David Múnera de«Dr No» a «Dr Mudo». Cortesía.

David Múnera Cavadía, líder del Moir y del Polo Democrático, durante el período de la alcaldía de Judith Pinedo Flórez se convirtió en el «Dr No». Y se opuso visceralmente a que el concejal de ese partido, Henry Argel Bossio, le expresara su respaldo a la administración de Mariamulata. Ahora Múnera es un apoyo vergonzante de la alcaldía de William Dau Chamat, en cuyo gabinete, la exalcaldesa tiene más de 5 secretarios y directores de unidades. Hoy, se le conoce como el «Dr Mudo».

Henry Argel
David Múnera le hizo la jugada a Henry Argel Bossio y no le dió el aval para aspirar nuevamente al concejo.

El abogado David Múnera es un brillante líder del Polo Democrático y de su micropartido Moir. Es un profesional cabal y profesor universitario. Vive de ser asesor de varios sindicatos, entre ellos, el de los docentes del Distrito de Cartagena y Bolívar. Nunca ha litigado por fuera de su asesoría sindical. Por lo menos, no se le conoce ser miembro de algún bufete de profesionales del derecho.

Cuando el «Dr No» dijo sí

La particularidad de David Múnera es que durante su período como concejal del Polo (2012-2015) se le conoció como el «Dr No». A todo se opuso. No hubo una ponencia positiva en sus actuaciones corporativas. En sus debates de control político no tenía compasión con los funcionarios de la administración. Tampoco escatimaba esfuerzo para exigirle realizaciones.

La única actuación afirmativa de David Múnera en el poder público fue cuando le dio su apoyo al proceso eleccionario de la contralora Nuvia Fontalvo, quien terminó encarcelada junto con 8 concejales. En tanto la Procuraduría lo sancionó, en primera instancia, con 12 meses de suspensión junto con Wilson Toncel y William López. Estos recibieron una suspensión de 10 y 11 meses, respectivamente. Este proceso disciplinario probablemente está vivito y en cualquier momento puede reventar.

En esa oportunidad —para zafarse de la embarazosa situación— David Múnera dijo a los medios:

“Incluimos dos principios básicos. Uno el mérito, hicimos un concurso y otro que decía la Constitución y era que debía de darle participación y equidad de género. Consideramos que lo más pertinente era crear un terna que permitiera que de los tres hubiera una mujer, por lo menos, que garantizará la equidad de género y eso es lo que no le gusta la Procuraduría, en que hayamos incluidos una terna y que en la terna se haya colocado una mujer y esa es la razón por la que me sancionan y me parece inconcebible, inaudito”,

La decisión de primera instancia de la Procuraduría fue apelada, por lo cual no quedó en pie. Quizás éste fue el traspiés más importante que tuvo Múnera para que no fuera reelegido como concejal. Pero en el Polo Democrático se conoce a Múnera como el «Come solo», dado a que nunca tiene nada para los otros sectores políticos que componen su partido.

En efecto, cuando fue concejal, su Unidad de Apoyo estuvo compuesta por miembros de su sector político (Moir), y dejó por fuera a aquellos que pusieron la mayoría de los votos del partido Polo Democrático.

David Múnera a «Dr Mudo»

Como secretario del Interior de William Dau, David Múnera no ha dado bola. En estos 60 días, las veces que intentó actuar debió retractarse, como usualmente lo hace su jefe Dau, quien lleva 60 retractaciones en 60 días.

Por ejemplo, cuando tuvieron «la brillante idea» de cerrar Playa Blanca, al poco tiempo debieron retractarse. Es como cuando en tu casa tienes un problema en el inodoro. Lo más fácil, aparentemente, es clausurar su uso. ¿Dónde vas a hacer tus necesidades fisiológicas? Claro, se les convirtió en un problema mayúsculo, y forzosamente debieron reabrir las playas.

Al profesor David Múnera no le va bien. Es probable que no se sienta cómodo. Nunca se le ve defendiendo a su jefe, el hoy «Retractor». Su silencio sepulcral se manifiesta en todas las retractaciones. Parece que su espíritu opositor, ya cansado, se haya desaparecido, quizás atragantado de tanta burocracia que le significa ser Secretario del Interior del Distrito de Cartagena.

Por esa razón al otrora «Dr. No», por su actuación administrativa lánguida, se le conoce en los mentideros políticos como el «Dr Mudo». Su silencio es diciente y vergonzante.

El «Dr Mudo» y la «Zarina»

La zarin
La «Zarina» no contó con el apoyo de David Múnera ni de Marta Carvajal. Cortesía.

Un capítulo digno de analizar del silencio de David Múnera es el debate del concejo del Distrito de Cartagena contra la «Zarina anticorrupción» de Dau, pasó de agache. No dijo esta boca es mía. No lo dijo ni lo dirá. Ramírez fue crucificada por los concejales, porque Dau no sabe dónde está y cuenta con un gabinete mediocre sin capacidad de liderazgo. ¿Por qué Múnera no acompañó a la novata y primípara Lidy Ramírez para darle jerarquía a la administración que representa?

Diana Martínez Berrocal, quien en sus columnas de opinión daba cátedra de cómo administrar la cosa pública (hablaremos en otra oportunidad de su actuación), es un cero a la izquierda. Los poderes que antes tenía la Secretaría General, la redujeron a ser una secretaría cascarón. Le quitaron la mayoría de sus facultades para concentralas en el despacho de William Dau, según el decreto No 092 de 2020.

El brillante expositor político, David Múnera, dejó sola a la «Zarina» Ramirez. El «Dr. No» no quiere quemarse. Sus excompañeros de Corporación saben cuál es su lado débil. Probablemente lo cuestionarían de ser doble moral. Fue visceral opositor de Mariamulata y ahora convive con las fichas de éstas para sostener a un gobernante insostenible.  Quizás le enrostren su relación con el exalcalde Quinto Guerra, quien finalmente hacía los arreglos políticos luego de un fuerte debate donde Múnera llevaba la batuta. O también le sacarán los trapitos al sol de su papel durante la elección de la contralora distrital Nuvia Fontalvo.

La soledad de Lidy Ramírez

MARTA CATALINA CARVAJAL HERRERA
Marta Catalina Carvajal Herrera, no tuvo compasión con Lidy Ramírez, y le dijo la verdad a un alcalde dudoso: no reúne los requisitos de ley.

A Lidy Ramírez la crucificaron los concejales, no hay duda. Carlos Barrios, concejal de Cambio Radical, no tuvo compasión. El secretario del Interior, transformado ahora en un apoyo vergonzante de Dau, no dijo una sola palabra en el debate contra la «Zarina anticorrupción». Los concejales, entonces, la acribillaron, la sometieron a un viacrucis y luego la crucificaron.  No tuvo salvación.

Se esperaba que la jefe de Talento Humano, Marta Carvajal, le iba a mandar un salvavidas. Pero lo que le envió Carvajal fue una carga de profundidad al recomendarle al Retractor Dau revocar su nombramiento. ¿Por qué?

«(Porque) no aportó certificado que permitiera determinar con certeza la fecha de terminación académica de su pregrado, dando lugar a la no verificación del requisito de experiencia exigido por el manual de funciones vigente» (Concepto de Marta Carvajal).

Quince días después, como suele hacer en estos 60 días, el Retractor anunció a través de comunicado de prensa una de sus retractaciones más significativas, revocar el nombramiento de la «Zarina anticorrupción»:

«Previo consentimiento de la asesora (Lidy Ramírez), procedí a revocar su nombramiento».

Este hecho, además de tener un alto costo político porque es la columna vertebral de la lucha contra los «malandrines», le sobrevendrá varias investigaciones de carácter disciplinario por un nombramiento irregular, es decir, sin el lleno de requisitos. A la luz del Artículo 35, numeral 18, del Código Disciplinario se prohíbe:

«Nombrar o elegir, para el desempeño de cargos públicos, personas que no reúnan los requisitos constitucionales, legales o reglamentarios, o darles posesión a sabiendas de tal situación.

Preguntas

Tengo muchas preguntas al secretario del Interior, David Múnera Cavadía.

¿Qué hará con Playa Blanca? ¿Qué planes y actividades tiene para restituir los terrenos de bajamar en poder de particulares? ¿Cómo va a combatir la corrupción incrustada en las inspecciones de policía? ¿Cómo va a intervenir a las comisarías de familia? ¿Cuándo inicia, con la gerencia del Espacio Pública, la restitución de zonas comunes? ¿Qué intervención va hacer con el Mercado de Bazurto? ¿El tema de vendedores ambulantes y estacionarios? ¿El fenómeno del mototaxismo? ¿Qué va hacer para reducir las pandillas juveniles? ¿Cómo resolverá el problema de convivencia e inseguridad ciudadana? ¿Qué planes tiene para las Jac? ¿Cómo será su relación con las Juntas Administradoras locales? ¿Cuál será su posición respecto a los terrenos donde funcionaría el colegio que donará Shakira? Y sigue la lista de preguntas.

Todo está por hacer en seguridad y convivencia. Un secretario del Interior audaz se convertiría en la estrella de una administración donde el alcalde se comporta como una oveja reculadora, jefe de un ejército de leones dormidos. Pero David Múnera Cavadía está lejos de brillar, es un león dormido, esperando que le lleven la presa para sobrevivir. El  quiere pasar de agache, aunque todos esperábamos mucho del timonel del Polo. El «Dr Mudo» brilla por su silencio ¿Hasta cuando?

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