
Un mes sin ella
Cartagena es una ciudad que lo ha visto todo. Pero hay momentos en que no ver lo que importa duele más que cualquier herida.
Hoy, al cumplirse un mes de la desaparición de Tatiana Hernández, crece la preocupación ciudadana por el funcionamiento de las cámaras de seguridad en Cartagena.
La pregunta que muchos nos hacemos no es solo ¿dónde está Tatiana?, sino también ¿cómo es posible que una cámara que debía grabar su último rastro estuviera inactiva desde 2016?
No estamos hablando solo de una tragedia individual, sino de una falla colectiva. Una cámara de seguridad, ubicada justo donde se perdió el rastro de Tatiana, debió haber estado funcionando. Pero no lo estaba.
Este caso emblemático expone las fallas estructurales en la gestión de la seguridad por parte de la administración del alcalde Dumek Turbay Paz, reflejado en un hecho trascendental que nos debe inquietar como ciudad: el sistema de videovigilancia, en el que se han invertido miles de millones de pesos, no estuvo a la altura cuando más se necesitaba. https://www.cartagena.gov.co/noticias/plan-titan-24-inversion-historica-para-combatir-delincuencia-cartagena
¿Funcionan realmente las cámaras de seguridad en Cartagena?
En el marco del Plan Titán 24, se anunció una inversión superior a los 30 mil millones de pesos para reforzar la seguridad en Cartagena. Parte de ese dinero, más de 8 mil millones, se destinó al mantenimiento y modernización de cámaras de vigilancia.
Pero a inicios de este año, informes oficiales admitían que menos del 10% de las cámaras funcionaban. Y entre esas que no lo hacían, estaba la que pudo ayudar a esclarecer el caso de Tatiana.
¿Cuántas otras calles están igual de desprotegidas? ¿Cuántas veces hemos creído que nos vigilan, cuando en realidad solo hay una carcasa oxidada?
Lo que dicen los datos… y lo que dicen las calles
Cartagena tiene cifras que preocupan.
El informe de Cartagena Cómo Vamos reveló que la ciudad cerró 2024 con 411 homicidios, ubicándose como una de las más violentas del país.
El 79% de los ciudadanos cree que vamos por mal camino.
Y lo más grave: más del 50% se siente inseguro incluso dentro de su propio barrio.
Datos sobre percepción ciudadana e inseguridad en Cartagena.
https://cartagenacomovamos.org/informes-de-calidad-de-vida: La cámara que no grabó a Tatiana HernandezPero más allá de los números, está el sentimiento compartido: esa mezcla de temor y resignación que se respira en las esquinas. Un “así estamos” que empieza a doler más que el propio miedo.
¿Y mientras tanto? Se construyen obras
En paralelo, la administración distrital avanza con determinación en proyectos de infraestructura: calles renovadas, glorietas, parques, mejoras viales. Intervenciones necesarias, sin duda.
Pero una ciudad no se mide solo por lo que se pavimenta, sino también por lo que protege. Y en ese sentido, el estado actual de las cámaras de seguridad en Cartagena deja más preguntas que respuestas.
Y la seguridad —esa que no se ve en maquetas ni se corta con cinta roja— parece haber quedado rezagada en las prioridades.
La situación recuerda al modelo de gobierno de los Char en Barranquilla, donde las grandes obras de infraestructura se convierten en vitrinas políticas, mientras los problemas estructurales de la ciudad, como la inseguridad y la pobreza, permanecen sin resolver.
Nada malo con la infraestructura, claro. Pero ¿para qué sirve una vía bien pavimentada si a la vuelta de la esquina pueden desaparecer a alguien sin dejar rastro.
Una cadena que necesita vigilancia… y vigilancia que necesita control
¿Quién supervisa los contratos relacionados con las cámaras de seguridad en Cartagena?
¿Quién verifica que realmente estén en funcionamiento y no solo en los reportes administrativos?
¿Quién asume la responsabilidad cuando una de estas cámaras, clave en momentos críticos, lleva años sin operar?
La ciudadanía merece respuestas claras, y las instituciones encargadas —Contraloría, Procuraduría, Distriseguridad— tienen la responsabilidad de entregarlas.
Este no es un asunto de persecución política. Es una invitación a la transparencia y la rendición de cuentas. Porque cuando fallan los sistemas públicos, la consecuencia es mucho más que un error técnico: puede costar vidas.
Violencia en Cartagena no da tregua: cámaras fuera de servicio y refuerzos policiales sin presencia efectiva.
https://xn--nacioncostea-khb.com/violencia-en-cartagena-no-da-tregua-camaras-fuera-de-servicio-y-refuerzos-policiales-sin-presencia-efectiva/: La cámara que no grabó a Tatiana HernandezUna ciudad que piensa es una ciudad que cambia
Este no es momento para buscar culpables individuales. Es momento de mirar el sistema de seguridad pública con seriedad y sin adornos.
Lo que ocurrió con Tatiana no puede convertirse en un caso más archivado.
Cada cámara inactiva es una historia que pudo evitarse.
Cada peso invertido sin control, un riesgo que no vimos venir.
Para Tatiana, y para todas las que siguen sin ser vistas
Tatiana no está. Y la ciudad, de alguna forma, también se siente incompleta.
Pero el silencio no puede ser la respuesta.
Necesitamos vigilancia real. Necesitamos planificación con propósito de cara a lo verdaderamente importante
Y sobre todo, necesitamos una ciudadanía que se atreva a hacer preguntas y a exigir que se actúe.
Porque una ciudad que no ve a tiempo, muchas veces no llega a ver nunca.