Cartagena ¿cómo Acapulco? La guerra del Cartel Jalisco Nueva Generación se está intensificando en Colombia. La región Caribe es un teatro de operaciones de esta guerra. Una nueva guerra comienza a despuntar en el Caribe y se refleja con el aumento de los indicadores de inseguridad en las principales ciudades como Cartagena, Barranquilla y Santa Marta. Esta guerra nos hace pensar que estamos transitando de una violencia doméstica a una guerra entre carteles.
Esas organizaciones pelean por el control de uno de los mayores puertos de exportación de la cocaína del Caribe colombiano. Pero también del microtráfico, la extorsión y el control territorial, tal y cual como sucede en Barranquilla y como sucedió en Acapulco, México.
Efectivamente, hace aproximadamente cinco años, la gente se preguntaba por qué estaba aumentando los indicadores de inseguridad ciudadana en Acapulco. Como no hubo respuesta, hoy esa ciudad se encuentra en el tercer lugar de las urbes más inseguras del mundo. Pasó de un ser una ciudad paradisíaca a un infierno.
Como existe un mercado libre, cualquier organización puede entrar para disputar el mercado de la cocaína. Esta situación indica la diversidad de estilos y técnicas de tráfico y, por tanto, del manejo violento del negocio. Cada organización busca controlar el territorio para generar mayores ganancias.
Cartagena, ¿cómo Acapulco?
Las primeras alarmas sonaron. De acuerdo con fuentes secretas, se encuentra en la ciudad la presencia del Cartel Jalisco Nueva Generación. Utiliza las misiones por encargo. Esto hizo crecer los índices de violencia, especialmente el homicidio en la modalidad de sicariato. Si este cartel logra su cometido, definitivamente Cartagena quedará en poder de los carteles más poderosos de Colombia y México.
Los hechos de violencia, por tanto, no son aislados. Obedece a una sistemática guerra entre carteles. Es una guerra que se intensificará hasta cuando sea uno de ellos que ejerza un dominio hegemónico. Y cuando ello suceda, ya no habría posibilidad a corto plazo de recuperar la ciudad del poder mafioso.
Sin embargo, lejos de ser pesimista, se considera que si no hay una modificación de la política nacional sobre el narcotráfico, cualquier acción que haga la Policía Nacional contra las organizaciones criminales no resolvería el problema fundamental que no solo es de Cartagena sino de todo el país. ¿Cuál es ese problema fundamental? El modelo de negocio de las drogas.
Crece el negocio
Concomitante con lo señalado, el negocio del narcotráfico prospera cada día más. Las áreas cultivables de coca se redujeron. El Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (SIMCI) de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), señaló una reducción del 7 %. Pero paradójicamente, la producción aumentó un 8%. Se pasó de 1.136 toneladas a 1.228 toneladas métricas en 2020. El monitoreo de esta oficina nos lleva a señalar que la mayoría de la cocaína consumida en los Estados Unidos proviene de Colombia.
En 2020 se produjeron unas 1.228 toneladas métricas de cocaína. Esto es un aumento de casi 8 por ciento de 1.136 toneladas el año pasado, según un nuevo informe del Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (SIMCI) de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD).
InSightCrime Informe 2021
¿Cuál es la causa de que con un área menor exista una mayor producción de la coca? Algunos expertos consultados en el monitoreo de la SIMCI señalan tres factores.
Los productores están actualizando tecnológicamente la producción. El estudio propone tres factores: (I) instalaciones de producción más grandes, (II) mejores técnicas de siembra y (II) más cocaína extraída de las hojas.
Regiones cocalera
Más del 80% de la coca en Colombia se cultiva en solo cinco departamentos, según la ONUDD. Cuatro están en regiones fronterizas remotas donde no existe Estado ni ley, Son rutas cruciales para sacar la producción. El informe dice que los departamentos de Putumayo, Cauca y Nariño se encuentran a lo largo de la frontera de Colombia con Ecuador, que se ha convertido en un punto de salida crucial para la cocaína hacia Estados Unidos y Europa.
En resumen, si el país no hace un cambio de su política de guerra contra el narcotráfico, las mafias violentas seguirán en poder del negocio y el Estado colombiano se belitaría cada día más. Cartagena, Barranquilla y Santa Marta pasarán nuevamente a ser escenario de la guerra. Así como lo fue en un tiempo cercano cuando los grupos paramilitares ejercían su autoridad. Es preciso que las autoridades hagan un estudio de la seguridad ciudadana y los factores que la han disparado para adoptar medidas inmediatas y de largo plazo.
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