Un colombiano, de lavador de platos a juez de Trump
Un colombiano, de lavador de platos a juez de Trump. (Cortesía NYT).

Si fuera un juez de Colombia, la primera parte del título podría ser frecuente por tanta decisiones judiciales que solo favorecen a los poderosos que ejercen el poder en forma legal o ilegal. Nuestros jueces y fiscales se cagan de miedo por el dinero o por la intimidación. Por el contrario, un inmigrante colombiano, que pasó de lavador de platos a juez de Trump pone a «coger gárgaras» a algunos fiscales y jueces de nuestra patria. Jueces y fiscales que venden la justicia al buen postor para salir de pobres. Y todavía se preguntan por qué salen tantos delincuentes debajo de las piedras.

En cambio, a Juan Manuel Merchán, probablemente, nunca se le ocurrió que algún día iba a ser juez, mucho menos el de uno de los hombres más poderosos del mundo: Donald Trump. Pero la vida le recompensó para mostrar su integridad ética y moral que superó el cedazo de lo material, de la escasez o de la abundancia, y del soborno. Su vida profesional trascendió la materialidad para encontrarse consigo mismo y con su ser.

Enfrentarse al poder del dinero y de la política (y del soborno), y salir indemne, es tan grande que cualquier jurista desearía ser tan exitoso como él. No solo fue una vez, sino dos veces, el juez de uno de los hombres que también podría ser el más controvertido del mundo. Nuestros jueces y fiscales, en su mayoría, no persiguen la gloria de la integridad ética y moral sino el poder del dinero.

[Esta es la antípoda del caso Merchán: ¿Fin de la impunidad de Uribe y la legión de intocables?]

[Puedes leer: “Cartel de la toga”: Libre Zar Anticorrupción]

No es el único

Desde luego, que no es el único colombiano que haya hecho carrera en la vida judicial de los Estados Unidos o de Europa. Se recuerda a la caleña Aileen Canon, quien tuvo funciones en el proceso de Mar-a-Lago, la residencia de Trump que fue allanada en agosto de 2022. Ella es jueza del distrito Sur de la Florida.

Por su parte, el jurista Fernando Mantilla, residenciado en París, socio del bufete internacional Latham & Watkings, que cuenta con una red de 2.200 abogados en 13 países y 60 áreas de práctica. También se puede citar a Eduardo Silva, socio de Dechert, se formó como jurista en la Universidad del Rosario.

Hoy, Merchán es noticia mundial porque le toca procesar al expresidente Donald Trump. Trascendió, según algunos medios norteamericanos, que un jurado de Manhattan aprobó acusar al expresidente. Dicha acusación debe conocerse el martes próximo 4 de abril. Se realizará una gran audiencia donde el fiscal acusará a Trump de varios delitos que están relacionados con pagos secretos y encubrimientos que involucra a la estrella de cine porno Stormy Daniels, que data de las elecciones presidenciales de 2016.

[Puedes leer: «Cartel de la conciliación» socava la esencia de la justicia (I)]

¿Quién es el juez de Trump?

Juan Manuel Merchan Supreme Court, New York County, Criminal Term  100 Centre Street  New York , NY 10013  (646) 386-3934 031512. Un colombiano, de lavador de platos a juez de Trump. Cortesía.
Juan Manuel Merchan Supreme Court, New York County, Criminal Term 100 Centre Street New York , NY 10013 (646) 386-3934 031512. Un colombiano, de lavador de platos a juez de Trump. Cortesía.

¿El juez de Trump nació de las élites dominantes de Nueva York? ¡No! Vio la luz en Bogotá en 1962. A los 8 años se fue para los Estados Unidos con sus padres. Seguramente vivieron la vida de cualquier inmigrante latino y, por añadidura, colombiano. Un paisano siempre es víctima de los estigmas del narcotráfico y de la corrupción. Pero Merchán aprendió a ganarse la vida desde los 9 años de vida y enfrentarse a la adversidad.

«El juez es un inmigrante que llegó a Queens, Nueva York, junto con su familia en su niñez. Con 60 años, ha ocupado altos cargos en la rama judicial estadounidense. Pasando como juez del Tribunal de Familia en el Bronx y juez interino del Tribunal Supremo del Estado. El jurista colombiano que hoy reside en “la gran manzana” ha tenido otros cargos de bajo perfil a lo largo de su vida en Estados Unidos».

Esa fue la reseña que le hizo The New York Times en 2022.

[Puedes leer: El muerto al hoyo, los Char Yidi quieren quedarse con más de $80 mil millones, la herencia de Farid Char (IV)]

El juez de Trump fue lavador, pero de plato

Así como como hay muchos paisanos lavadores de capital en los Estados Unidos, muchísimos otros prefieren ser lavadores de platos como Merchán. En efecto, el juez de Trump debió lavar chismes para ganarse el sustento en medio de la pobreza en Jackson Heights, Queens, según el New York Times (NYT).  

También nos recuerda que Juan Manuel Merchán fue el primero de seis miembros de su familia en ir a la universidad. A los nueve años ya trabajaba empujando el carrito de la compra de alimentos de clientes de supermercados a cambio de propinas. Así como lo hacen muchos adolescentes pobres en el mercado de Bazurto de Cartagena o de cualquier ciudad de Colombia. Ya adulto llegó a ser el gerente de un hotel en los turnos de la noche. Y pensar que muchos se lamentan que nacieron pobres y que sus padres no les pagaron la universidad.

En tanto que en 1994, Merchán terminó sus estudios profesionales en la Facultad de Derecho de la Universidad de Hofstra, señala uno de los órganos más importantes de Norteamérica. Se destacó como abogado y, luego como jurista. Hoy es el presidente del Tribunal de Manhattan donde probablemente ordene la detención de Donald Trump para ser procesado.

[Puedes leer: ¿Cabello le daría su «tatequieto» al zambiloco de Dau?]

Colofón: ¡Cojan gárgaras!

La primera vez que el juez Merchán se enfrentó a los Trump, le bastó 24 horas para hallar culpable a la Organización Trump de las 9 acusaciones que enfrentaban, incluyendo fraude, conspiración para cometer hurto mayor, fraude al fisco, falsificación de récord de negocios y otros delitos. Su fallo en contra obligó a esa organización a pagar 1.6 millones de dólares. Los ejecutivos de la Organización Trump, Allen Weisselberg (jefe financiero CFO) y Jeff McConney, ya se habían declarado culpables testificaron por varios días para la fiscalía.

Esta vez, según el diario Los Angeles Times, “tanto el juez como los abogados” tuvieron una tarea “sumamente difícil” al incluir en el jurado “a personas que tengan opiniones fuertes sobre el exmandatario, quien es supremamente impopular en su ciudad natal”. Ese jurado aprobó el juicio contra el expresidente Donald Trump. El 4 de abril se enfrentará al tribunal presidido por un inmigrante lavador de platos que ahora es ejemplo de un jurista probo que no se deja corromper por el poder del dinero o de la política. ¡Cojan gárgaras, juristas, fiscales y jueces colombianos!

[Puedes leer: ¿Alias «el Tractor» podría hacer trasladar a una fiscal? (I)]

Share.