La celeridad de la justicia: Ángel o demonio?
La celeridad de la justicia, en este caso de Gabriel Echavarría contra los Girado, nos propone esta pregunta ¿Angel o demonio?

En Colombia, la celeridad de la justicia solo es posible cuando presuntamente aparecen como víctimas poderosos empresarios o personas vinculadas al poder político. Es el caso de Gabriel Echavarría, propietario de Punta Iguana, quien presentó una denuncia penal contra los Girado por perturbación e invasión de una propiedad que está en litigio con esa familia nativa de Barú.

Los predios en disputa sirven de parqueadero en Playa Blanca, uno de los sitios turísticos de la ciudad abandonado a su suerte por parte de la administración distrital.

Acompañamiento de Vejuca

Ilustración de Erick Ujueta, director de VEJUCA sobre este caso de celeridad de la justicia.

Frente al litigio, los Girado le solicitaron a Erick Urueta, director ejecutivo de la Veeduría Judicial de Cartagena (VEJUCA) un acompañamiento al proceso penal contra Echavarría y asimismo el proceso donde éste los denuncia. Además se trata de verificar la celeridad de la justicia. Al respecto, Vicente Girado le manifestó a Vejuca:

Siento que en el proceso mo me están ofreciendo suficientes garantías. Pues observo que existe un afán y un desespero para a través de una audiencia de restablecimiento del derecho desalojarme de una posesión de buena fe, pacífica y continua que tengo de un terreno ubicado en la Isla de Barú, desde hace muchos años. La audiencia de restablecimiento del derecho inició el día 28 de enero de 2022 y continuará el día 07 de febrero de 2022. Lo que pido es que VEJUCA sea veedora de este proceso que en mi opinión no ofrece garantías suficientes.

Frente a esa petición del ciudadano Girado, Ujueta aceptó hacerle el acompañamiento para verificar si se ha vulnerado derecho alguno. Además, se trata de ejercer un verdadero ejercicio de control ciudadano.

La celeridad de la justicia

En los procesos de despojo de tierra de los nativos, es una constante que la justicia entre en moratoria para desarrollar los procesos dentro de los términos de ley. Muchos de ellos quedan archivados y sin posibilidad de que se haga justicia. Por esta razón, se espera que el debate de control político del despojo en la Costa Caribe y, específicamente, de Cartagena se haga antes de finalizar el presente período del congreso.

De igual manera, los Girado habían presentado una denuncia penal contra el empresario Echavarría. ¿Adivinen qué pasó? La denuncia contra Echavarría está en las calendas griegas olvidada, mientras el proceso que se lleva contra ellos ya lleva dos audiencias. Una que se efectúo el pasado 29 de enero y la otra que se realizará el 7 de febrero.

Gabriel Echavarría y los Girado habían realizado varias conversaciones. Una de ellas se hizo en Punta Iguana.

Echavarría frente a Girado

Tal como se informó el año pasado (Lea: «En Cartagena denuncian a Echavarría por el proceso de gentrificación rural»), Vicente Girado Julio, nativo de Santa Ana, heredero de algunos predios dejado por su abuelo, se vio en la penosa decisión de denunciar penalmente al reconocido industrial antioqueño Gabriel Echavarría. Según Girado, de los dos hermanos que heredaron las tierras de su abuelo, uno no vendió. El que no vendió se lo dejó en herencia a sus hijos. El que vendió, su comprador fue Echavarría, quien englobó la tierra comprada y la que no fue vendida. Estos predios se encuentran ubicados en Santa Ana, Barú, corregimiento de Cartagena.

Es necesario aclarar que los hermanos Robinson y Vicente Girado tenían un predio de 23 hectáreas en Playa Blanca (Barú—Cartagena de Indias) conocido como «Punta Seca». Cada hermano heredó la mitad del área, es decir 11.5 hectáreas. Robinson le vendió su parte a Echavarría. Pero éste, además de tomar lo que le correspondía, englobó como su propiedad la pertenencia del hermano que no vendió. Esta es la versión de Vicente Girado entregada a Vox Populi.

En Cartagena denuncian a Echavarría por el proceso de gentrificación rural

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