Un alcalde de vida loca, La revocatoria va en serio.
Un alcalde de vida loca. La revocatoria va en serio.

Este 7 de agosto, la gente que se movilizó contra este gobierno inútil e incapaz pidió su revocatoria. Los dos comités de Revocatoria se unieron. Los demás comités ciudadanos, como en el barrio tradicional de Manga, salieron a protestar espontáneamente contra este nefasto gobierno que se presentó como salvador de la corrupción. Muchos comenzaron firmar la revocatoria. En esta ocasión los cartageneros se pronuncian contra William Dau Chamat, un alcalde que resultó más malandrín que los que les precedieron. No tiene ningún resultado positivo que destacar.

¡Dau se Va! La revocatoria va en serio. Por primera en la historia existe un sentimiento generalizado en todos los estratos de la ciudad que desean revocar a su gobernante. Cartagena comienza a vivir un desengaño, como cuando tu marido te juró fidelidad y te engaña con los vecinos de la cuadra. Y no será un proceso judicial ni disciplinario. Es un proceso de participación ciudadana sin interés politiquero como lo quiere presentar el mismo alcalde. La revocatoria va en serio.

Un alcalde de vida loca

Desde el principio hemos dicho que la vida privada de cada ciudadano es sagrada. Nadie se  debe meter y vigilar. Pero cuando alguien administra lo público (gobernantes y funcionarios públicos) o se debe al público (líderes y personajes públicos), deben estar vigilados por el público. 

Pero la «vida loca» del alcalde William Dau Chamat le puso su impronta a esta administración. Es un «Sodoma y Gomorra», señalan algunos de los críticos. Los habitantes del barrio San Diego, en pleno centro histórico de Cartagena, manifestaron que ese sector lo han convertido en un gran cabaret privado. A cualquier hora del día consumen sustancias sicotrópicas, hacen sexo en los ventanales de las fachadas históricas, los huecos, la inseguridad, la contaminación auditiva, etc.

Ninguna dependencia del Distrito de Cartagena sabe lo que hace. Educación, Tránsito, Corvivienda, Valorización, Edurbe, Transcaribe, Salud, andan en el mundo de los conejos. Y el alcalde sigue en su vida loca. El año pasado se fumó el presupuesto en órdenes de prestación de servicios. Este año del 2021, está haciendo lo mismo. ¿Qué esperamos para salir de esta mediocridad? Los promotores de esta protesta tienen una respuesta: ¡Firma ya!

Este alcalde tiene dos coroneles y un general en su administración y Cartagena tiene la peor crisis de seguridad de los últimos años. Aquí aparece con el comandante de la MECAR.

Democracia participativa

Una democracia participativa no solo debe fomentar el voto universal. Es imperativo que los derechos de participación ciudadana sean impulsados por todos los estamentos gubernamentales y estatales para crear una cultura de la participación. En este sentido, la revocatoria es lo que puede transformar la participación en una democracia participativa. 

Podemos y debemos protestar contra un gobierno fallido. También por tener una ciudad llena de huecos, un tránsito corrupto, la seguridad grave, una salud pública en estado de coma, la educación en crisis y un largo etcétera. Mucha tela que cortar. Podemos levantarnos contra ese estado de cosas,  pero si no hacemos uso de los derechos de participación ciudadana, la protesta se hace inútil. Cartagena comienza a levantarse.

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