La exclusión es mental. Eso demuestra el comportamiento de los líderes de la Comisión Accidental del Congreso de la República creada para estudiar el megaproyecto “Restauración de los sistemas Degradados Canal del Dique”. Todavía el nuevo gobierno y su congreso, de mayorías oficiales, no han entendido el cambio desde la práctica.
Lo anterior se constató cuando al momento de la instalación de esta unidad legislativa transitoria en el municipio de Santa Lucía-Atlántico, no se tuvo en cuenta la participación de las comunidades.
Comisión Accidental Canal del Dique
Frente al déficit de participación del Megaproyecto Canal del Dique, el congreso creó la Comisión Accidental. Su sesión demostró que había un represamiento de la participación y de la incertidumbre por falta de información.
El viernes 26 de agosto, los líderes que llegaron del Sur del Atlántico, del norte de Bolívar, y de Sucre, se estrellaron con tres barreras físicas que impidieron su participación en la sesión de la mañana. Pero más que esas barreras físicas, las comunidades se enfrentaron a los diques mentales de los dirigentes de la comisión con la mirada impávida de los congresistas del Pacto Histórico. Algunos de ellos salieron a conversar con los manifestantes. Se puede citar a Agmeth Escaff, Dorina Hernández e Isabel Cristina Zuleta. Es más, Escaff fue tajante y le reclamó al presidente de la comisión y a su propio compañero de bancada del Pacto Histórico, Pedro Flórez, de no atender el clamor de la gente que estab afuera.
El lado oscuro de la Comisión Accidental Canal del Dique
Frente a esa situación, los líderes de las diferentes comunidades del canal del Dique se concentraron frente a la institución educativa donde sesionaba la Comisión. Las intervenciones giraron en torno a la falta de democracia y de real participación. Cuestionaron el concepto de Cambio para la Vida cuando no se le daba la oportunidad de tomar decisiones respecto a proyectos que pueden cambiar su entorno y su vida. (Vea el documental).
Un megaproyecto excluyente
En realidad, la sesión de la Comisión Accidental se diseñó para deliberar a espaldas de la población. No tuvo en cuenta las consecuencias negativas del macroproyecto Canal del Dique, que ha sido diseñado por la ANI sin tener en cuenta la participación social y el licenciamiento ambiental. Solo hasta promediando la 1 de la tarde, se levantaron las tres talanqueras físicas que colocaron para que el pueblo participara en las deliberaciones. El representante a la cámara, Agmeth Escaff, del Pacto Histórico se salió de la Comisión, porque hasta las 12 del mediodía no se habían levantados esas talanqueras.
El senador conservador Efraín Cepeda Sarabia propuso que se escucharan todas las intervenciones inscritas. Así se hizo. Se abrieron las puertas de la institución educativa y a partir de la 1 se escuchó a todos los que estaban afuera del establecimiento donde sesionaba la Comisión.
Más que las talanqueras físicas, lo que se necesita es levantar las talanqueras mentales que dominan la vida cotidiana de los seres humanos y, en especial, de los políticos que ejercen el poder público. Solo así, podremos participar del verdadero cambio.