Si Petro no gana la presidencia hoy ¿habrá segunda oportunidad? A estas alturas —cuando ya los cuatro candidatos a la presidencia de la República de Colombia con mayor posibilidad de ser lo más destacado de la jornada electoral depositaron sus votos— la izquierda está más cerca de ser gobierno. El reto de Gustavo Petro, Pacto Histórico, es vencer los obstáculos para lograr más del 50% de los votos en el día de hoy. Es un reto difícil, pero no imposible.
¿Habrá segunda oportunidad?
Si el Pacto histórico no gana la presidencia hoy, ¿habrá segunda oportunidad? Lo dudo. El sistema dominante está dado para perpetuarse en el poder. Petro debería obtener cerca de 10 millones de votos. Casi el doble de lo que obtuvo el Pacto Histórico en la consulta presidencial.
No obstante, el sistema político colombiano es muy complejo. Es un sistema violento y derechista. Ello también ha creado una sociedad que gira a la derecha. Aunque en los últimos años, en la medida en que el régimen neobonapartista profundiza su crisis, la derecha va perdiendo aceptación y la izquierda recupera terreno.
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El proceso de decadencia del régimen neobonapartista no ha sido pacífico. Todo lo contrario, la sociedad colombiana sigue siendo una de las más violentas del mundo. La violencia se viene degradando hasta el punto que no existe ninguna clase de fronteras políticas ni ideológicas. Todo es por el dinero, el control del narcotráfico y los negocios del bajo mundo.
¿Están dadas las condiciones para un triunfo de la izquierda?
Uno pensaría que —si bien es cierto que ese proceso de descomposición moral, política y económica sigue su curso— estarían dadas las condiciones subjetivas para la aparición de un gobernante de izquierda. ¿Hoy, están dadas esas condiciones para el triunfo inobjetable de la izquierda colombiana que lidera el Pacto Histórico?
Es muy probable que las condiciones materiales estén dadas. Pero tenemos muchas dudas que haya un gobernante de izquierda triunfante. Se puede ganar las elecciones, pero sería imposible el ejercicio triunfante del poder con una sociedad completamente radicalizada y enajenada por la violencia. Esta enajenación es producto de 200 años de conflictos armados que se repiten como si fuera una maldición, después de la independencia ante la corona española.
En otras palabras, si Petro gana su gobierno será un imposible para lograr el cambio deseado y anhelado por todos y todas. Es decir, que no será un gobierno triunfante. Ganar las elecciones es un componente del triunfo, pero no el definitivo. El ejercicio del poder es donde se demuestran las verdaderas tesis de una organización política y de sus líderes. El mero discurso es un concepto teórico del poder. Para que el discurso se convierta en poder, es imprescindible que sea asimilado por la sociedad. Así lo aceptará como suyo y facilitará el ejercicio de ese poder.
¿Y si gana Petro la presidencia?
A lo largo de la historia humana, el triunfo de la izquierda la vuelve conservadora y reaccionaria. ¿Por qué? Porque trata de conservar para sí el poder. Sus líderes se enajenan en la medida que tratan de enajenar al conjunto de la sociedad que pretende someter ideológicamente. Buscan ideas preconcebidas y pretenden imponerlas. Y los que se oponen, son apartados, desterrados y vapuleados.
¿Eso lo entiende Gustavo Petro y el Pacto Histórico? Si logra descifrar esa clave, un triunfo electoral se convertiría en un triunfo del poder de la izquierda para buscar una sociedad colombiana en paz.
Sin embargo, un triunfo de Petro en primera vuelta sin lograr más allá del 50% de los votos válidos, hará más difícil alcanzar el triunfo electoral. La meta debe ser ganar en primera vuelta, porque una segunda oportunidad es improbable. Las maquinarias de los partidos tradicionales y del Estado funcionarán para que no haya un triunfo de izquierda. Y esas maquinarias no estarán aceitadas debidamente en primera vuelta. Pero el próximo 19 de junio estarán listas para darle continuidad a un régimen que está en franca decadencia. ¿Podrá vencer el Pacto Histórico este escollo histórico?