Libertad de Dasuki, ¿tráfico de la jefa del CTI?
Ana Mejía Córdoba, directora del CTI La Guajira, utilizó esta camioneta para transportar colchones y otros enseres con el fin de organizarle una suite en la oficina de la directora de Fiscalía al alcalde de Maicao Mohamad Dasuki y al exalcalde José Molina Becerra.

La libertad de Dasuki, alcalde de Maicao y del exalcalde Molina Becerra por el contrato de cerca de $3 mil millones para una pavimentación de dos calles de esa ciudad, al parecer, puso al descubierto dos actos de flagrante corrupción. Un descarado tráfico de influencia de altos funcionarios de la Fiscalía de La Guajira. Pero también, una amañada y débil acusación del fiscal Jesús Pertuz que sirvió para que los abogados de los capturados pudieran pedir la libertad de los sindicados y armar un show mediático donde se victimizaron.

Mientras agentes del CTI —llegados especialmente de Bogotá— cumplían la orden de detención de Dasuki, la jefa de ese organismo en La Guajira, Ana Mejía Córdoba, utilizó una camioneta con platón de la policía técnica para transportar colchones, sábanas y otros enseres de su casa al búnker de la fiscalía para habilitar una suite especial 5 estrellas a varios de los detenidos. Tanta es la corrupción en la fiscalía de La Guajira, que el procedimiento de capturas se coordinó secretamente desde la capital de la república.

El alcalde de Maicao, Mohamad Jaafar Dasuki Hajj, y el exalcalde de ese mismo municipio José Carlos Molina Becerra (2016 – 2019) los alojaron en esa suite de hotel 5 estrellas habilitada por orden de Mejía Córdoba. Los vecinos donde funciona el búnker de la Fiscalía en Riohacha se sorprendieron cuando la camioneta hizo varios viajes trasladando esos enseres. Esto llevó al periodismo a realizar algunas pesquisas que dieron con la verdad de los hechos.

La suite y la libertad de Dasuki Molina en la Fiscalía

A la izquierda se ve al alcalde Dasuki. A la izquierda a Oneida Pinto, exgobernadora de La Guajira, quien había sido destituida por corrupción. Ahora busca la alcaldía de Albania, de donde cumple las funciones la juez promiscua que puso en libertad a Dasuki y José Molina Becerra, de su cuerda política de Cambio Radical, la misma que es de la directora del CTI. La libertad de Dasuki.
A la izquierda se ve al alcalde Dasuki. A la izquierda a Oneida Pinto, exgobernadora de La Guajira, destituida por corrupción. Ahora busca la alcaldía de Albania, de donde cumple las funciones la juez promiscua que puso en libertad a Dasuki y José Molina Becerra, de su cuerda política de Cambio Radical, la misma que es de la directora del CTI.

Es así que se pudo establecer que Ana Mejía Córdoba ordenó al chofer de la camioneta Nissan blanca No 184 transportar los enseres al búnker de la fiscalía. Ella realizó turnos con algunos de sus servidores para cuidar a los capturados. Como es lógico, esto llevó a descuidar y desatender los deberes misionales de esos funcionarios que se pusieron al servicio de los procesados. De acuerdo con la información que VoxPopuli Digital posee, el Fiscal General puede revisar los videos captados por las cámaras del búnker para comprobar este posible tráfico de influencia de la actual directora del CTI, Ana Mejía Córdoba.

Pero también se debe establecer si actuó con la anuencia o complicidad de la directora de Fiscalía de La Guajira Diana Núñez, ya que ellas trabajan en llavería. Igualmente, deberían investigar a los otros funcionarios que participaron en este eventual tráfico de influencia.

¿Quién es la directora del CTI?

A la jefa del CTI, Ana Mejía Córdoba, se le recuerda en La Guajira porque hizo parte de la corriente política de Cambio Radical dirigida por Francisco «Kiko» Gómez. Siendo gobernador de ese departamento fue detenido en 2016. Se le condenó por tres homicidios agravados. Hoy se encuentra pagando la condena en la cárcel de El Bosque de Barranquilla. En la época de «Kiko» Gómez, la Fiscalía estaba al servicio de bandas criminales y de funcionarios y contratistas corruptos. Esta situación se complementaba con el vencimiento de términos que prevalece en los juzgados penales de ese departamento.

Existe una evidente amistad entre Ana Mejía Córdoba y los ex alcaldes Euripide Pulido y José Carlos Molina. Por ejemplo, Mejía asistía con los funcionarios de su confianza a cuantos eventos realizaba José Carlos Molina durante su alcaldía.

En el mes de septiembre de 2020, por ejemplo, Euripide Pulido y José Carlos Molina, tenían órdenes de capturas vigentes por peculado y celebración indebida de contrato. En forma sospechosa, los sindicados se enteraron de las órdenes de captura. Ana Mejía, quien era la jefa del CTI de la época, los alojó en una habitación con aire acondicionado y camas cómodas en el Gaula Militar. Esta situación llevó al director de fiscalía de la época, Franklin Martínez, apartarla como jefa del CTI. Además, el difunto Martínez pudo comprobar que manipuló varios procesos de los sindicados.

La libertad de Dasuki ¿acto de corrupción?

El alcalde Mohamad Dasuki y el exalcalde José Molina.
El alcalde Mohamad Dasuki y el exalcalde José Molina.

La detención se produjo el viernes 17 de marzo de 2023. La libertad de Dasuki se decretó al día siguiente. Luego de que la juez de garantías —muy probablemente de sus entrañas— escuchara a los capturados el sábado 18 de marzo, no impuso medida de aseguramiento a los sindicados. Esta decisión fue duramente cuestionada. La libertad de Dasuki lo puede llevar a obstruir la investigación sobre el caso del contrato por $2.947 millones suscrito en abril del 2018 para recuperar y pavimentar las calle 14 y 15 de esa ciudad fronteriza con el Estado de Zulia, Venezuela.

Los implicados

La investigación —además de implicar a Dasuki— cobija al exalcalde Molina Becerra, quien firmó el contrato y pagó el 50% del contrato sin el lleno de requisito. Según la investigación, Dusaki hizo pagos parciales bajo acta falsas. Todo esto con la complicidad de las siguientes personas que también están procesadas: Yeina Paola Pedroza Padilla, directora de Planeación; Jazmín Rivero Tatis, tesorera municipal; Johanner Alexander Manjarrez Bonilla, interventor de obra y Jacobo Nariño Aragón Amaya, supervisor.

«Labores de policía judicial evidenciaron que durante el periodo fijado para la ejecución de la obra se firmaron actas parciales con información falsa para demostrar avances que no se habían alcanzado. En ese sentido se constató que con recursos del municipio fueron pagados 772.094 millones de pesos por obras que nunca se ejecutaron».

La inspección de los investigadores al sitio de las obras comprobó que están abandonadas y en franco deterioro. Aunque aparentemente existe un acta de reinicio de obras de este 2023, no se ha movido una sola paja en el sitio. Pero el documento, que pudo ser fabricado en las 24 horas de la captura, le sirvió a una de las abogadas alegar que la detención de Dusaki era insostenible.

Peculado por apropiación y falsedad

La Fiscalía imputó a los procesados los delitos de peculado por apropiación y falsedad ideológica en documento público. Estos cargos no fueron aceptados por los imputados. La Juez Primero Promiscuo de Albania con funciones de control de garantías, Rosa Isabel Gómez Asís, acogió los argumentos de los abogados defensores y desestimó la intervención del fiscal que cometió (no se sabe si a propósito o inconscientemente) varios errores técnicos que deslucieron su argumentación. Estos errores los aprovechó la defensa para solicitar que no se le impusiera medida de aseguramiento a los procesados.

Algunos funcionarios honestos, especialmente investigadores de la Fiscalía de La Guajira se sintieron indignados. Calificaron la detención del alcalde musulmán de Maicao, Mohamad Jaafar Dasuki Hajjen, como un show de 24 horas. La directora de Fiscalía de La Guajira, Diana María Núñez Forero, es muy afines.

Las fuentes de VoxPopuli Digital allegadas a la fiscalía seccional, señalan que esta directora viene a profundizar más la corrupción que se vive en el organismo, tal como sucedió en la seccional de Atlántico. En este departamento gran parte de la fiscalía fue puesta al servicio de las mafias del narcotráfico y de la galopante corrupción político—administrativa.

¿Show o tráfico de influencia?

Los investigadores del caso arrimaron al proceso las pruebas necesarias para que el fiscal del caso se luciera. Pero, al parecer, no lo hizo. Pero lo que más tiene indignado a funcionarios honestos de la Fiscalía fue la operación relámpago para poner en libertad al alcalde y al exalcalde de Maicao. Este caso se puede configurar un tráfico de influencia.

El fiscal general, Francisco Barbosa, debe hacerse varias preguntas. ¿Por qué el fiscal Pertuz de la causa fue tan negligente para sustentar su acusación contra los procesados? ¿El acta de reinicio de obra del 2023 en qué fecha la hicieron? ¿Por qué la jefa de Fiscalía ordenó el traslado de colchones, sábanas y almohadas de su casa a la suite de hotel de 5 estrellas que le armaron a los detenidos? ¿Es esto una descarada corrupción de los funcionarios de la Fiscalía de la jefa del CTI? Una de las fuentes, muy indignada, dijo:

«Esto fue un paño de agua tibia. El show del Fiscal Pertuz y la Directora de Fiscalía que quería dar resultados para rendir cuentas de su gestión y resultados ante el señor Fiscal General de la Nación».

En efecto, cualquier capturado es trasladado a una estación de policía o llevado a un centro carcelario. Incluso, lo internan en los calabozos de la Fiscalía. En esta oportunidad, el alcalde Mohamad Jaafar Dasuki Hajj, y el exalcalde José Carlos Molina Becerra durmieron plácidamente en la oficina de la dirección de Fiscalía de La Guajira. Hasta tuvieron tiempo para conversar y conocerse más, como públicamente lo reconoció al día siguiente el mismo alcalde Dusaki en la misa oficiada por el obispo de Maicao, reverendo Francisco Ceballos.

Share.