Más para educación y seguimos peor
Más para educación y seguimos peor.

Cada año se invierte más para educación y seguimos peor. El gobierno del presidente Gustavo Petro nominalmente incrementará el presupuesto educativo para el 2025: $79,2 billones. Un incremento de 12,5% frente al año pasado. Tal hecho, es importante destacarlo. Pero, todo indica que se busca el ahogado río arriba. Primero, la inversión en este sector está rezagada. Corea del Sur, invierte el 10% del PIB, nuestra nación solo el 4,2%.

Si se quiere ahondar un poco más, se encuentra que el problema es más grave: el 11,5% de lo destinado es para inversión. ¿Es un problema solo de recursos o pertinencia y calidad en la inversión? Tal es la pregunta que guiará la primera entrega de este análisis.

Preguntas orientadoras

La anterior pregunta se complementa con otras. ¿Por qué tenemos una educación de pobres y para pobres si la inversión es la mejor de la historia, en atención al anuncio del gobierno? ¿Qué se hace la plata de la educación si seguimos con indicadores de resultados mediocres? ¿El Estado , los empresarios y docentes deben determinar el modelo de educación?

Al partir de estas preguntas orientadoras, este análisis busca explicar el fracaso de la inversión y del modelo educativo dominante.

La educación en Cartagena

Más para educación y seguimos peor

En el 2024 se están invirtiendo $57 billones. Lo contradictorio, la inversión es la más alta en la historia del país. Pero si la desmenuzamos, nos encontramos que el 88,5% se lo engulle la frondosa burocracia y la planta docente.

Con los escasos recursos de inversión, se debe ampliar la cobertura inicial, garantizar la formación integral, el bienestar de los docentes, la implementación del Programa de Alimentación Escolar (PAE) y el fortalecimiento de las escuelas rurales, entre otras metas.

Una de las estrategias del gobierno del Cambio es  la ‘Universidad en tu Territorio’. La iniciativa tiene como objetivo que la educación superior sea accesible sin importar su ubicación geográfica o su situación socioeconómica.

Al respecto, el Decreto 2271 del 29 de diciembre de 2023 reglamentó la nueva política de gratuidad, que garantiza el acceso a más estudiantes matriculados en programas de pregrado de las instituciones de educación superior (IES) públicas.

Pertinencia

La falta de pertinencia podría ser la causa fundamental de la crisis del sistema educativo. Pero ―en realidad― el problema es más profundo: la crisis de modelo centrada en el tener. Esto es lo que trabaja la dirección del Estado desde la constitución del 91.

Se quiere configurar una educación sintonizada con la productividad industrial comercial y el desarrollo de la tecnología. Mas, ese chico que sale formado, llega desorientado al mercado laboral. No se acopla. No entiende, porque no está sintonizado con el mismo desarrollo de la economía. Es decir, no es competente.

En otras palabras, ni siquiera responde a los resultados que se espera de una educación centrada en el tener. Se forma al humano para tener un empleo, un sueldo y una pensión. La educación dominante no forma al Ser, por el contrario, lo destruye. Lo aliena. Lo vuelve acrítico. Lo esclaviza.

Empresarios y Fecode

Portada del No 1 de la revista  Educación y Cultura de Fecode (1984)
Portada del No 1 de la revista Educación y Cultura de Fecode (1984)

Por ejemplo, el gobierno con los empresarios y Fecode ―desde una perspectiva divergente― empezaron a pensar más en el tema de la educación y a plantearse los planes decenales. No es casual que la edición No 1 de la revista Educación y Cultura de Fecode, hace 40 años, fue un análisis del profesor Jorge Engativa sobre el movimiento pedagógico. Sin embargo, la educación pública no resolvió el problema esencial: la formación integral del individuo. Ni los empresarios, ni los docentes agremiados, resolvieron el tema de la educación centrada en el Ser.

Los empresarios por la educación quieren empleados eficientes, adiestrados y moldeados. Por su parte, los maestros se dedican a defender sus derechos sindicales sin mirar la pertinencia y calidad de la educación del sujeto de derecho superior, que es el estudiante.

No es gratuito lo que sucede con la prueba Programa para la Evaluación Internacional de los Estudiantes (PISA, sigla en inglés) de la OCDE. La OCDE es una organización internacional gubernamental. Su objetivo es diseñar y promover políticas que favorezcan la prosperidad, la igualdad, las oportunidades y el bienestar para todas las personas, según su propio parecer.

La prueba que realiza, evalúa el desempeño en tres áreas de conocimiento: competencia lectora, competencia matemática y competencia científica. En estos dos últimos años ―como se sabe― a Colombia le fue como perro en misa: mal. Solo el 29% superó el nivel 2 de 5 en el 2023, tomando como referencia los resultados del 2018.

Los hallazgos

La brecha entre la instituciones oficiales y no oficiales en lo urbano es de 24,5 puntos. Con el sector rural alcanza 73,4.
La brecha entre la instituciones oficiales y no oficiales en lo urbano es de 24,5 puntos. Con el sector rural alcanza 73,4./Fundación Empresarios por la Educación.

Lo positivo, en 2023 el puntaje global promedio aumentó en 2,4 puntos respecto a 2022. Pero la brecha entre niveles socioeconómicos se amplió, al mismo tiempo, persiste la brecha entre los sectores oficial―no oficial de 31 puntos, de acuerdo al estudio de resultados realizado por la Fundación Empresarios por la Educación. La brecha entre niveles socioeconómicos se amplió. En tanto la brecha entre estudiantes hombres y mujeres creció en 1 punto, volviendo a la brecha identificada en 2021 de 8 puntos.

El Caribe: peor

Alejandro Char, alcalde de Barranquilla cree que la educación es solo de tecnología.

Si a nivel nacional estamos mal, en el Caribe estamos peor. El sector privado saca la cara por Barranquilla y el Atlántico. En la prueba Saber, de los 20 primeros colegios, 16 son privados. Los otros 4 son no oficiales, pero pertenecen a un proyecto educativo privado, como el colegio de la Fundación Humboldt. Estas 20 instituciones están lejos del mejor promedio nacional: Colegio Bilingüe Divino Niño (393). El único que se le acerca es Centro Educativo Boston Internacional con 386. De las 612 instituciones, sólo 192 lograron un puntaje superior al global nacional que fue de 257 puntos.

Más para educación y seguimos peor. Concejales de Cartagena debatieron el tema para definir más recursos a la educación.
Más para educación y seguimos peor. Concejales de Cartagena debatieron el tema para definir más recursos a la educación.

En Bolívar, por ejemplo, ninguno del sector oficial aparece entre los primeros 20 colegios de la clasificación Saber 2023. Solo 112 instituciones de 636 supera los 257 puntos, el promedio nacional.

Estos datos nos permite colegir empíricamente que estamos por mal camino en materia educativa. ¿Estamos buscando el ahogado río arriba cuando solo se piensa en recursos físicos? ¿La educación es sólo un asunto económico? ¿Es meramente una responsabilidad del Estado o necesita el concurso de los padres de familia?

Pensar la educación

Si no pensamos en una transformación de la educación, seguiremos con los mismos indicadores de escasez de la economía y del desarrollo sostenible. Si se considera que la educación es el motor del crecimiento, se debe pensar para actuar en el presente. Aunque Byung Koo Cho, director del Centro Global de Intercambio de Conocimiento y Desarrollo de Corea, manifiesta que se debe pensar en acciones y planes a largo plazo, más allá de cualquier gobierno de turno:

«En (Corea del Sur) diez años, el analfabetismo bajó del 80 al 4%».

Es un dato contundente para decir que pensar ahora para construir un futuro sostenido y de prosperidad, sería la tarea del próximo gobierno.

«La mayoría de los problemas económicos son por los problemas educativos. (…) La educación del futuro debe tener en cuenta no sólo la exigencia académica sino también la creatividad, el desarrollo de distintas habilidades y la felicidad de sus estudiantes».

Byung Koo Cho, director del Centro Global de Intercambio de Conocimiento y Desarrollo de Corea.

¿Adónde se desvían los recursos de la educación? En la segunda entrega, analizaremos la relación del presupuesto con los indicadores de resultados.

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