El adiós de Rafael Vergara, el popular "Dr Mangle".
El adiós de Rafael Vergara, el popular “Dr Mangle”. Foto de Aroldo Mestre-El Universal.

Rafael Vergara Navarro, el popular “Dr. Mangle”, fue un hombre controvertido. Así vivió. Así murió hoy. Perteneció a una camada de hombres y mujeres de la región Caribe que, como Jaime Bateman Cayón y Carlos Pizarro, se alzaron en armas contra el Estado. Fueron los tiempos del M-19. Estuvimos juntos en la historia de la lucha social de Cartagena. Pero también fuimos contradictores políticos.

Los dos últimos momentos que lo pude ver fue el pasado 28 de julio en Santa Marta con motivo de la cumbre del Pacto Histórico. El segundo momento fue en el Centro de Convenciones durante la asamblea de empresarios de la Andi.

Rafael Barrios Mendivil, Gustavo Petro, Daniel Prado y Carlos Rodríguez, viejos camaradas de Rafael Vergara. Foto de Jorge Rojas Rodriguez. Cortesía.
Rafael Barrios Mendivil, Gustavo Petro, Daniel Prado y Carlos Rodríguez, viejos camaradas de Rafael Vergara. Foto de Jorge Rojas Rodriguez. Cortesía.

El abogado y periodista Rafael Barrios Mendivil, compañero de trabajo y de actividades de Rafael Vergara, en febrero de 2022, lo recordó así:

A comienzos de 1980 fundamos el Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo, CAJAR, junto con el maestro Eduardo Umaña Luna, Eduardo Umaña Mendoza, María Consuelo del Rio, Daniel Medina González, Eduardo Carreño Wilches, Rafael Soto y yo.

Hay Rafa para rato.

Padre del EPA

En el último tramo de su vida fue aliado del alcalde William Dau Chamat. Los dos fueron grandes amigos. Compartían algunos gustos y disgustos. Su hija, Saia Vergara, había sido nombrada directora del IPCC. Él mismo fue asesor del director del Establecimiento Público Ambiental-EPA, entidad que ayudó a construir en la época del alcalde Carlos Díaz Redondo.

En aquellos tiempos de la administración de Díaz Redondo, Rafa estaba en todo su apogeo como ambientalista. Su visión en esta materia caía en un fundamentalismo muy ideologizante. Era como su religión. Tanto es así, que fue muy amante a la cannabis sativa. Por esta afición, probablemente, pagó con creces sus consecuencias: el deterioro de su salud pulmonar.

Como director del EPA (2001) creó, junto con Carlos Díaz, el Ecobloque. En este trajinar recibió, al mismo tiempo, felicitaciones y duros cuestionamientos. Los que lo felicitaban lo hacían porque fue un defensor de los manglares. Esto es tan verdad, que le apodaron el “Dr Mangle”. Los que lo cuestionaban, decían que era muy fundamentalista y no se atrevió a tocar a los grandes que afectaron ilegalmente los recursos naturales de Cartagena. Siempre le cuestionaron que para nada se metió contra los Araújo Perdomo, viejos aliados de su padre Rafael Vergara Támara.

“La oveja negra”

Es necesario recordar que Rafael Vergara fue la “oveja negra” de una familia acomodada de Cartagena. Estaba destinado a ser un político liberal de la extirpe de su padre, viejo terrateniente procedente de la sabana de Sucre, antiguo territorio bolivarense. Aunque tenía dos grandes fincas, el viejo Rafael Vergara Támara votó la controvertida Reforma Agraria de Carlos Lleras Restrepo, según el desaparecido Carlos Villalba Bustillo.

Mientras su padre era uno de los líderes de la política regional, Rafael Vergara se enroló en el M-19 a mediados de los 70s. Luego del holocausto del Palacio de Justicia (1986) y del proceso de paz con Belisario Betancur, en 2013, Rafael vergara escribió:

“La utópica toma y su retoma dejó al descubierto los excesos a los que conduce la guerra, la barbarie de los odios acumulados. Por su independencia o su defensa, la tercera rama del poder público fue arrollada. No hay justificación y solo existe el castigo o el perdón. La condena de los que allí estuvieron fue la muerte; a los demás nos acusaron de autores intelectuales”.

El Tiempo, 2013.

En su exilio en México vivió ese holocausto, desde donde buscó todos los medios para detener la retoma del palacio de justicia. Al final, una generación de juristas fueron exterminados por las fuerzas militares que no discriminaron entre secuestradores y rehenes. Casi todos murieron. Y los que se salvaron, algunos no sobrevivieron a los interrogatorios en las Brigadas de Institutos Militares (BIM).

Rafael Vergara, el contrincante político

En el 2007 vivimos un momento interesante. Rafael Vergara, Jorge Piedrahita Aduen (fallecido el 16 de septiembre de 2011) y este periodista fuimos precandidatos a la alcaldía de Cartagena por el Polo Democrático Alternativo que reunía a la izquierda nacional. Cada uno llegamos a esa consulta gracias a nuestros antecedentes al servicio de la sociedad.

En esa época, Vergara se había conseguido el apoyo de la dirección nacional del Polo desde Bogotá. Estaba precedido por la vieja gloria de su militancia en el M-19. Fue su carta de presentación. Los viejos dirigentes de la izquierda lo presentaban como su precandidato para la alcaldía.

En tanto Piedrahita era un veedor de renombre. Se había ganado un buen nombre con su veeduría ciudadana. Persiguió hasta su muerte la apropiación ilegal de la familia García Romero de las acciones del Distrito en la Sociedad Portuaria.

Por mi parte, fui llamado a disputarle la candidatura a la alcaldía de Cartagena a Rafael Vergara, por el reconocimiento popular de mi labor como periodista desde VoxPopuli en Radio Vigía. Recorrimos los barrios de la ciudad transmitiendo los encuentros y asambleas populares para ventilar problemas sentidos de la ciudadanía.

Rafael Vergara, candidato a la alcaldía

En tanto Piedrahita y este servidor solo contábamos con los votos independientes de delegados que habían sido elegidos popularmente. Se hicieron tres asambleas, y Vergara no pudo conseguir la mayoría reglamentaria. En la tercera asamblea del Polo, la alianza del Moir, la UP, el PC y antiguos del PDI, impusieron la figura de Vergara como candidato a la alcaldía.

Ante esa situación presenté una acción de tutela que en segunda instancia me favoreció. O sea, la candidatura de Rafael Vergara debían recogerla. Pero David Múnera y José Joche Padauí, en nombre de la dirección regional del Polo, se reunieron conmigo para llegar a un acuerdo. Les dije que simplemente había presentado la tutela para defender un derecho fundamental, pero no tenía la intención de tumbar la candidatura de Vergara.

De manera, que Vergara fue nombrado candidato a la alcaldía de Cartagena. Pero, como su nombre fue impuesto antidemocráticamente por voluntad del centralismo cachaco, su campaña fracasó. Cuando vio que no despertaba ningún interés, Rafael Vergara Navarro se unió a Judith Pinedo Flórez, y dejó colgando de la brocha a los dirigentes del Polo. En el gobierno de Judith ocupó la dirección del Tránsito Distrital donde llevó a cabo, en forma controversial, la adjudicación de un sector de la semaforización.

Un adiós al “Dr Mangle”, el espíritu del Manglar

Cualquiera que conversara con Rafael Vergara Navarro siempre debía tocar el tema de los mangles. Una vez le dije que debía hacerse una intervención racional a los mangles que están alrededor del puente Chambacú con el fin de evitar que sirviera de refugio a la delincuencia y a la indigencia. El primer caso debía ser tratado por la policía y el otro por la política asistencial del Distrito. Pero Rafael Vergara me dijo que no se podían tocar los mangles ni siquiera para mejorar la seguridad, la higiene y la protección de los indigentes que viven en cambuches. Me “tiró una carreta” que terminó con el espíritu del manglar. Y allí nació el parque que lleva este nombre. Testigo fue Carlos Díaz Redondo, quien, como alcalde, “comió de esa carreta” e hizo posible el parque que hoy se conoce como “El Espíritu del Manglar”.

En la mañana de hoy martes Rafael Vergara Navarro dejó de existir. Ya no está en este mundo. Su vida fue controversial. Sus ideas y sus acciones quedan para el juicio de los que viven. El entusiasmo por la victoria del presidente Petro, le hizo revivir sus viejos tiempos del M-19. Murió como vivió, siempre en la controversia. ¡Paz total! para Rafael Vergara, el popular “Dr mangle”, quien desde hoy se mudó para el parque de “El espíritu del Manglar”.

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