Hortensia Morales Castilla ―cartagenera de 80 años― sufrió una fisura a raíz de un accidente. Le contó su historia a VoxPopuli Digital. Pero ella desconocía que los tres meses de dolor que padece, sin que la atiendan en Coosalud, es producto de la estructura criminal de esa organización. Allí tienen embolatados $433 mil millones de la Unidad de Pago por Capitación (UPC), cuyo cerebro es Jaime González Montaño y su clan familiar. Ellos suelen pasar como exitosos empresarios. Las pruebas existentes, dicen todo lo contrario: unos esquilmadores del erario.
Este caso de Coosalud, como se sabe, es un hecho que puso al descubierto la Supersalud y la Supersolidaria y que denunció el presidente Gustavo Petro. Por esta razón, vamos a explicar cómo se tejió ese entramado donde están involucrados dos representantes de dos familias presidenciales: Los Pastrana y los Santos Calderón.
Aclaración
VoxPopuli Digital expresa un mea culpa desde el papel del periodismo para denunciar esta estructural criminal. Nosotros nacimos en 2000 en radio Vigía de Todelar, y las declaraciones de los veedores de El Pozón nunca denunciaron el nacimiento de esta estructura criminal.
Se pensaba que era un proceso solidario y comunitario, porque así lo decían sus voceros en las entrevistas. Pero lo que no sabíamos era que eran líderes sociales esclavizados por Jaime González. Se convirtieron en cómplices de este crimen que se tradujo en más muerte intrahospitalaria de El Pozón y crecimiento de los indicadores de morbimortalidad de sus propias familias. Cuchillo para sus gargantas.
Esta clase de líderes que solo piensan en su bienestar individual, deben ser denunciados por sus propias comunidades.
Cuando la crisis estructural de la salud estalló antes de 1991, el mundo político y económico dijo que el sector público no servía para administrar los recursos oficiales. Ahora que estalló en manos de los privados ¿qué podemos decir? ¿Acaso no está sucediendo lo mismo con los servicios públicos domiciliarios o la educación?
Sin ambages, la respuesta está dentro de cada uno de nosotros. Si tu formación está centrada en el tener, no importa que seas pastor o sacerdote, o gurú, tu destino es ser amo o esclavo, a la manera como lo explicó hace más de dos mil años el filósofo Aristóteles. O un poco antes, Sócrates. O los filósofos estoicos como Zenón de Citio, Epicteto, Séneca y el propio emperador de Roma, Marco Aurelio.
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El «salto cuántico» de la estructura criminal
Primero, debemos reseñar que la historia oficial de Coosalud tiene una narrativa romántica y muy social. Pero, tal narración es solo una fachada del abuso de la ley que rige la prestación del servicio de salud. Un abuso que se convierte en una opresión para la población más pobre de la sociedad.
Veamos. La cooperativa nació en El Pozón el 20 de junio de 1994, según los anales oficiales, con miembros humildes de uno de los barrios más empobrecidos de la empobrecida localidad de la Virgen y Turística de Cartagena.
Pero, el verdadero «salto cuántico» lo dio Jaime González Montaño que se convirtió en un salto al vacío del proyecto solidario. Porque el propósito personal de González estaba lejos de ser un odontólogo con servicio social. Solo ambicionaba dinero. Esta motivación ajena al propósito interior de todo buen ser humano, lo llevó a su propia desgracia. Labró su camino como lo hizo el amo y señor de SaludCoop, Carlos Palacino.
Amo y señor de Coosalud
Muy pronto, de mediocre odontólogo pasó a ser amo y señor de la cooperativa donde lo llamaron solo para que fuera asesor en la prestación del servicio de salud de uno de los grandes barrios de La Heroica. Para lograr este objetivo, compró los servicios de sus primeros aliados al interior de la organización con el fin de lograr mayorías. Se alió a políticos y empresarios del sector. Incidía sobre el alcalde y el gobernador de turno.
Como era de esperarse, muy pronto sus decisiones eran órdenes. No había ninguna oposición. Compró ―¡literal!― a casi todos los veedores del barrio. Siempre tenía en la nómina a periodistas que le servían de parlante de sus «buenas acciones sociales».
González, 5.0 Palacino
El esquema de gobierno corporativo de Coosalud EPS no tiene nada que envidiarle a SaludCoop EPS. Es la versión 5.0 de Palacino. Según fuentes financieras, se presume que a lo largo de los 30 años de existencia de la cooperativa, logró amasar la suma de $2 billones producto de sus fechorías con los dineros de la salud de los más pobres. El valor de la Unidad de Pago por Capitación (UPC) para el año 2024 es de $1.444.086 para el Régimen Contributivo y de $1.256 para el Régimen Subsidiado. Según, el Informe Corporativo de 2024, Coosalud recibió en el 2023 la suma de $4,67 billones. ¿Cuántos se fueron para las arcas particulares del Palacino 5.0? Eso es incalculable.
Por tanto, si creíamos que con Medimás EPS el sistema de salud había caído al fondo de la crisis estructural, estábamos muy equivocado. ¿Qué quiere decir esto? Que Palacino es un enano frente a González. El «salto cuántico» de González, para la cooperativa Coosalud se convirtió en su desgracia. ¿Por qué? Porque la tal cooperativa no existe desde cuando entraron a prestar el servicio de salud. Solo existe de papel, según la denuncia que hizo hace dos días la directora de Supersolidaria, María José Navarro Muñoz.
Si uno esculca en los papelitos de Coosalud, se puede dar cuenta de la realidad de su existencia. En su primer informe corporativo (2018), el presidente ejecutivo, Jaime González, le dijo a sus asociados:
«Pasamos de actuar únicamente en el sector salud a través de la EPS, a ser una cooperativa multiactiva. Uno de los negocios clave bajo la nueva estructura sigue siendo la EPS, que va acompañada de otros negocios que en el futuro fortalecerán el grupo. Este fortalecimiento se verá reflejado en el bienestar de los asociados».
Claro, uno de los negocios clave era ser EPS, puesto que a través de esta figura extraía sin compasión los dineros destinados para la vida de los más pobres. En tanto que una buena salud es vida para la gente, una mala salud es muerte. Pero si el paciente de alto costo muere más pronto, todo ese dinero que la ley destina para ello ($4 billones), le queda a los dueños de la EPS.
La estructura criminal
¿Qué dice la lógica de seres humanos como González? Que entre más muertes intrahospitalaria exista, más ganan ellos. ¿Perversidad? Si, mucha perversidad que es la determinante del «fallo del mercado», como dicen los expertos economistas. Esta es la esencia del problema de la salud y del servicio público y de la propiedad privada.
El 90% de Coosalud EPS S.A. pertenece a Coosalud Cooperativa Multiactiva, de este porcentaje, 49% se pone a disposición de potenciales inversores.
El objetivo aspiracional de Coosalud EPS ―dice el citado informe― es:
«Ser una empresa de clase mundial» y para ello afrontará su gestión poniendo el foco en cinco objetivos:
Desde que en 2018 dieron el «salto cuántico» ―que se convirtió en un salto al vacío― incorporó a Luis Fernando Caicedo, como vicepresidente de la junta directiva de Coosalud EPS S.A. Su experiencia en el sector es llamativa: gerente jurídico de la liquidada Coomeva EPS.
En efecto, Caicedo probablemente diseñó el escudo jurídico para garantizar impunidad. Vincularon a dos pesos pesados del poder real de Colombia: Jaime Pastrana Arango (hermano del presidente Andrés Pastrana) y Rafael Santos Calderón, hermano del exvicepresidente Rafael Santos y primo del expresidente Juan Manuel Santos Calderón.
A diferencia de Carlos Palacino ―el cerebro de la fallida Coosalud― González Montaño quiso batear en las grandes ligas con la crema y nata del poder político y económico del país . Encontró el sesgo a la unificación de solvencia financiera de las EPS impuesto a través del Decreto 2702 de 2014 el Ministerio de Salud y Protección Social. Este actualiza y unifica las condiciones financieras de las entidades autorizadas para operar el aseguramiento en salud.
Conclusión
La Superintendencia Nacional de Salud tomó posesión de Coosalud EPS. Posteriormente, la Supersolidaria hizo lo mismo con la Cooperativa multiactiva de Coosalud. ¿Muerto el perro se acabó la sarna?
La experiencia de este periodista lo hace intuir que si no se corrige estructuralmente el sistema de salud desde el ser, desde la ética, desde los principios integrales, vamos a encontrar a un Palacino.6 más pronto que tarde.
Espere la próxima entrega: ¿Cómo Jaime González se apropió de la cooperativa? Analizaremos a sus cómplices, sin estos, no hubiese construido la estructura criminal que estamos desnudando ahora. No hubiese existido tanta muertes intrahospitalaria. Tampoco los indicadores de morbimortalidad no fuesen tan altos como sucede en la población más empobrecida que teóricamente protegía.