Falsedad pública. Demasiadas mentiras presentó en su rendición de cuenta el alcalde de Cartagena William Dau Chamat. La verdad: la corrupción sigue campeando en el Distrito. No presentó un solo hecho de anticorrupción. Su zarina anticorrupción, Lidy Ramírez, duró lo que dura un merengue en la puerta de un colegio. Su breve gobierno pasará a la historia por inmoral y negligente.
Dau el jefe de la nueva banda
El informe trató de bandido al alcalde Dionisio Vélez. Es su consabida salida hipócrita, inmoral y cínica para distraer a la opinión pública. Su Secretaria General, Diana Martínez Berrocal, fue la misma escudera del «bandido de Dionisio», como dijo él. Era el puente entre la alcaldía y el concejo. ¿Acaso el nuevo jefe de la banda es el propio Dau?
En realidad, eso es lo que quiso dar a entender en su forma particular de discursear con su vocabulario coprológico. ¿El capo de la nueva banda en el concejo es William Dau Chamat? ¿Es el jefe del cartel del Covid—19?
Su pelea con el concejo fue una distracción. Algunos pendejos le creyeron. Lo dijimos claramente en el artículo «Respétenme, trúhanes (…) maricas, hijueputas», el alcalde a los concejales. ¿Se la fumó verde? También pueden leer el análisis en Dau peligro ambulante: Lanza cortina de humo para esconder su corrupción. A los pocos días concejales y alcalde comían en el mismo mantel. «Los concejales corruptos» le acaban de aprobar por unanimidad su mediocre plan de desarrollo «Salvemos a Cartagena».
No lo toman en serio
De los analistas y líderes consultados, nadie vio su informe en directo. La gente pensante ya no lo quiere escuchar. Tampoco lo quiere ver en sus «en vivo». Dicen que es pura charlatanería. Por ejemplo, consulté al periodista Germán Teherán, me dijo que prefirió ver nuevamente el partido del Mundial de Fútbol 90 Colombia-Alemania. Ni siquiera los periodistas estuvieron al tanto de la rendición de cuentas del alcalde William Dau Chamat.
Jacqueline Perea, exfuncionaria y líder política, dijo que el 80% del informe no tiene cómo demostrarlo. Consideró que el discurso de Dau fue polarizador con el fin de distraer la verdadera esencia de la administración pública. Fue una rendición de cuenta donde se dijo de todo y no se dijo nada de lo esencial.
Les confieso que yo tampoco me senté a ver al alcalde. Me aburre escucharlo. Solo lo hice en diferido. Como periodista tengo el deber de hacerle un seguimiento a ese informe para hacerle un análisis objetivo a esta administración que comenzamos a publicar después de sus 60 días.
Las Ops
Una de las grandes realizaciones que presentó Dau Chamat en su rendición de cuenta fue la reducción de las Ops. Fue el único caso «anticorrupción» que resaltó con mucho énfasis. Pero la arepa tiene dos lados. El otro lado de las Ops de Dau fue su reducción por dos razones. La primera, su negligencia. La segunda, su corrupción concentrada. Una Ops por $7.700.000 mensual a su primera dama Cynthia Amador, quien es una técnica. ¿Meritocracia? No. Es la «amigocracia» impuesta por el nuevo capo.
Dau contrató una élite de Ops con un promedio de $5 millones. Los alcaldes anteriores contrataron con un promedio de $2.5 millones. Por ejemplo, con la Ops de Cynthia Amador, Pedrito Pereira contrató a tres profesionales. Por lo menos los malandrines repartían la torta de las Ops a más personas. Los neomalandrines se la reparten entre pocos. El pudín es de ellos.
Falsedad pública
¿Quieres comprobar la falsedad pública de la Rendición de Cuentas? Abelardo Meza Herazo presentó un derecho de petición a la administración. Hizo una relación comparativa durante la vigencia fiscal 2017, 2018, 2019 y 2020 en el período comprendido de enero—abril. La información se confrontó con el portal Colombia Compra Eficiente—SECOP I. Este es el portal para la publicación de todos los contratos públicos.
Hasta el 17 de febrero Dau Chamat había contratado 1636 Ops, según Marta Carvajal de Talento Humano del Distrito. Pero (¡sorpresa!) en la Rendición de Cuentas el Tractor dice que solo contrataron 1.234, o sea, disminuyeron 1.370 Ops. Pero más rápido se coge al mentiroso que al ladrón. En la respuesta al derecho de petición de Meza Herazo, el Distrito certificó que hace tres meses el numero de Ops era de 1.636. Esto sugiere que la rendición de cuenta fue una falsedad pública. ¿Quién lo denuncia ante la Fiscalía, la Contraloría, la Procuraduría?
Los papelitos no mienten
Dau es una mentira
El balance que hicimos —antes de las medidas contra el nuevo coronavirus— lo resumimos en una serie. El primer artículo que publicamos sobre la alcaldía de Salvemos a Cartagena lo titulamos Los 60 días de Dau. Un alcalde errático en una ciudad caótica (I). El segundo: David Múnera de «Dr. No» pasó a ser «Dr Mudo». Los 60 días de Dau (II).
El informe de la Secretaría del Interior no refleja el discurso que a lo largo de su carrera política hizo su titular David Múnera Cavadía. Se vanagloria de dotar a los organismos coercitivos de medios e instrumentos para que cumplan su papel. Pero no nos explica por qué ha crecido inusitadamente las cifras de riñas, hurto y violencia en este período de cuarentena.
Cuando se hizo ese balance, Dau no tenía idea del nuevo coronavirus. Los vientos de ese virus apenas estábamos a punto de recibirlos como un portazo en nuestra cara. Las noticias las sentíamos lejanas. Para algunos era un cuento Chino.
En uno de esos artículos decíamos:
«La soledad y locura de William Dau Chamat, alcalde de Cartagena, frecuentemente se escapa —como si fuera un zombi— de su despacho al baluarte San Ignacio de Loyola a fumar. (…) La mala relación con el concejo, las numerosas reculadas, las fisuras al interior de su deleznable gabinete, lo hacen un alcalde errático en una ciudad caótica. Los 60 días de Dau son 60 reculadas, 60 errores de gobierno. El mismo Retractor es el saboteador de los 60 días de Dau».
Eso fue antes de la ola del nuevo coronavirus. Hoy, no solo se reafirmó esa tesis con su negligencia y mediocridad para tratar la pandemia y los problemas administrativos de la alcaldía sino que se confirmó su incompetencia. No tiene capacidad para abordar los grandes desafíos que tiene nuestra caótica ciudad.
El peor alcalde
Ningún alcalde que sea elegido pretende encontrar los problemas resueltos. La elección de un nuevo mandatario es la oportunidad para resolver los problemas que enarboló en su discurso. ¿Cuál fue el discurso de Dau? La anticorrupción. Y en este tema sí que le ha ido como perro en misa. No tiene un solo logro que mostrar en su Rendición de Cuenta. Quedó sin discurso.
El Tractor es el peor alcalde que ha tenido Cartagena en todos los tiempos. Demostró otra verdad. Es un bufón. Y eso le gusta a la gente con pobreza mental. Gente sin un centímetro de conocimiento y de sensibilidad frente a la situación dolorosa que vive la ciudad. Cartagena se merece este gobernante. Mientras la ciudad se derrumba, el alcalde se va de rumba. Y nos echamos a reír.
¿Hasta cuándo?
Surge una pregunta. ¿Hasta cuándo la ciudad puede soportar una alcaldía negligente, corrupta, embustera y dolorosamente criminal? ¡Son 140 hombres y mujeres que murieron en menos de 76 días! La mayoría de los muertos tienen el mismo patrón que el fallecimiento de Arnold de Jesús Ricardo Iregui. Es el taxista que pasó a la historia de ser el primer muerto del nuevo coronavirus.
Para ser exacto y justo con el alcalde, no todos los 140 muertos son producto de su comprobada negligencia. La tasa de muertos y contagiados es la más alta de todo el país y de América Latina. El informe del alcalde y de Johana Bueno, la directora del DADIS, nos dejó muchas dudas y mentiras. En su informe dijeron que hicieron reunión con Raimundo y todo el mundo. ¿Y los resultados?
Si hicieron tantas reuniones ¿dónde están los resultados? En una rendición de cuenta no se informa las cosas rutinarias de una administración pública. Se necesitan hechos resultantes de una gestión del gobernante. Por ejemplo, ¿cuántas camas UCI gestionaron y cuántas obtuvieron?
De igual manera, ¿qué resultados se obtuvo con el decreto de la primera cuarentena? ¿Lograron contener la pandemia? ¿Crearon el hospital de campaña en el tiempo estipulado? ¿Redujeron la tasa de contaminados y de muertos? ¿Qué acciones efectivas se produjeron en el Puesto de Mando Unificado del Distrito? ¿En qué lapso se aplicaron las 10 mil pruebas rápidas? ¿Cuántos pruebas PCR aplicaron las EPS en los 76 días de cuarentena? ¿Cuántas camas hospitalarias se dispusieron para Covid—19? ¿Cuántas camas intermedias?
Ninguna de esas preguntas respondió el alcalde Dau y su gabinete. Su Rendición de Cuenta fue una falsedad pública. Esto es, falsedad ideológica del documento Rendición de Cuentas. Falsedad en su contenido. ¿Lo pueden procesar penalmente? ¿Es una falta disciplinaria? ¿Es una burla a resolución judicial? Sin duda, la Rendición de Cuenta fue una falsedad pública.