Avanza la guerra narco—paramilitar. Como si se tratará de un viaje al pasado, el Caribe Colombiano se ha vuelto nuevamente escenario de un conflicto mafioso entre distintas organizaciones narcotraficantes. Se disputan el control y dominio de las rutas del polvo blanco a punta de bala y muerte.
En esta nueva guerra figuran pequeñas y grandes organizaciones de narcotraficantes que se reacomodan constantemente. Podemos citar el Clan del Golfo, Los Pachenca, La Oficina Caribe, Los Caparros, las Disidencias de las FARC y el ELN. Se trata, sin dudas, de la peor guerra criminal en esta zona del país desde que el paramilitarismo fue desmontado. Estas organizaciones se mueven alrededor del narcotráfico, las extorsiones y el sicariato en la región.
Crece la guerra narco—paramilitar
El Clan del Golfo, organización criminal liderada por Darío Antonio Úsuga David , alias “Otoniel”, es la que tiene el poder en las principales capitales del Caribe. El teatro de operación de su actividad criminal son Cartagena, Barranquilla, Montería y Sincelejo.
Todo ese poder fue arrebatado a sangre y fuego a comienzos de la década de 2010 a la banda narcoparamilitar de Los Rastrojos. Este grupo armado surgió de la caída del Cártel del Norte del Valle. Era liderada por los hermanos Calle Serna, llamados “Los hermanos Comba”.
También sucumbieron a ese poder, otras organizaciones como “Los Paisas” y la “Oficina de Envigado”, surgidas de las desmovilizaciones paramilitares de las AUC en 2006. También hacían presencia en la Costa Caribe.
Una guerra a muerte
Actualmente se mantiene una guerra a muerte en la Costa Caribe entre el Clan del Golfo y los herederos de Hernán Giraldo con su organización criminal llamados “Los Pachenca” en la ciudad de Santa Marta. Es una guerra que tuvo pico más alto en el 2012 en medio de la expansión del Clan de los Úsuga por Colombia. En ese año por esta guerra narcoparamilitar se conocieron 213 homicidios en solo Santa Marta.
Sin embargo, una investigación de Liga Contra el Silencio —publicada en diciembre del año pasado— deja ver que luego de ese terrorífico año, el Clan del Golfo y «» están conviviendo de forma alternativa, como aliados y enemigos.
En ella han participado otros actores, como el Clan de ‘Los Musso’. Esta es una estructura narcotraficante liderada por ‘Pacho’ Musso Torres, ex-paramilitar, quién fue segundo al mando de Hernán Giraldo. ‘Los Musso’ son aliados de los “Pachenca”. Así como la estructura de Elkin López, alias ‘La Silla’, supuestamente un poderoso ‘logístico’ del narcotráfico vinculado al Clan del Golfo asentado en Valledupar .
Se reactiva la guerra narco—paramilitar
Sin embargo la guerra por el control de la Costa Caribe se fue reactivando luego de la caída de un multimillonario cargamento de drogas que terminó con el asesinato (2019) en Cartagena de Indias de un sobrino de alias “Arcángel”, jefe máximo del Clan del Golfo en esa ciudad.
Recordemos que tiempo atrás, en la misma Cartagena había sido escenario de las venganzas de estos cárteles de narcotraficantes, luego del frustrado asalto sicarial al edificio Galeón Azul en el prestigioso barrio de Bocagrande. En aquel momento sicarios de Los Pachenca intentaron asesinar a alias “Pichi”, coordinador del Clan del Golfo.
Ese sonado hecho fue determinante para que Úsuga terminara su alianza con Los Pachenca en Cartagena y Barranquilla. Amenazó con asesinar a cualquier narco vinculado a la estructura criminal comandada, en ese entonces, por “Chucho Mercancía”, abatido por las autoridades también en 2019.
Santa Marta, en la guerra narco—paramilitar
En 2020, la ciudad de Santa Marta epicentro de la lucha criminal en la Costa Caribe, vio como la guerra volvió con fuerza y, al parecer, para acabar con un ganador. El informe oficial indica que fueron contabilizados 129 asesinatos en 2020, la gran mayoría ligados a vendettas entre Los Pachencas y miembros del Clan del Golfo.
Según informes periodísticos, se realizó una reunión especial de la mafia en Santa Marta. Participaron Freddy Castillo, alias Pinocho, Norberto Quiroga, alias 5.5 y Zulma Musso, alias la “Doña” o “la Señora”, hermana del narcotraficante “Pacho” Musso. La reunión sirvió para acordar el mando de la “organización” y el control del narcotráfico en la región.
En esa reunión, según las autoridades, se distribuyeron las actividades y roles que cada uno de los mencionados asumiría para mantener el dominio del hampa y continuar a sus anchas con el negocio del narcotráfico. También los informes de inteligencia de la policía indican que alias “La Doña” asumió el control total del hampa en Santa Marta. Su objetivo es expandirse a Barranquilla y Cartagena con el fin de derrocar al Clan del Golfo.
Zulma Musso niega toda actividad ilícita, e incluso niega estar detrás de un supuesto plan para asesinar al gobernador del Magdalena Carlos Eduardo Omar Caicedo. Sin embargo, luego de sus denuncias ante la Fiscalía por calumnia e injuria, Los Pachenca lanzaron un panfleto en donde la declaran supuestamente objetivo militar.
Así como avanza la guerra narco—paramilitar, crece la incertidumbre y los indicadores de inseguridad en las tres ciudades portuarias del Caribe colombiano, Santa Marta, Barranquilla y Cartagena. Se trata de controlar las exportaciones del polvo blanco.
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