Guillermo Paniza y Judith Pinedo, el club de alcaldes condenados Casa Araújo.

Judith Pinedo Flórez y Guillermo Panizza Ricardo, alcaldes condenados por la justicia, son de la misma casa política, la Casa Araújo. Pertenecen a una de las élites que se han distribuido el poder en los últimos 32 años en Cartagena de Indias.

Es una élite de «Papi y Mami» asociadas a familias de abolengo de la ciudad y a sectores empresariales, como los Araújo, los Segovia, Gisays, Gedeón.

«Papi y Mami»

William Dau, candidato a ser parte del club de alcaldes condenados. En un año ha hecho hasta para vender.

La élite de «Papi y Mami» y en particular, la Casa Araújo, —que está en el gobierno con William Dau— tiene una constante lucha por el poder político. Es una competencia electoral contra la élite política que vino de la provincia mayormente desplazada por la violencia guerrillera. A este sector político le hemos denominado «Élite de Provincia».

Antes de la elección popular de alcaldes, la élite de «Papi y Mami» no tenía problemas de convivir con los de provincia. El poder político lo ejercían con cierta transición política pacífica. Las casas políticas liberales o conservadoras ejercían el poder con una milimétrica participación burocrática. Si el presidente era conservador y nombraba por decreto a un gobernador liberal, éste, a su vez, nombraba a un alcalde conservador 

Sin embargo, desde 1988, cuando ganó el liberal Domingo Rojas Salgado (momposino), la élite de «Provincia» se ha mantenido en el poder político. Unas veces se aliaba a los de «Papi y Mami» y otras veces ejercían el poder a contrapelo de sus intereses. Por ejemplo, Nicolás Curi, el patriarca de la Casa Curi y tres veces alcalde, se alió a conservadores como Rodolfo Segovia, Gedeón y Gisays.

Alcaldes condenados

Los dos alcaldes condenados que la Casa Araújo promovió desde su seno, cayeron en desgracia. Guillermo Panizza Ricardo y Judith Pinedo Flórez son los únicos alcaldes condenados por la justicia, hasta el momento. Panizza, aunque viene de provincia, se puso al servicio de los Araújo. Lo primero que hizo fue cortejar y casarse con una de las hijas del patriarca Alberto Araújo Merlano, abuelo del senador Fernando Araújo.

La élite de «Papi y Mami» siempre tiene como caballito de batalla la lucha contra la corrupción. Pero siempre ha estado cercana al poder de una u otra forma. Por ejemplo, los Araújo han ejercido el poder gracias a su excelente relación con el poder central, especialmente de gobiernos conservadores y del uribismo. Durante el gobierno de Andrés Pastrana sus negocios e influencia política se expandieron exponencialmente.

El tercer alcalde de los Araújo es William Dau Chamat. En la pasada campaña electoral era su plan B, ya que tenían la esperanza de reconquistar el poder con Fernando Araújo. La candidatura de Dau fue creada para combatir a Yolanda Wong y William García, los candidatos de la clase política tradicional. Pero, por arte de magia, se convirtió en el plan A de la élite de «Papi y Mami». En política, lo que valen son los hechos. Su gabinete refleja eso, es decir, que es de los Araújo y del uribismo, aunque le haya dado participación a una izquierda corrupta que se vendió por el plato de lentejas. Dau Chamat podría hacer parte del club de alcaldes condenados.

Los Araújo y los alcaldes condenados

Guillermo Panizza, la Maríamulata y William Dau tienen varias cosas en común. Además de venir de la Casa Araújo, se caracterizaron por un discurso anticorrupción y apelaron al sentimiento de indignación que la sociedad cartagenera siente por su clase política. Se presentaron en el momento en que la élite de Provincia estaba en crisis. En las elecciones pasadas, por ejemplo, la Casa García, los Montes, etc. carecían de fuerza propia para lanzar un candidato triunfante. Que sí se unió en torno a Vicente Blel Escaff para la gobernación.

William García Tirado no representaba a las élites dominantes. Una parte de la élite política se unió a él cuando vio que aparecía como el ganador. García Tirado tiene una pelea radical con los sectores políticos ligados a Javier Cáceres y a la élite de «Papi y Mami». Con Cáceres fue su aliado y fórmula de cámara para el senado. Rompieron con contradicciones aparentemente antagónicas. Los allegados a Cáceres dicen que hizo todo lo posible para que García Tirado no fuera alcalde. Y eso aparentemente tuvo su recompensa. La secretaría General de la alcaldía es de la dupleta Cáceres—Toncel.

La relación de García Tirado con los Araújo también es antagónica. Fue el principal opositor del gobierno de Pinedo. Tanto que hoy la llevó al destino más próximo de la Maríamulata: ser enjaulada por 12.5 años de su vida.

Elecciones y gobierno

 Se puede ganar unas elecciones, pero gobernar es mucho más difícil. Se necesita arte, capacidad y conocimiento para actuar. Independencia. ¿Por qué los de «Papi y Mami» fracasan cuando llegan al gobierno? Estudiando las tres alcaldías de los Araújo tienen un lugar común. Son gobiernos autocráticos, prepotentes como si fueran dueños de la verdad. Manejan la alcaldía como si fuera la empresa de sus padres. ¿No ven a Dau?

Al final se estrellan contra el muro. ¿Por qué? Una cosa es administrar el negocio de papá y otra es ejercer la administración pública. Un gobernante debe saber que en lo público todo está reglado. Si te sales de la norma terminas destituido o preso. Hay una línea delgada que los políticos profesionales conocen al dedillo. Pero la prepotencia de los gobernantes los lleva, inexorablemente, a la desgracia.

Eso es lo que le está pasando a William Dau. Lo que le pasó a Panizza. Y, desafortunadamente, lo que también le ocurrió a Judith Pinedo Flórez, la popular Mariamulata. Quizás cuando usted lea este artículo, ella y sus compañeros de desgracia estarán enjaulados.

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