La Procuraduría de Margarita Leonor Cabello Blanco es una «reina de burlas».
La Procuraduría de Margarita Leonor Cabello Blanco es una «reina de burlas».

La Procuraduría de Margarita Leonor Cabello Blanco es una «reina de burlas». Pero lo cierto es que la Procuraduría General de la Nación (PGN) se burla de ella misma cuando habla y no actúa frente a la flagrante participación en política de mandatarios regionales y locales. Ejemplos elocuentes de esta situación es el desafío del alcaldes de Cartagena y Bogotá, William Dau Chamat y Claudia López, respectivamente.  Estos mandatarios tienen una serie de denuncias por presuntas faltas disciplinarias y, especialmente, por participación en política. 

Se debe recordar que la PGN tiene como papel de iniciar, adelantar y fallar las investigaciones que por faltas disciplinarias se adelanten contra los servidores públicos y contra los particulares que ejercen funciones públicas o manejan dineros del Estado. Sus funciones y competencias están definidas   de conformidad con lo establecido en el Código Único Disciplinario.

De la misma manera, podemos decir que decenas de mandatarios que, aunque menos elocuentes que el burgomaestre cartagenero, participan en política desafiando a los organismos de control institucional. Los casos de Medellín, Cartagena y Bogotá se constituyen en una muestra de lo que sucede en en esta época electoral. 

«Reina de burlas»

Después de la cuarentena el alcalde de Cartagena, por ejemplo, al parecer, cometió protuberantes faltas sin que hasta ahora se conozca un pronunciamiento serio y fáctico de la PGN. Todos esos casos de Dau Chamat hacen parte de las estadísticas. Son 512 procesos disciplinarios por presuntas irregularidades en 26 gobernaciones y 272 alcaldías en la emergencia sanitaria por covid-19. Y hoy no se conoce resultados. El mismo alcalde de Cartagena tiene denuncias por corrupción en el manejo de esos presupuestos con pruebas inobjetables. Fernando Carrillo, el anterior procurador, no hizo absolutamente nada. Y todo indica que con Margarita Cabello haga lo mismo. 

Nunca antes se había visto la ineficacia de los organismos de control como en este último período. Cuando un régimen entra en decadencia, los organismos de control presentan un sopor. Entonces no se se sabe si están muertos o vivos, dormidos o despiertos. Pero se convierten en «Reina de burlas» de quienes deben ser disciplinados. Esto es lo que está sucediendo con la Procuraduría General encabezada por Margarita Cabello. 

Un desafío para la procuradora

En este período electoral desafían a la procuradora como si no existiera, como supieran de antemano que nada le sucederá. Se creía que «escoba nueva barre mejor». Pero con Cabello parece que comenzó desgastada. 

En tanto existe un clamor para que en tiempo real se sancione a los presuntos responsables de las faltas disciplinarias. Y de esta manera justifique su millonario sueldo como todos los procuradores regionales, provinciales y procuradores delegados.

De manera que es la oportunidad para que Margarita Cabello demuestre que no es la «Reina de burlas» de estos gobernantes inútiles y abusivos.

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