«Podrán matar todas las flores, pero no detendrán la primavera» (Pablo Neruda)
Dos sucesos acaecieron en las últimas 24 horas del Paro Nacional. El fallido Diálogo Nacional convocado por el presidente Duque y la muerte de uno de los líderes estudiantiles, Lucas Villa. Sin duda, la violencia y el terror de estado desatado contra la rebeldía juvenil, no detendrán la primavera.
El diálogo es la mejor forma de resolver los conflictos. Empero, cuando se instrumentaliza, el diálogo se convierte en un instrumento ambivalente para detener la primavera. Así el régimen pretende detener la primavera. Lo hace combinando el diálogo con la violencia extrema contra la rebeldía primaveral.
PARO 12M
Este miércoles el Comando Nacional de Paro convocó a la gran jornada denominada Paro 12M. Es una respuesta al fallido diálogo realizado el 11 de mayo en la Casa de Nariño. Se propone no realizar ninguna transacción financiera durante 12 horas desde las 12 del mediodía este 12 de mayo.
En el #ParoNacional12M impulsamos un #ParoFinanciero
— Central Unitaria de Trabajadores (@cutcolombia) May 11, 2021
Durante 12 horas invitamos a no realizar ninguna operación financiera, ni presencial ni virtual en Bancos, compañías de seguros, fondos de pensiones y cesantías. pic.twitter.com/VaehhqRmQh
No detendrán la primavera
Pero la primavera llegará a Colombia más temprano que tarde. Son 39 muertos asociados a la violencia estatal que ha dejado este movimiento, según las organizaciones de derechos humanos. La Defensoría del Pueblo habla de 28. Pero, sea la cifra que sea, un solo muerto bastaría para que el pueblo revoque el mandato de sus tiranos.
El presidente Duque está usando el diálogo nacional para detener el Paro Nacional. Eso fue lo que hizo el 10 de mayo. Solo quería detener el movimiento ascendente del pueblo colombiano. La extremada violencia no ha podido detenerlo.
Duque solo busca darle supervivencia artificial al régimen neobonapartista. Un régimen que ha infligido 20 años de violencia y pobreza desde los aparatos del Estado. En nuestro libro «¿Adiós a la guerra? Cinco claves para la paz» desarrollamos la teoría política de la violencia alienante. Dijimos que la dominación de las élites colombianas se ha dado a través de la combinación dialéctica de un discurso ambivalente y retórico con una violencia sistemática.
Un diálogo instrumentalizado
Ir a la Casa de Nariño no fue un error. Es lo que un demócrata debe hacer. Pero el instrumento más importante que tiene el movimiento es el movimiento mismo. No se puede desmovilizar si el diálogo no produce frutos.
Las jornadas de abril y mayo crearán precedentes para el movimiento social colombiano. La primavera de la rebeldía social recorre hoy a Colombia. El estallido social que produjo la imposición de una Reforma Tributaria injusta y empobrecedora creó el sendero de una revolución pacífica, cuyo motor principal es la juventud escolarizada.
Esa juventud aprendió de este encierro obligatorio de la pandemia del Covid-19. Una juventud que salió a las calles apoyándose precisamente en los medios digitales que el régimen ha venido boicoteando. Por ejemplo, el bloqueo de internet en Cali y en otras partes del país.
Las exenciones crean desigualdad
Este Paro Nacional fue la segunda fase de un movimiento que se había iniciado en noviembre de 2019. En aquella época la misma burocracia se lo entregó a Duque creyendo en sus falsas promesas.
El ejecutivo creó exenciones a los grandes empresarios con la justificación de que ello aumentaría el empleo. ¡Falso! Ello profundizó el hueco fiscal con $22 billones que significaron las exenciones a los grandes empresarios. Es decir, lo que se esperaba recaudar de esa fallida reforma tributaria. El desempleo cayó a 14.5%.
El panorama de Colombia no es nada diferente a la de Latinoamérica. Según la CEPAL
«Como consecuencia de la fuerte recesión económica en la región, que registrará una caída del PIB de -7,7%, se estima que en 2020 la tasa de pobreza extrema se situó en 12,5% y la tasa de pobreza alcanzó el 33,7% de la población». (CEPAL)
Por su parte Fedesarrollo manifiesta:
«Con lo que pasó en los últimos seis meses y con lo que seguiremos viendo, la pobreza llegará a 49%, eso indica más o menos que ahora vamos a tener 10 millones más de pobres: 4 millones como resultado de la actualización de la línea y 6 millones como resultado de la pandemia». (Entrevista a Jairo Nuñez de LR).
No detendrán la primavera de abril
El movimiento de esta primavera de abril y mayo llegó con mucha más fuerza de lo que se sospechaba. Incluso, sus líderes no tenían idea de que por dentro había un volcán en proceso de erupción. Solo bastaba un detonante. Y esa mecha fue la Reforma Tributaria de Duque, Carrasquilla y el FMI que le explotó en la cara al presidente.
Es decir, que la primavera de abril puso al descubierto la hipocresía de las élites dominantes y, al mismo tiempo, la debilidad de los líderes de la izquierda alternativa Coalición de la Esperanza y Pacto Histórico. Esa izquierda alternativa solo piensa en su cretinismo parlamentario sin saber que vienen legitimando un régimen cruel y tirano.
La lucha del pueblo continuará. Dolorosamente los muertos y los daños materiales también. Es un problema de la ciudadanía que reclama justicia social y libertad para vivir. No se puede vivir libremente con el estómago vacío.
Mañana miércoles 12 de mayo se tiene previsto otra jornada de protestas centralizadas. Desearíamos que fueran pacíficas. La dirigencia debe ser dura contra los violentos. Por eso, parafraseamos la poesía atribuida a Pablo Neruda “Podrán matar todas las flores, pero no detendrán la llegada de la primavera”.