Miles de niños del Distrito de Cartagena están sometidos a una constante violación del derecho a la educación. Es el caso de la Institución Educativa Francisco de Paula —barrio La María—que alberga a más de 900 niños. Así como esta, son decenas que funcionan en condiciones precarias y lamentables. A pesar de que la administración de William Dau tiene los recursos necesarios, brilla por su negligencia para ejecutarlo.
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De igual manera, el Distrito tampoco ha priorizado invertirlos en una institución que, como el Francisco de Paula, funciona en un espacio reducido sin cumplir las exigencias del Ministerio de Educación. Vox Populi hizo una visita asistida a la institución para presentar este testimonio. Así como esta, realizaremos otras visitas en el casco urbano y en los corregimientos.
Violación del derecho a la Educación
La educación es un derecho fundamental. Anualmente la administración debe aumentar su cobertura y calidad en su inversión para cubrir el 100 por ciento de la población en edad escolar. Algunos profesores y, en especial, Emeterio Canaval, miembro del sindicato de Trabajadores de la Educación, sirvieron de guía al equipo de VoxPopuli Digital en la visita inesperada para constatar las denuncias de padres de familia y profesores.
¿Por qué se viola el derecho a la educación si el Distrito de Cartagena tiene los recursos suficientes para atender la situación de más de 900 niños? La Secretaría de Educación del Distrito a cargo de Olga Acosta Amel, puede y debe invertir el presupuesto necesario para que Francisco de Paula funcione como lo manda el mismo Ministerio de Educación Nacional-MEN.
Denuncian violación del derecho a la educación
Lo preocupante es que el alcalde Willíam Dau y su Secretaria de Educación, Olga Acosta Amel, carecen de la motivación de servicio social para atender a los niños más pobres de la ciudad. Algunos de los podres de familia manifestaron su preocupación por la falta de iniciativas de esta administración para atender lo social, específicamente,la educación y la salud. A una cuadra de donde se encuentra este pobre colegio, vivió toda la vida la Secretaria de Educación, Olga Amel, y por eso causa más sorpresa entre los miembros de la Junta de Acción Comunal del Sector y los mismos padres de familia.
Así como los niños del colegio Francisco de Paula, son miles de la ciudad y de los corregimientos que soportan una situación parecida.
Mientras tanto el alcalde anda faroleando sin rumbo fijo. Las adiciones presupuestales que el concejo del distrito de Cartagena le ha aprobado en estos dos años, no han servido de nada. Tampoco las vigencias futuras, porque las dejan perder por negligencia. Llama la atención que el colegio Francisco de Paula queda a 50 metros donde se crió la secretaria de Educación, Olga Acosta Amel.