¿Margarita Cabello le dará el tatequieto al zambiloco? Cabello está eredada con esta administración por la vía de los Char. Cortesía prensa alcaldía.

Cada día son más en Cartagena que esperan un «tatequieto» al zambiloco de Dau por parte de la Procuraduría y la Fiscalía. Uno de ellos es el abogado y veedor Jair Caro Villalba. Acaba de presentar otra denuncia ante la procuradora Margarita Cabello por declarar «persona no grata» a la gerente de la Andi Bolívar. Sin embargo, Cabello está más enredada  con el alcalde de Cartagena que el anterior procurador Fernando Carrillo Flórez.

La denuncia que presentó Caro Villalba se debe fundamentalmente porque además de declarar «persona no grata» a Vivian Eljaiek, ordenó por redes sociales a sus funcionarios no tener ninguna relación con la gerente de la Andi. Como lo dijimos en la primera entrega de esta miniserie, la conducta de Dau Chamat viola la Constitución y la Ley.

¿Merece un «tatequieto» el zambiloco?

La jurisprudencia de la Corte Constitucional indica que la conducta del alcalde es grave, porque ataca la dignidad, el buen nombre de las personas. La situación es más grave, además, porque el alcalde es un abogado que se supone conoce la ley. Esto comporta una violencia estructural de género, lo que agrava su conducta como funcionario público. 

El alcalde de Cartagena es indecente, le resta dignidad al cargo que ocupa, al decir de algunos entendidos. Así lo indican las faltas graves a la decencia cometidas en el ejercicio del poder. En cambio, a Campo Elías Teherán, Manolo Duque y Quinto Guerra —por menos— los sacaron de taquito de la alcaldía.

Si hacemos un análisis comparativo de esos cuatro alcaldes que la ciudad ha tenido, William Dau Chamat ha cometido más faltas que sus tres predecesores juntos. Salieron de Teherán por no aplicar el principio de planeación. «El alcahueta de los corruptos», Fernando Carrillo, suspendió a Manolo por las «irregularidades en el seguimiento y control a las construcciones de la ciudad». A Quinto «el Efímero» el Tribunal Administrativo de Bolívar lo tumbó en el primer asalto por una Ops en la gobernación.

A espera de un «tatequieto» al zambiloco

Jair Caro Villalba, el veedor que pretende darle su «tatequieto» al zambiloco.

El «tatequieto» al zambiloco no se lo han dado. Contrario a ello, los organismos de control son permisivos. Fue elegido siendo accionista de Aguas de Cartagena creando una ventaja sobre los demás candidatos. El Tribunal de Bolívar se ríe de eso. Desobedeció de mala gana la orden de demoler el edificio de Aquarela, y Carrillo se calló.

Además cometió otras evidentes irregularidades. Contrató con sobrecostos del 300 por ciento los insumos para el Covid—19, un litro de gel en $49.000, cuando la gobernación lo compró en $28.000. Compró 10 mil pruebas rápidas que nunca llegaron. Pero sí recibieron su comisión, según fuentes de entero crédito. Y la Fiscalía y la Procuraduría lo sabe. Y callan.

¿Por qué esa entidades no han actuado? En algunos mentideros políticos señalan que Fernando Carrillo no actuó porque tenía amigos suyos en la administración William Dau. Uno de ellos era el jefe de prensa Tadeo Martínez, quien trabajó en el despacho del Procurador antes de ser parte del gabinete distrital.

Algunas personas creen que Fernando Carrillo no se atrevió a darle un «tatequieto» al zambiloco por intereses particulares. Es decir, le sirvió de alcahueta a Dau, con quien se reunía y se tomaba fotos permanentemente. En algunos medios políticos señalan que el procurador Carrillo se desatendió de Dau luego de que éste le adjudicara a dedos los $19.990 millones del PAE a la comisionista Comiagro S.A. de la Bolsa Mercantil. Al parecer, Carrillo ayudó para que el Distrito cambiara de comisionista. El anterior era Comfiagro S.A. que fue cuestionado por tener algunas denuncias.

¿Margarita le dará su «tatequieto» al zambiloco?

Todo hace pensar que la nueva procuradora Margarita Cabello no le dará el «tatequieto» al zambiloco. ¿Por qué pensar esto? Existen dos precedentes para llegar a esa conclusión. Uno es subjetivo y el otro objetivo, es decir, un hecho real.

Margarita Cabello Blanco viene de Cambio Radical. Se indica que por esa conexión, los Char se convierten en la guardia pretoriana para garantizarle impunidad disciplinaria a William Dau. Como el alcalde no tiene límites morales o escrúpulos para negociar con quien sea y lo que sea, probablemente le ofreció gran parte de la administración a los Char. Éstos de por sí, ya tenían una presencia significativa antes de la elección de Cabello como procuradora.

Anteriormente los gremios económicos de Bolívar tenían canal directo con el procurador Fernando Carrillo, según algunas fuentes que pidieron no ser identificadas. Ellos permitieron un acercamiento con Carrillo y con el fiscal Barbosa. Incluso, esos mismos gremios promovieron procesos como los de Teherán, Manolo Duque y Quinto Guerra. Como Manolo negó la marina adyacente al Centro de Convenciones, algunos empresarios ligados a los hermanos Vargas Lleras (Cambio Radical) presionaron para que el fiscal Néstor Humberto Martínez procediera contra el alcalde Manolo.

Procuradora blandengue

Tatequieto al zambiloco
El procurador Fernando Carrillo, puro comentarios. El fue “alcahueta de los corruptos”. Cortesía.

La justicia en Colombia adolece de dependencia. Depende del buen postor. Ni siquiera de la relación política. Es un juego de intereses privados en detrimento del interés colectivo. El caso del Cartel de la Toga sustenta esta aseveración.

A raíz de una denuncia por falta disciplinaria que el veedor Jair Caro presentó contra William Dau por sus ofensas a las directivas de la Universidad de Cartagena, en diciembre 2020 la Procuraduría lo tenía a cuello corto para darle el «tatequieto» al zambiloco.

Pero en una defensa poco técnica, el abogado del alcalde Gustavo Quintero logró que la audiencia la aplazaran para el 14 de enero de 2021. Se entendía que Carrillo ya no iba a estar en la Procuraduría. El procurador parece que sufrió un ataque de moralidad en los dos últimos meses de su período. Había denunciado en noviembre que el alcalde dejó de ejecutar $88 mil millones del presupuesto para la gente pobre de Cartagena.

No obstante, vino el momento de la verdad, y la procuradora delegada Ligia Morales Amarís —que dirigía la audiencia— se la puso en bandeja a la defensa para su aplazamiento. Parece que fue un sainete de la Procuraduría. En esos momentos, algunos entendidos manifestaron su pesimismo de que se hiciera justicia disciplinaria en ese caso.

Colofón

¿Sucederá lo mismo con el caso de Vivian Eljaiek, maltratada por el alcalde de Cartagena al declararla «persona no grata»? Si la Andi prefiere sus intereses materiales que la dignidad de su gerente, no sería digna de que sea representada por una mujer que ha demostrado integridad en ese cargo. Si la Andi se para firme, le exigirá a la procuradora Margarita Cabello Blanco que también se ponga firme. Nadie puede estar por encima de la Constitución y la Ley. ¿Se atreverá a darle su «tatequieto» al zambiloco? «Amanecerá y veremos, dijo el ciego».

Colofoncito

Dau es un peligro ambulante. Esto lo predijimos en octubre de 2019. Cuando Carrillo salió, lo trató de alcahueta de los corruptos, quizás por conocimiento de causa. Fernando Carillo realmente fue alcahueta del alcalde zambiloco. Esperemos que luego no se diga lo mismo de Margarita Cabello Blanco.

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