Fue una jugada maestra de Pedrito. Tras aceptar la renuncia del gerente Bernardo Pardo y evadir el cumplimiento del artículo 36 de los estatutos de Edurbe, el alcalde (e) de Cartagena Edgar Marín, hizo que la junta directiva nombrara gerente en propiedad de Edurbe a Javier Tolosa Amarís. El nuevo gerente se posesionará el 17 de octubre, una vez se venza el plazo concedido a Pardo Ramos para que haga entrega del cargo.
Tres hechos a destacar de la junta de Edurbe realizada en la tarde de ayer jueves 10 de octubre. Primero, se modificó el orden del día para el cual fueron convocados con anterioridad los directivos. Segundo, no presentaron con anterioridad las hojas de vida de los tres candidatos para ser nombrados gerentes en propiedad de la entidad. Tercero, fue nombrado en forma express Javier Enrique Tolosa como nuevo gerente en propiedad de Edurbe.
La jugada maestra de Pedrito
Pedrito Pereira no asistió porque está de vacaciones en Estados Unidos. Edgar Marín, secretario de Infraestructura lo viene reemplazando desde el pasado 5 de octubre. En la junta Marín dijo actuar siguiendo las directices del alcalde que quiso que se nombrara un gerente en propiedad y no provisional.
Si es así, la jugada maestra de Pedrito fue obviar el artículo 36 de los estatutos que obliga a un gerente provisional mientras se provee el cargo. Se entiende que este proceso debe regirse por los principios establecidos por la función pública.
En la junta directiva, Marín dijo que el alcalde había dispuesto que se nombrara gerente en forma inmediata y para ello recibió y estudió tres hojas de vida: Karen Fernández, Nayib Tapias Niebles y Javier Enrique Tolosa Amarís.
Ninguna de las tres hojas de vida presentaron los requisitos estatutarios. No se le anexó los soportes que ellas deben tener y la junta tomó una decisión sin el lleno de los requisitos legales. Además de los 5 años de experiencia profesional, los candidatos deben tener 5 años de administración empresarial.
Como los curriculums fueron presentados sin los soportes de ley, viola lo normado en los estatutos y de la función pública. Los directivos no tuvieron la oportunidad de conocer cada uno de los candidatos y verificar la información que aparece en el formato legal que la presentaron.
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Modificación del orden del día
Con el objetivo de alcanzar sus propósitos, Edgar Marín sacó de su cubilete la carta maestra: propuso la modificación del orden del día de la junta. Ésta se había convocado única y exclusivamente para aceptar la renuncia irrevocable de Bernardo Pardo y aplicar el artículo 36.
El artículo 36 dice que en caso de ausencia temporal o absoluta del gerente titular, éste será remplazado por el secretario general o en su defecto por el director administrativo. Para obviarse este punto y blindar a Bernardo Pardo y sus aliados, Marín propuso la modificación sustantiva del orden del día. Se tomó la decisión de cambiar el orden del día y se procedió la reunión.
Un sector de los miembros directivos se sorprendió porque el orden del día de la junta no aparecía el punto de elección de gerente en propiedad sino un gerente encargado, tal como lo establece el artículo 36 de los estatutos que rigen la vida orgánica de Edurbe.
En el orden del día, como lo informamos en la anterior entrega, no estaba contemplado la elección del gerente sino de un provisional, de acuerdo al artículo 36 de los estatutos
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Nombramiento sin el lleno de requisitos
El tercer acto de la jugada maestra de Pedrito, actuando a través de Marín, fue escoger a Javier Enrique Tolosa Amarís, abogado de los tres que estaban en su cubilete. De inmediato se le nombró y se decidió que se posesionara después del 16 de octubre, fecha en la cual le dieron plazo a Bernardo Pardo para que dejara el cargo.
Tras estas tres acciones controversiales, la directiva María Teresa Vergara hizo salvamento de votos y presentó objeciones de lo actuado por el presidente encargado de la junta directiva de Edurbe, Edgar Marín.
La actuación de los directivos que ejecutaron la jugada maestra de Pedrito puede comportar consecuencias penales y disciplinarias. Penales, puede configurarse el delito de prevaricato por omisión o extralimitaciones de funciones. Disciplinarias, se puede dar cuando se presentó una falta grave al suscribir un nombramiento sin los requisitos legales.
Pero más allá de blindar a Bernardo Pardo y sus amigos internos y externos, Pedrito Pereira busca blindarse asimismo. Las razones se las explico en la próxima entrega. El Edurbe tiene muchos litigios de tierras que particulares se han apropiado ilegalmente y que no quieren devolver.
Esa fue la jugada maestra de Pedrito.