El abogado, veedor, exconcejal, y exsecretario de gobierno de Cartagena —de entrada— aclaró que no renunciará a su candidatura a la alcaldía y llegará al final. Fue tajante. Nausícrate va. Cuando apenas me vio, me dijo:
Nau, como le dicen sus amigos, ahora no usa las camisas de color blanco y rayas verticales con la consabida corbata. No. Todo eso lo reemplazó por un suéter tipo polo de color verde que a la izquierda de su pecho dice:
Nausícrate va
¿Por qué Nausícrate Pérez me hace tanto énfasis en que no renunciará? Sencillo, varias veces se ha lanzado como candidato y finalmente termina adhiriéndose a uno de los candidatos que tiene buena preferencia en las encuestas que no le han favorecido. Pero, en realidad, en las elecciones pasadas, tuvo intención de inscribirse. Pero no alcanzó a presentar las firmas y no tuvo aval. Nusícrate va.
Pero el común de la gente cree que fue candidato en las elecciones que sospechosamente ganó William Dau. Fue el año en que este periodista también tenía la intención de inscribirse como candidato a la alcaldía. Recolectamos 115 mil firmas, de las cuales presentamos 95 mil en la inscripción condicionada. Pero la Registraduría solo nos validó sospechosamente 49.500 firmas. No insistí y lo dejé así. Si me hubiesen validado la inscripción —sin pretensión alguna— les aseguro que Dau no hubiese ganado. Estuviese preso por la presunta coima (soborno de 1 millón de dólares) que recibieron varios veedores, y él como apoderado de las comunidades negras para que permitieran el emisario submarino. (Esto debe investigarlo el FBI, ya que el soborno se hizo en dólares y Dau inventó el cuento de amenazas para pedir asilo en los Estados Unidos).
Los candidatos para aquella época, según la Registraduría, fueron: Fernando Araujo Perdomo, Jaime Hernández, Armando Córdoba, Claudia Fadul, Wilman Herrera, Adelina Covo, Yolanda Wong, William Dau, William García Tirado, Sergio Londoño, Nabil Fadul, Rosmery Torres, Minerva Romero y Germán Viana. Allí no estaba Nausícrate ni tampoco Alcides Arrieta.
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Como concejal, salió sin carro
En 1994, fue elegido concejal por el partido conservador. Para esos tiempos, ya vestía muy formal con su compañera inseparable, la corbata. Camisas y pantalones con doblez milimétrico, era su forma de vestir. Elegante, sobrio y refinado en el andar y el hablar. Cuando comenzó sesiones en 1995, llegó a la sede del concejo, ubicada en los bajos del Palacio de La Proclamación, en su camioneta Dodge modelo 85.
Mientras otros adquirieron sus vehículos con el producido de las sesiones del concejo, Nau perdió su vieja camioneta. Pero no perdió su andar elegante y, mucho menos, su corbata, que lucía pese al calor sofocante de Cartagena. Sus colegas concejales, por el contrario, salieron montados en Mazda, Toyota (Machito) y Ford Bronco. Debido a un negocio del concejo que cedió una zona de Marbella, a los concejales le habían regalado carros nuevos. Eran los tiempos en que la radio tenía todavía mucho impacto. La época de oro del periodista y narrador deportivo Luis Alberto Payares Villa, quien se transportaba, precisamente, en una Ford Bronco gigante.
Para finalizar, recordemos lo que dijo Nausícrate Pérez: “Iré hasta el final”. Nausícrate va. El 29 de octubre, a las 5 de la tarde, lo sabremos.