Todo indica que Nicolás Maduro Moro, actual presidente de la República Bolivariana de Venezuela, jurará por tercera vez el 10 de enero del 2025 en medio de un océano de dudas de su elección. Mientras la tensión nacional e internacional crece como las protestas ciudadanas en Caracas. En tanto, Corina Machado cumple lo que prometió: estar en las calles con la gente contra esta dictadura burocrática que se debilita más con esta posesión ilegítima. Podría ser el camino hacia un Estado paria, sin ninguna legitimidad internacional, sin discurso antibloqueo y un presidente ilegítimo.
De suerte que la mayoría del mundo diplomático no está dispuesta a legitimar internacionalmente a un gobierno lumpemproletario. Que para mantenerse en el poder, recurre al fraude electoral y a la represión brutal, como las viejas dictaduras militares de derecha. La consecuencia de estas decisiones burocráticas es la desolación y la vida paria que deben vivir millones de venezolanos.
Por esa razón, los progresistas de izquierda no pueden desdeñar y justificar la ilegitimidad del régimen, so pretexto de ser solidario con un gobierno similar. Tampoco se debe confundir la naturaleza de la dictadura burocrática con la propaganda trasnacional del imperio norteamericano interesado en la riqueza de Venezuela.
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La dictadura se debilita en la diplomacia
Por tanto, a Nicolás Maduro Moro, se le considera el usurpador de la Pequeña Venecia. El Ilegítimo, porque las evidencias hablan por sí solas. Las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio de 2024 se las ganó Edmundo González con el 67,08% de los votos emitidos, frente al 30,46% de Maduro. Maduro no fue capaz de publicar las actas electorales antes del 10 de enero.
Esa es el principal argumento probatorio por el que la posesión ilegítima de Nicolás Maduro despertó una fuerte inconformidad internacional, más allá de las naciones que lo respaldan o rechazan. Los gobiernos de izquierda progresista de Chile, Brasil, Colombia y México le exigieron a las autoridades venezolanas que revelen las actas del Consejo Nacional Electoral (CNE) de la dudosa elección de Maduro. Que sí lo hizo el Centro Carter en medio de una sesión especial de la OEA donde demostró que Nicolás, El Ilegítimo, perdió las elecciones.
En ese sentido, la oposición liberal se reafirmó en que había ganado las elecciones presidenciales. Consideró que fue un triunfo contundente, pese a la ilegalidad de las medidas adoptadas por el régimen madurista para impedir que cerca de 5 millones de venezolanos, residentes en el exterior, pudiesen votar. Además de la política de invalidación de los candidatos de la oposición que llevó a inhabilitar a María Corina Machado, la líder más sobresaliente de la oposición.
Petro no irá
Los países citados cercanos al chavismo, guardaron prudencia, a excepción de Chile que fue más radical. Pero estarán presentes en la posesión ilegítima a través de representantes diplomáticos. ¿Es un contrasentido? Sin duda, no lo es.
El presidente Gustavo Petro dijo que no irá. Tampoco el canciller Luis Murillo. Pero designaron la dirección de la delegación en el embajador de Colombia en Caracas, Milton Rengifo. Este le dijo a El Tiempo que existen tres razones por las cuales estarán presentes:
Uno. La convalidación de unas elecciones corresponde a las mismas autoridades de ese Estado. Dos. Hay una agenda conjunta de Colombia y Venezuela que desarrollar. Tres. Las relaciones bilaterales se están reconstruyendo después de una suspensión que perjudicó a ambos países.
Así como Colombia tiene pensado asistir a la posesión ilegítima del considerado usurpador del poder presidencial, lo tiene planeado los gobiernos de izquierda de Chile, Brasil y México. Lula y Boric son los presidentes más críticos con Maduro.
Nicolás, El Ilegítimo
El principal argumento de la oposición liberal de considerar que Edmundo González Urrutia ―exiliado en España― fue el ganador de las elecciones se basa en las actas electorales que el Centro Carter publicó el 2 de octubre del 2024.
Jennie Lincoln, es la jefa de la misión electoral del Centro Carter en Venezuela, la única organización internacional autorizada por el régimen para vigilar las elecciones del 28 de julio. En una sesión especial de la OEA, presentó las actas que el régimen nunca presentó. Esta es la causalidad de que sea una posesión ilegítima aunque tenga el aval del Tribunal Electoral venezolano controlado por el madurismo.
Son pruebas convalidadas por la OEA. Que el régimen utilice el fraude ―como las viejas dictaduras de derecha para legalizar sus gobiernos ilegítimos― señalan que la posesión de Nicolás Maduro no puede ser legitimada internacionalmente con la asistencia de las delegaciones diplomáticas. Esto es clave, porque a partir de allí se le podría tener al gobierno venezolano como una nación paria con Nicolás, El Ilegítimo.
Se legitima el bloqueo
Contrario a lo que pretende la dictadura burocrática de Nicolás Maduro y Diosdado Cabello, su fin se acerca. Atornillarse en el poder mediante el fraude y la intensidad de la represión contra el movimiento social, lo debilita y lo deslegitima.
Pero también, la persistencia de Maduro en el poder, legitima el bloqueo decretado por el gobierno de los Estados Unidos y a una intervención más contundente de Donald Trump. Al respecto, el próximo presidente de Norteamérica dijo hoy:
Con la declaración se aclara que Trump reconoció a Edmundo González como presidente electo de Venezuela y no a Nicolás Maduro.
Tres caminos
La desgracia del pueblo venezolano es que esta dictadura burocrática, que apropió del poder del pueblo, tenga un final como El otoño del patriarca, de Gabriel García Márquez.
Con el escenario nacional e internacional, se afianzará la solidaridad mundial con el pueblo venezolano. De hecho para la resolución del conflicto VoxPopuli Digital identifica tres caminos.
Primero. Que en corto tiempo se produzca otro levantamiento popular con apoya de algunos sectores de las fuerzas militares.
Segundo. Que si se derrota el movimiento popular con las medidas represivas, la dictadura se marchitaría lentamente hasta descomponerse. Llevaría a Venezuela a una situación de Estado paria.
Tercera. Un acuerdo político de transición política. Se trata de que el país tenga un gobierno provisional que convoque a una Asamblea Nacional constituyente para renovar el sistema electoral, las altas cortes y reversar las reforma políticas contrarias al sistema democrático.