
¿Se retractará Rodríguez Zumaque? Una fuente de entero crédito proveniente de la capital de la República confirmó a VoxPopuli Digital que el hijastro del alto funcionario de la DIAN de Barranquilla baleado el pasado 21 de abril, se retractaría de su declaración juramentada y autenticada en notaría. En esta declaración Sergio Andrés Rodríguez Zumaque describe un entramado de corrupción y manipulación de pruebas tras el atentado a bala que sufriera su padrastro Edgardo Fernández Martínez. El funcionario con más de 30 años en esa institución, se debate entre la vida y la muerte en la clínica Porto Azul al norte de esa ciudad.
Empecemos por formular varias preguntas orientadoras de este análisis investigativo. ¿Qué fuerzas extrañas están detrás de esa posible retractación? ¿Quiénes están presionando para que el hijastro de Fernández Martínez se retracte de las graves denuncias que hizo en la declaración juramentada? ¿Fue sobornado o amenazado de muerte? ¿Este entramado mafioso es una ramificación del poder corruptor de Papá Pitufo?
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Solicitan traslado de caso

Se reitera la pregunta: ¿Se retractará Rodríguez Zumaque? Ante la presión que fuerzas oscuras están haciendo para desviar la investigación y para que se retracte el familiar del directivo de la Dian de esa declaración que es la radiografía del poder mafioso en la seccional de Barranquilla, familiares de la víctima del atentado señalaron en un comunicado público:
«Hacemos pública nuestra solicitud a la Fiscal General doctora LUZ ADRIANA CAMARGO GARZÓN, para que haga el cambio inmediato o el traslado de la investigación a la ciudad de Bogotá D.C y asignen a un funcionario del eje central, adscrito a la Unidad Nacional Anticorrupción de la Fiscalía, por obvias y lógicas razones señora Fiscal General de la Nación».
Le piden a la Fiscal General que si este proceso se mantiene en Barranquilla no solo se desviará la investigación para crear impunidad, sino que es posible que alguno de ellos resulten con otro atentado criminal. Por lo que responsabilizarían desde ya al ente investigador por negligencia, al no trasladar el proceso de manera urgente a la ciudad de Bogotá D.C.
El atentado del directivo de la Dian
Cuando el reloj marcaba las 12:30 del mediodía del lunes 21 de abril, Fernández Martínez, estaba sentado en una de las bancas del parqueadero de Makro, al norte de la ciudad. Se le vio revisar su celular en modo de espera de alguien, al lado de su auto marca Mercedes Benz, color vinotinto, de placas RGP-883. En su interior se encontraba Julio Acosta, ya que llegó con la víctima. Acto seguido llegó un sicario, caminó rápido hacia su objetivo y le propinó tres disparos con una pistola 380 con silenciador de alta precisión. Inmediatamente apareció una moto en el lugar que fue abordada por el sicario como parrillero.
Tres graves heridas sufrió la víctima. Dos en la región occipital y una en el cuello. Pocos minutos después, la víctima fue trasladada a la clínica Porto Azul ubicada en la carrera 51B vía a Puerto Colombia. Su estado es de suma gravedad.
En el lugar, estaba esperando la consabida reunión de la que su hijastro señala en la declaración jurada ante la Notaría Quinta del Circulo de Barranquilla de Cecilia María Mercado. Todo indica que Fernández Martínez estaba esperando a los participantes de la reunión: Julio Acosta, Enrique Correa y José «Papi» Poveda. Se acusa a éste último, de ser el convocante de la trampa mortal disfrazada de reunión.
A la postre, Acosta le pidió a los patrulleros los dos celulares que Fernández tenía. ¿Por qué se los entregaron si hacía parte del escenario del crimen? ¿Por qué Julio Acosta se los entregó a Enrique Correa y no a la familia de la víctima? ¿Porque Enrique Correa los devolvió a los familiares de la víctima 48 horas después del atentado? ¿Por qué Enrique Correa se llevó el carro de la víctima el mismo día del atentado y lo devolvió completamente lavado y aspirado también a las 48 horas después del atentado?
Las respuestas de esas preguntas están en la declaración juramentada de Sergio Andrés Rodríguez Zumaque entregada a la Fiscalía General de la Nación. He ahí la importancia de la retractación.
Una radiografía de la corrupción de la DIAN
El relato de Rodríguez Zumaque es muy diciente. ¿Se retractará Rodríguez Zumaque de esta declaración explosiva? Señala que los celulares del funcionario fueron recogidos por agentes de policía y entregados a Julio Acosta De la Hoz. Este, en lugar de entregarlos a las autoridades, se los entregó a Enrique «Kike» Correa. Sospecha que hubo una alteración de la información, puesto que la reunión trampa pudo efectuarla una o las tres personas con quien se iba a ver la víctima cuando ocurrió el atentado.
El hijastro del alto funcionario de la DIAN, Rodríguez Zumaque detalla que Enrique Correa confesó su participación en esquemas de corrupción dentro de la DIAN.
Por ejemplo, el pago de mil millones de pesos con la intención de lograr, sin éxito, el nombramiento de José «Papi» Poveda como director de aduanas de Barranquilla. Se menciona que Edgardo Fernández mantenía conflictos personales con José Martínez, relacionados con la incautación de mercancías valoradas en más de 1.800 millones de pesos.
Una de las denuncias del relato es que Julio Acosta mintió en su declaración a la Fiscalía, al negar conocer a José Martínez y su hijo. Según Rodríguez Zumaque, ellos mantienen relaciones de amistad. Además, señala que Enrique Kike Correa intentó sobornarlo para guardar silencio. Otro hecho grave es la sustracción y lavado de la camioneta de Edgardo Fernández tras el atentado, presuntamente para eliminar pruebas materiales.
El poder corruptor de la mafia
El poder corruptor en este caso se estructura en torno al control de la DIAN de Barranquilla como instrumento de enriquecimiento ilícito. ¿Quién recomendó a los últimos directores de la DIAN seccional Barranquilla? ¿Quién recomendó a Robinson Gutiérrez Altamar? ¿Quién recomendó a Arístides Antonio Ojeda Martínez en la Aduana Seccional? La declaración señala nombramientos estratégicos mediante sobornos. Esto demuestra un manejo mafioso de la función pública, donde se eliminan los “estorbos” mediante amenazas o atentados.
Esas preguntas están dirigidas a la fiscal Luz Adriana Camargo. Porque, si bien es cierto que las recomendaciones no se constituye en un delito por si solas, en un contexto de entramado mafioso como lo describió Sergio Andrés Rodríguez Zumaque, es deber abrir una línea investigativa sobre este asunto. De lo contrario este hecho quedaría en la impunidad.
¿Quiénes determinaron el atentado?
Si desmenuzamos la declaración juramentada del hijastro de la víctima, observaremos que existe un acuerdo criminal entre todos los sospechosos de haber organizado el atentado criminal. Todo el relato apunta a José Martínez y su hijo, Enrique Correa, y al papi Poveda, como autores intelectuales o partícipes, motivados por represalias económicas. Puesto que hubo un decomiso de mercancías por más de $1.800 millones, aportes de miles de millones para que nombraran al nuevo director de aduanas, y corrupción al más alto nivel en la DIAN para saquearla.
Siguiendo la línea narrativa del hijastro de la víctima, como cómplices en la organización mafiosa que se concertaron para delinquir, encubrir y manipular las pruebas, estarían Julio Acosta, Enrique Correa y José Poveda.
En suma, podríamos sintetizar a los protagonistas de este enredo mafioso relatado por Rodríguez:
- Julio Acosta De la Hoz: Ocultamiento y posible alteración de pruebas.
- Enrique “Kike” Correa: Manipulación de evidencias, encubrimiento, soborno.
- José «Papi» Poveda: Organización de la reunión trampa, corrupción administrativa.
- José Martínez y su hijo: Posibles autores o partícipes del atentado. Adjunto a esta entrega declaración jurada de Rodríguez Zumaque y comunicado de prensa de los familiares de la víctima.
Próxima entrega: ¿El entramado denunciado por Rodríguez tiene que ver con Papa Pitufo?