los otros que no mencionan

De suyo, los Alfonso López se involucraron en el conflicto desde finales de los 80 o comienzo de los 90. En esa época, cuando Enilse López irrumpe en la economía regional, el conflicto armado estaba en su efervescencia. Y Jorge Luis tenía 14 años. Las Farc dominaba la acción guerrillera de la región. Era usual sus prácticas extorsionistas (vacunas) a los pequeños, medianos y grandes ganaderos y comerciantes.

Y no solamente fueron los Alfonso López que se involucraron en el conflicto armado. También estaban familias más poderosas de la época, como los Botero Maya. ¿Quiénes cometieron las primeras masacres de la región? ¿Quiénes asesinaron a los carniceros del mercado Baracoa de Magangué? No fueron los Alfonso López, porque en esos tiempos (86—90), solamente se sabía de Enilse López, porque tenía un chuzo en la entrada al teatro Habib, cuyo nombre era: Apuestas El Gato. Era un nombre sugestivo, en contraposición a Apuestas El Perro, de su compadre Villalobos. De allí, la empresaria Enilse deriva el remoquete popular que hoy ostenta: La Gata.

Enilse López saltó a la fama, porque recibió la visita del candidato presidencial César Gaviria (ver fotos), quien a la postre fue el presidente del Revolcón. Gaviria recibió sus milloncitos de los Alfonso López, y no le ha pasado nada. También Álvaro Uribe recibió otro tanto. Y siguen como el teflón: ¡no se les pega nada!


«¡Mierda en catabre!»

No obstante, si los Alfonso López son admitidos en la JEP, si ellos hablaran ante una justicia eficaz y garantista, desde presidentes, senadores, gobernadores, hasta connotadas figuras de la economía tendrán que responderle a la justicia ordinaria o a la misma JEP. Los Alfonso López, quizás, financiaron a todos los jefes políticos de Bolívar, por ejemplo. Y esto lo publico porque tengo fuentes bien acreditadas que sustenta lo dicho. Enilse López guarda con recelo una caja secreta con todos los recibos y pagarés de muchos políticos. Algunos tienen hasta talonarios, con las cantidades recibidas.

Enilse López le dice a sus allegados que los políticos son malapaga y desagradecidos. ¿Y por qué les sigue prestando? Es la pregunta del millón.

¿Qué ha pasado con los Botero Maya? ¿Por qué la justicia ordinaria no le ha dado a los Botero Maya el mismo tratamiento que a la familia Alfonso López? ¿Dónde está la diferencia si las dos familias pudieron cometer los mismos crímenes y sufrieron el fragor de la guerra? Tanto a los Botero Maya como a los Alfonso López le secuestraron familiares. Se podría decir, que las Farc victimizó a los Alfonso López con secuestros y asesinatos de familiares. El  abuelo y padre de Jorge Luis Alfonso fue secuestrado. El popular Mingo, hermano de Enilse López y padre de Wendy Vanessa, fue asesinado por las FARC

Los Botero Maya

Después que el ELN secuestró en 1991 al exalcalde Gonzalo Botero Maya y fue liberado después de pagar una suma superior a los 3 millones de dólares, se formó la matazón en Magangué y su región. Álvaro Botero Maya funge como el padre del paramilitarismo en la región, incluso, antes de que crearan la primera Convivir, Esperanza Futura. 

Antes de que los Botero Maya, Storino, Yepes, se viesen involucrados en el conflicto armado, eran prestantes ganaderos y comerciantes de la Magangué. Mi padre Juan Torres, quien tenía un astillero en La Peña, le construía o reconstruía sus grandes planchones donde transportaban su ganado. Los Botero Maya terminaron encerrando con alambres de púa ciénagas y pueblos enteros (Kennedy y Santa Lucía, por ejemplo) apropiándose injustamente de extensos terrenos. Esto creo un gran malestar, ya que la población se empobreció más y no había oportunidad de desarrollo para la mayoría.

Ese hecho fue caldo de cultivo para que aparecieran los primeros núcleos de la guerrilla del ELN y después las FARC. Vino las famosas vacunas, secuestros y asesinatos. Explotó el conflicto armado en Magangué y su región. En ese marco de guerra, irrumpió la familia Alfonso López. Marco que dejó aproximadamente a más de 100 muertos, entre los cuales estaba un gran amigo, el médico Felix Borré, cuya madre quiere saber quién lo asesinó y quién dio la orden. La mamá no quiere morirse sin saber la verdad.

La esperanza de un pueblo victimizado

Al respecto, el fallo de la Corte Constitucional, compuesto de 915 páginas, expresa una esperanza para los familiares de asesinados, desaparecidos y desplazados. 

“El Proyecto de Ley Estatutaria objeto de control, desarrolla el componente de justicia de dicho sistema diseñado, principalmente, para la garantía del derecho a la justicia propiamente dicho, esto es, el derecho de las víctimas y de la sociedad a que los responsables de los hechos sean procesados.

Si los Alfonso López hablaran ante la JEP, podría haber «¡mierda en catabre!», no solo en la comarca del Caribe sino también en los cimientos del poder político de Colombia. Dos presidentes recibieron financiación de Enilse López: César Gaviria y Álvaro uribe Vélez.

Share.