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«mi padre Alex Char siempre me rechazó»

Steven Char Ramos salió victorioso de una demanda de filiación cansado de que «mi padre Alex Char siempre me rechazó». Ahora el hijo negado de 33 años, citó a su verdadero padre a un centro de conciliación para que pague la deuda material de esta vergonzosa litis. Una deuda que data desde que el hoy alcalde de Barranquilla huyó cuando supo que su novia Diana Ramos le dijo que estaba embarazada. ¿Cómo pagar el costo de este proceso silenciado por los medios de prensa locales y nacionales hasta cuando se hizo viral la publicación ¿El primogénito negado de Alex Char? (I)?

Ganar una batalla judicial a la familia Char es casi una misión imposible similar a romper el cerco del silencio de la Gran Prensa. Los litigios ―en su mayoría― no están apegados a la ley sino al buen postor. La justicia colombiana ―y más la del Atlántico― fue tomada integralmente por el poder y el dinero, según los abogados litigantes consultados por VoxPopuli Digital.

Y los periodistas que nos atrevemos a romper el silencio, también somos perseguidos con amenazas de muerte, acoso judicial y cerco económico y profesional.

«Si algo me llegara a pasar»

«Mi padre Alex Char siempre me rechazó. Lo cito para que conciliemos»
El hijo negado de Alex Char lo conmina a conciliar

Por ende, la victoria del primogénito de Alejandro Char Chaljub no fue fácil. Pero, de esta batalla salió con heridas profundas que podrían afectar su psique, su mente. Y él lo sabe como psicólogo que es. Una batalla desigual, solo con la fe de poseer la verdad de ser el hijo del «todopoderoso» e intocable alcalde de Barranquilla.

El hijo negado, después de la victoria legal, siente un profundo temor de que algo le puede pasar:

«Si algo me llegara a pasar a mi o algún miembro de mi familia afirmo desde ya que todo es como consecuencia de esta situación que siempre busqué evitar tratando de acercarme al convocado y quien siempre me rechazó»

Solicitud de Conciliación de Steven Castellanos Ramos.

«(Mi padre Alex Char) siempre me rechazó». Esa frase quizás se puede tomar como un clamor de un joven que le pide a la sociedad barranquillera solidaridad, protección frente a la arremetida subterránea de los derrotados de esta batalla judicial.

Un comunicado mentiroso

Comunicado mentiroso.

La decadencia moral de Barranquilla

La sociedad colombiana y la de Barranquilla, en particular, manipulada por el poder y el dinero del Califato de los Char, es cómplice de esta conducta reprochable. La hegemonía dominante en esta ciudad fue construida durante cuatro décadas, desde que Fuad Char pasó a ser el principal accionista de la Corporación Junior de Barranquilla. Allí compró la emoción y los sentimientos de una sociedad que se arrodilló a su poder.

Hoy, la economía barranquillera tiene un tufo subterráneo, underground , contracultural ―que gracias a la feria de las banalidades que trae el narcotráfico y la corrupción político administrativa― se transformó en cultura dominante. Estar in en Barranquilla es tener un amigo traqueto o asociarse aun mafioso para lavarle su dinero sucio.

La ciudad «cuna de todo lo grande que nace en Colombia», como lo dijo en los años 40 el líder popular Jorge Eliécer Gaitán, pasó a tener una moral elástica. El control de la mente colectiva de este pueblo lo tiene el narcotráfico y la corrupción que también secuestró a la justicia.

Una justicia podrida

Este periodista (Edison Lucio Torres) fue derrotado por el poder emergente que se filtró y luego capturó a Bernardo Hoyos Montoya para ponerlo a su servicio. Fue el acalde que elegimos en 1992 para la Reconstrucción de Barranquilla, que esa época estaba vuelta añicos por la corrupción política más degradante de la región Caribe. Entró la corrupción y el narcotráfico del Cartel de Cali y luego el paramilitarismo de Jorge 40. Todos sus líderes se convirtieron en los nuevos empresarios que desplazaron a los tradicionales que forjaron una economía industrial y comercial real.

En Barranquilla vemos magistrados enriquecidos por fallar, incluso, una tutela. (Sentencia T-381-22). Por el ejemplo, casi todos los magistrados de la Sala Penal del Tribunal de Barranquilla (Jorge Eliecer Cabrera Jiménez, Demóstenes Camargo De Ávila, Augusto Enrique Brunal Olarte, Luigui José Reyes Núñez) tienen largos procesos de corrupción y nada pasa con ellos.

Se caen para arriba. Ejemplo es Demóstenes Camargo, quien como fiscal seccional estuvo al servicio de los falsos positivos del presidente Uribe en 2002 y luego aterrizó en el Tribunal Superior de Barranquilla. Tienen protectores en la Fiscalía General de la Nación (FGN) y en la Corte Suprema de Justicia como en los tribunales disciplinarios.

Los fallos de esos tribunales son dudosos como beneficiosos para los que puedan comprarlos. Y los Char son buenos clientes de estas transacciones subterráneas, al decir de una fuente de entero crédito al interior de esa corporación judicial entrevistada por VoxPopuli Digital.

Si los tribunales fueron tomados por la corrupción ¿qué se espera para los jueces y fiscales de la seccional del Atlántico? Allí se encuentra en la dirección de fiscalía un ser comprado por el poder político dominante: William Fernando Orlando Jaiquel. Hace año y medio le cayó de perla a los Char.

Orlando Jaiquel

En Cartagena Orlando Jaiquel fue el juez penal que me condenó en primera instancia por injuria, por el solo hecho de decirle al presidente del congreso de la época, Javier Cáceres Leal, el «todopoderoso». Con «El Chuzo» tuve un largo proceso litigioso por injuria que después de 7 años (2006-2013) se resolvió a favor mío en el Tribunal Superior de Cartagena y después en la Corte Suprema de Justicia. Esta corporación condenó al senador a 9 años de prisión por concierto para delinquir agravado. Todo lo que dije sobre «El Chuzo» se convirtió en una verdad jurídica en la Corte Suprema de Justicia. Y el «todopoderoso» presidente del Congreso se desmoronó. Su poder se extinguió.

Pero ese poder se revivió cuando la Fiscalía de Luz Adriana Camargo nombró a Orlando Jaiquel director de Fiscalía del Atlántico donde, seguramente, siguió en lo mismo, cuya fuente del poder era la misma que hizo nombrar a Ivet Hernández Sampayo, directora saliente de Fiscalía en Bolívar.

Esta fuente de justicia descompuesta de la moralidad pública son los que colocan jueces venales que se venden a litigantes respaldados por el poder subterráneo de la mafia. Igualmente, vemos fiscales que duermen los procesos cuando están comprometidos los dueños del poder.

que en otrora era . Años dorados para una ciudad liderada por hombres y mujeres con escrúpulos y con ética.

cuando presidió una manifestación en el Paseo Bolívar. dominado y manipulado por los grandes medios de prensa ―que con su silencio― son cómplices de la conducta impropia de una persona que está llamada a ser ejemplo de pulcritud e integridad personal. manipulaciónAhora siente un profundo temor por lo que le puede suceder.

Dejo constancia que no tengo problemas de ningún tipo, que jamás he tenido enemigos ni he recibido amenazas de nadie, por lo tanto, si algo me llegara a pasar a mi o algún miembro de mi familia afirmo desde ya que todo es como consecuencia de esta situación que siempre busqué evitar tratando de acercarme al convocado y quien siempre me rechazó. «Pensar una Colombia en paz»―

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