Una bola de nieve viene cayendo desde lo más alto de presidencia. De un pequeño problema doméstico como fue el robo cash money (7 mil ó 30 mil dólares) de la residencia de Laura Sarabia Torres, se convirtió en un hecho que eclipsó la importante participación de nuestro país en la Cumbre de Presidentes de Brasil. Ya salió del ámbito doméstico de la todopoderosa jefe de gabinete del presidente Gustavo Petro para ser tratado como un problema de Estado. Es una bola de nieve que amenaza transformarse en un alud presidencial de consecuencias impredecibles.
¿Por qué? El presidente le comenzó a meter mano y citó con urgencia para mañana jueves a palacio al flamante embajador colombiano en Caracas, Armando Benedetti. Éste había destinado un vuelo chárter para la niñera de Laura, Marelbys Meza, quien llegó a Venezuela a entregarle un informe de los hechos. La idea era persuadir a la trabajadora para que tomara con discreción tal situación.
¿Este escándalo se puede considerar una narrativa artificial de la realidad? ¿O es una papaya expuesta para golpear a un gobierno tan debil que un problema doméstico lo desestabiliza?
Benedetti, a Bogotá
Empero, si es un problema doméstico ¿para qué el presidente citó con urgencia a su embajador? ¿Exageración presidencial? ¿Un problema de Estado? ¡Sabrá Dios! El jefe de Estado le creerá a la persona que tiene más cerca a su corazón y, sin duda, ese no es Benedetti, por mucha evidencias que el embajador le presente. Petro le creerá más a ella que a su principal aliado que lo llevó a la victoria electoral con el apoyo de fuertes sectores de la política tradicional.
En efecto, la bola de nieve se está trocando en un gran alud que será superior a todos los anteriores escándalos protagonizados por personas cercanas al presidente Petro. Lo que comenzó como un hecho sin importancia presidencial, hoy se transformó en un pesado ambiente que sobrepasó las pequeñas intrigas y conspiraciones cortesanas. Un hecho doméstico que trascendió a una inminente verdadera crisis presidencial. ¿Será un problema de Estado?
De manera que Armando Benedetti fue llamado de inmediato a Bogotá. El presidente, probablemente, querrá escuchar la versión del embajador. No se sabe cuál será el reclamo presidencial. ¿Será por el vuelo chárter con la niñera de Sarabia? ¿O por las acusaciones que la misma Laura Sarabia le está haciendo de ser el instigador del escándalo?
La bola de nieve
Empecemos por el principio. Un robo doméstico en abril de 2023. Cash money. Dólares americanos. Una desconocida cifra. Laura Sarabia habla de 7 mil. Benedetti de 30 mil. Y es probable que la cifra sea mayor. ¿Dinero de qué y para qué? Laura respondió que era para los viáticos nacionales e internacionales. ¿Es creíble? Ella tiene un salario de $21 millones. Pero gana más del doble viaticando que quedándose en palacio. De acuerdo con el (puyar aquí) Decreto 460 de 2022, recibe cerca o un poco más de de un millón de pesos por día, porque es a precio del año pasado. Pero la cifra se duplica y hasta triplica si sale del país, como sucede en estos días donde acompaña a su presidente en la cumbre de mandatarios de Brasil. Por cada día que pasa en el país de Lula, podría recibir entre 440 y 640 dólares.
Sin embargo, si el robo es de 30 mil dólares americanos, como lo reconoció Benedetti hoy en uno de sus tuits ¿a cuántos días de viáticos correspondía esa cifra?
Según se denunció, Marelbys estuvo involucrada en una pérdida de dinero en un caso similar en el antiguo nido afectivo y familiar del embajador Benedetti. ¿Qué hizo su patrona, Adelina Guerrero, la otrora esposa del embajador barranquillero? Lo que tenía que hacer cualquier jefe de casa: despedir a la sospechosa. Por supuesto, respetando el debido proceso. Voluntariamente, la niñera de los Benedetti se sometió al polígrafo. Pero ella no pasó la prueba, a juzgar por los informes de prensa.
Un caso —que con buen tino y madurez— debió ser tratado por los canales domésticos o legales. Así como lo hizo la otrora patrona de Marelbys Meza, Adelina Guerrero Covo. Adelina perdió la suma de $5 millones y la confianza de su niñera. Si ella se sometió al polígrafo, como en efecto se sometió, fue un acto voluntario y libre de presión indebida. Pero una cosa es Adelina y otra Laura. Son dos seres totalmente distintos. ¿Será Laura arribista que se deja seducir del poder? ¿Cómo puede irse contra su antiguo jefe que la llevó de la mano a la cumbre donde se encuentra hoy? ¿Estamos ante una mujer escaladora seducida por el poder que es capaz de sacrificar a su antiguo tutor? Esto será motivo de otra entrega.
Las precisiones de Benedetti
Hoy, el embajador colombiano en Venezuela, a través de su cuenta de tuiter hizo, lo que calificó algunas precisiones a propósito del Informe Coronel de la W Radio:
«@DCoronell no hizo después de yo haber hablado con él más de una hora: @laurisarabia me llamó el 17 de abril a la 1 p.m. a decirme que estaba preocupada porque Marelbys estaba en contacto con varios periodistas, y me pidió que le ayudara».
https://twitter.com/luciotorres/status/1664096701907361792?s=20
Laura busca a Benedetti y no lo contrario.
«De ahí sale la idea de que ella se vaya conmigo a Venezuela. Es al revés: @laurisarabia me busca a mí y yo lo que hago es contratarla. Para ese momento, el problema para @laurisarabia es que se revelara la cantidad de dinero o el flujo de dinero en efectivo que había en su casa».
¿Chuzada de laura?
«Queda claro en el chat y que yo mismo envié a @DCoronell que @laurisarabia es la que me habla primero de Marelbys y de ahí yo llamo a Vicky. Es decir, es ella la que me informa que Marelbys habló con Vicky y me dice que va a salir en Semana. ¿Por qué sabía? ¿Ella chuza?»
Defender a Laura frente a las publicaciones
«En el chat, lo único cierto es que me refería a las circunstancias de ese momento en las que Marelbys se acerca a periodistas y lo que yo trato de hacer es ayudar a @laurisarabia frente a su defensa por lo que se iba a publicar. JAMÁS pedí a Vicky que no publicara nada».
El escándalo de la niñera de Laura Sarabia pica y se extiende. Mañana ya no será una bola de nieve. No se sabe qué ocurrirá en esa tensionante reunión del presidente Petro con su embajador en Venezuela, Armando Benedetti. ¿Intrigas palacinas? ¿Fuego amigo?