¿Por qué se derrite el teflón del Califato? Para los Char Chaljub es un drama familiar tener a uno de los suyos en La Picota y no disfrutando de su chalet, sus autos y yates costosos como suelen hacer. El nuevo refuerzo de la defensa del «rey» Arturo Char Chaljub es el exmagistrado José Luis Barceló Camacho como figura para provocar una recusación sobreviniente contra el magistrado investigador y acusador de la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia, Francisco Javier Farfán Molina. Además, entró la ex Secretaria General de la segunda alcaldía de Alejandro Char Chaljub (2016-2019), Ana María Aljure Reales.
En consecuencia, esos dos hechos provocaron una fuerte discusión al interior de la defensa técnica que debe determinar con qué línea argumentativa enfrentarán las acusaciones de Farfán en la declaración ampliada convocada por la Corte para los días 25 y 26 de septiembre. Los Char están contra la pared. Porque saben que si el «rey» Arturo es condenado, se derretiría el teflón. Así se caería toda la estantería del Califato Daes—Char.
Sin embargo, desde el punto de vista legal y ético, Barceló y Aljure deben declararse impedidos para asumir esa defensa técnica. ¿La razón? Está probado que siendo magistrado de la Sala de Casación de la Corte Suprema de Justicia, le hizo tres importantes favores al Califato Daes—Char. En uno de esos tres hechos jurídicos —en sede de tutela, probablemente prevaricó con argumentos absurdos— arguyó que el abogado litigante, Renzo Montalvo Jiménez, ¡no tenía tarjeta profesional! Y no era cierto su argumento.
Con ese argumento falso, en sentencia de tutela de primera instancia, el 25 de agosto de 2016, rechazó la solicitud de nulidad de una acción de tutela que el Tribunal Administrativo de Cundinamarca le favoreció al alcalde de Barranquilla de aquel momento, y hoy candidato por tercera ocasión, Alejandro Char Chaljub. De esta manera, desestimó el propósito de la tutela: agilizar los procesos penales contra el acalde de ese entonces que estaban en el congelador. Presuntamente, Alejandro Char, cuando fue alcalde, celebró contratos públicos por medio de terceras personas con el fin de burlar las incompatibilidades e inhabilidades de ley.
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Montalvo denunció por prevaricato a Barceló
Por otra parte, el abogado Montalvo Jiménez se ratificó en la ampliación de la denuncia presentada contra los tres magistrados de la Sala de Casación Penal donde estaba José Luis Barceló, y de la Sala Única de Juzgamiento de la Corte Suprema de Justicia. A juicio del denunciante, los magistrados tomaron decisiones prevaricadoras dentro del proceso con radicado No 52240 donde se procesaba al Ex Senador Álvaro Uribe Vélez. En uno de los apartes se dice:
“Por consiguiente, tenemos que los magistrados de la Corte Suprema de Justicia, prevaricaron por acción al desconocer la sentencia de constitucionalidad “condicionada”, en el sentido de separar las funciones de investigar y juzgar a los congresistas, según el reglamento interno de la Corporacion al “interior” de la Sala de Casación y NO escindir las funciones de instrucción y juzgamiento al “interior de toda la Corporación”, como si lo hizo el acto legislativo N. 01 de 2018, que creo la Sala Especializada de Instrucción y la Sala Especializada de Juzgamiento en primera instancia, y dejo con funciones limitadas de “COMPETENCIA” a la Sala de Casación Penal para conocer del recurso de apelación, de la doble conformidad y actuar como tribunal de casación, sustrayéndole de sus funciones de investigar y juzgar en “unica instancia” a los congresistas”.
Ampliación de la denuncia de Renzo Montalvo Jiménez.
En conclusión. Para Montalvo, los magistrados de la Sala de Casación prevaricaron. Es decir, se apartaron dolosomente de los precedentes constitucionales al tomar decisiones manifiestamente contrarias a la ley y al ordenamiento jurídico. Se abrió investigaciones, instruyendo procesos penales en única instancia y practicando pruebas sin competencias en la Constitución. Así se configuró el presunto delito de prevaricato por acción.
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Ana María Aljure ¡al banquillo!
Por su parte, Ana María Aljure Reales, fue una de las funcionarias seriamente comprometidas en el favorecimiento de la empresa de Julio Gerleín Echeverría, Valorcon con multimillonarios contratos del Distrito. Como lo vimos en la pasada entrega, esta firma se encuentra involucrada en un presunto lavado de activos para la compra de votos, pago de políticos corruptos con dineros de la contratación pública del Distrito de Barranquilla.
Así está demostrado dentro del proceso de Casa Blanca. Precisamente, la Fiscalía llevó a juicio a Gerleín. En este proceso, Ana María Aljure debería estar sentada en el banquillo de los acusados y no en la defensa. La Fiscalía debió llamarla, pero no lo hizo. Ahora se espera que en las compulsas de copia, el juez asuma las decisiones del caso.
Es decir, al parecer, si Aljure está incurso en el delito de concierto para delinquir a fin de favorecer a terceros, ¿estará impedida éticamente para integrar ese equipo técnico de defensa del «rey» Arturo Char Chaljub?
El «rey» Arturo, el primero en coger cárcel de los Char Chaljub
Como se recordará, el «rey» Arturo es el primero de la familia Char Chaljub que recibió una orden de captura, y en coger cárcel. Y en La Picota, que no es lo mismo. El tercero del Califato Daes—Char de coger cárcel. El primero fue José Manuel Yuyo Daes Abuchaibe. El segundo, David Char Navas, hijo de Jabid Char Abdala sobrino de Fuad y primo hermano de Arturo y Alejandro. El primero, por ser miembro del Cartel de Cali. El segundo, por aliarse con los escuadrones de la muerte de Barranquilla y el Atlántico que asesinaron a más de 500 personas de Barranquilla y el Atlántico.
¡Atención! Un caso curioso. Alejandro Char Chaljub, es el que, al parecer, más ha infringido la ley, ya como contratista, ya como gobernador o alcalde, Pero ¡no le pasa nada! ¿Quieres saberlo? En la próxima entrega demostraremos su inhabilidad para inscribirse como candidato a la alcaldía de Baranquilla. ¿La ciudad estará a tiempo para rectificar o resignarse a ver a su alcalde preso en el próximo año?
Como contratista y principal socio de los Nule, se tumbaron más de $400 mil millones. El dinero resultado de sus fechorías lo traspasaron, mediante jugada chueca, a Serfinanza. Cuando la Superintendencia de Sociedades los intervino con el fin de asegurar el dinero al Estado y a terceros, se encontró que el grupo económico se declaró en quiebra. Los Nule cogieron cárcel. Pero ¡Alejandro se cayó de la mata de patilla!
Mejor dicho, Alex Char se cayó p’arriba. Mientras sus socios modelaban detrás de reja, los barranquilleros lo eligieron alcalde en 2010. Esa fue la primera vez que Alejandro Char debió coger cárcel y no le pasó absolutamente nada.
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Los Char, roban, pero hacen
Cuando le sucedió el fracaso de los Nule, el contrato de construcción de las sedes regionales de la DIAN, entre otras obras de infraestructura, su papá, Fuad Ricardo, como lo quiere mucho, lo levantó cuando estaba tirado en el anden. Usó su dinero y su investidura de senador de la república. Pagó $20 mil millones a la Contraloría General para que le tumbaran la sanción que le impedía posesionarse como burgomaestre. Como buen comerciante fenicio, ese hecho lo negoció con Sandra Morelli, la contralora de la época que recibió una larga coima, al decir de una fuente. Así le regaló a Barranquilla con todos sus juguetes, incluyendo su gente. (Te sugiero que leas mi artículo de 2011: El alcalde Char al mismo tiempo es contratista).
Cada vez que sufre una derrota, se refugia en su Barranquilla donde se generalizó esta máxima: Alex roba, pero hace. Y de verdad que ha robado mucho, muchísimo. Pero la ciudad la tienen enajenada con el Junior, los Carnavales que le quitaron a los Santo Domingo, la cadena Olímpica, El Heraldo, y varias universidades. Los esclavos inútiles para el trabajo físico, son útiles, incluso, para la vida política, según Aristóteles, filósofo de la Grecia antigua. Sin que el barranquillero lo sepa, el Califato Daes—Char mantiene esclavizada a toda una ciudad. Solo le interesa el voto que compra a través de una red de Casa Blanca, como la de Aida Merlano Rebolledo y Arturo Char.
Barranquilla, bajo la tiranía del Califato
Barranquilla se formó como ciudad libre. Nunca conoció la tiranía de la colonización española. Cuando nació, se juntaron pueblos libres en un proceso de relaciones comerciales y culturales en las Barrancas de San Nicolás. Pero desde hace dos décadas, tiene un amo único: el Califato Daes—Char. La tiranía moderna tiene una forma de ejercicio: es aceptada por el subyugado.
El esclavo por naturaleza, a la manera aristotélica, es aquel que no es consciente de que está al servicio de otro hombre. Vive alienado por la ideología, la música, la política, el deportes, los medios de comunicación, la iglesia. Esta teoría filosófica, que no es de Hegel ni de Marx, fue usada por Aristóteles en La Política. Hoy, este concepto toma relevancia en la relación entre la neurociencia y la filosofía antropológica que explica el problema de la conciencia. Este es uno de los caminos para resolver la alienación y la tendencia al suicidio de la raza humana moderna.
Ese concepto lo apliqué inconscientemente en mi libro ¿Adiós a la guerra? Cinco claves para la paz al explicar el porqué nos matamos. La sociedad colombiana sufre una violencia, cuya causa — más que factores materiales— es provocada por una patología, un trastorno mental: la alienación. Este libro lo escribí en la Barranquilla de 1999. Lo publiqué en Cartagena en 2016 con motivo del acuerdo de paz con las Farc. Todo lo que predije en ese libro, desafortunadamente, se cumplió. La primera edición se agotó rápidamente. (Preparo una segunda edición).
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Se derrite el teflón del Califato y la Corte firme
El gran reto de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), entonces, es llevarse por los cuernos a una de las familias más poderosas e intocables del país. Familias que se vinieron a bien con la bonanza marimbera y cocainera, no solo en la Costa Caribe, sino en toda la nación. Son familias que hicieron posible la destrucción de la industrialización del país con una economía emergente asociada al narcotráfico, al contrabando y a la corrupción político—administrativa. Pero, también destruyeron los cimientos de la democracia con la captura, vía elecciones, al Estado para ponerlo a su voraz deseo de enriquecimiento ilícito.
El ascenso al poder de los magnates de la economía emergente tuvo su paroxismo con la victoria de Álvaro Uribe Vélez en 2002, y de su proyecto político—militar denominado Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
[Pueden leer mi libro El príncipe oscuro (escrito en 2004) que saldrá a la luz pública próximamente. Aquí hago una caracterización de este período histórico y su régimen. Un análisis para asimilar las lecciones que, aún hoy, no hemos aprendido con el concepto de Paz Total.]
La forma de liderazgo inaugurada desde 2002 produjo un populismo de extrema derecha que le quitó las banderas políticas a la izquierda y derrotó a la guerrilla. Ese liderazgo político construyó un unanimismo y concentración de facto de todos los poderes, incluso, del judicial. Pero, al caer en una crisis el régimen neobonapartista (tal es su caracterización), se abrió la posibilidad de un triunfo precario de la izquierda. Precario, porque produjo un gobierno compartido de esencia neoliberal con corte social liderado por Gustavo Petro, un hombre con una formación ideológica de izquierda.
Se derrite el teflón del Califato
El teflón se comenzó a derretir el pasado 30 de junio cuando la Corte Suprema de Justicia le imputó al exsenador Arturo Char los delitos de concierto para delinquir y corrupción de sufragante agravados por el supuesto acuerdo delictivo para comprar votos en Atlántico. Estos hechos se produjeron en octubre de 2017.
No solo tienen los testimonios de la exsenadora condenada Aida Merlano Rebolledo sino también de Rafael Antonio Rocha Salcedo, Francisco Rafael Palencia Borrero y Vicente Roger Rosanía. Ellos, además hacer parte de la UTL de la parlamentaria y de ser contratistas del Estado, participaron activamente en la campaña al senado de la política que paga una pena de 11 años y 4 meses.
Ellos declararon la forma como se puso en marcha el concierto para delinquir de los jefes y candidatos al senado y a la cámara. Fue un maquiavélico plan para comprar votos. Los testigos estrellas mencionaron la participación directa tanto de Arturo Char y varios integrantes de su familia (Alejandro Char), así como del empresario Julio Gerlein, quien era el principal promotor de la dirigente política conservadora. También se destacan las declaraciones de Edwin Martínez Salas, gerente de Casa Blanca del barrio El Golf.
Confirman participación de Arturo y Alejandro Char
Asimismo Evelyn Carolina Díaz Díaz, coordinara operativa de finanzas, constató que la campaña no solo superó considerablemente los topes electorales sino que no hubo ninguna clase de límites en los gastos. Confirmaron que los Char enviaron constantemente dineros. En este sentido, Alejandro Char apoyó en 2018 a Aida Merlano por doble interés y motivo.
“(Fue) una especie de gana-gana (…) se promocionaba políticamente a la amiga de Arturo Char, Lilibeth Llinás, y se respaldaba al mismo tiempo a la persona que mantenía una relación sentimental íntima con el alcalde de Barranquilla de la época”.
Aparte del auto de la Corte Suprema de Justicia que determinó la medida de aseguramiento.
En octubre de 2019, mientras se encontraba en la cárcel El Buen Pastor, la condenada Merlano recibió un visitante especial, al parecer, un mensajero de los Char. Se trataba del abogado Diego Muñetón. Pero, además, la Corte Suprema de Justicia debe solicitar el registro de visitas al sitio de reclusión de Aida Merlano en Venezuela.
Por otra parte, recordemos que el 19 de octubre la Fiscalía General de la Nación fijó la audiencia de imputación de cargos contra el empresario Julio Gerlein y los abogados Diego Muñeton y Antonio Deyoung. Ellos son sindicados de ofrecer dinero a la excongresista condenada para que guardara silencio y no comprometiera a los Gerleín y los Char.