Sin duda, las predicciones del análisis que hicimos el pasado 12 de julio se están cumpliendo. El presidente heredará los síntomas cíclicos de la crisis mundial del capitalismo en un escenario distópico. Más inflación y, eventualmente, recesión para 2023. Más pobreza. Más hambre. Hoy, la situación es clara. Petro deberá bailar entre la rubia y la morena. O sea, entre la inflación y la recesión. Pero, el presidente quiere desmarcarse del Banco de la República con la medida de aumentar la tasa de interés en un 10%. Le apostará a la economía popular donde está la explicación de los mayores puestos de trabajo.
Como se recordará, hace tres meses dijimos en este medio que el presidente Petro heredará más inflación, recesión y pobreza. Mejor dicho, que estará entre la rubia y la morena:
“La economía nacional sufrirá los síntomas periódicos de la economía mundial. Recesión, inflación y más pobreza. El costo del dólar viene en una espiral alcista que amenaza llegar a la barrera de los $5 mil. Los insumos para la agricultura y la agroindustria seguirán aumentando. En consecuencia, aumentará el precio de los alimentos, y varios millones de colombianos caerán en la pobreza extrema”.
Petro y Francia heredan: Recesión, inflación y más pobreza. VoxPopuli Digital.
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El análisis de julio es válido para ahora
Cómo salir de entre la rubia y la morena
No obstante, la pregunta que un mandatario prudente debe proponerse es ¿cómo enfrentar la eventualidad de ese mundo distópico que periódicamente nos propone el capitalismo? Las políticas consabidas de los estados es la misma. Y también de los bancos centrales. Como explicamos en el artículo citado. La Reserva Federal-FED de Estados Unidos aumentó, por tercera vez, en septiembre la tasa de interés en 0.75% (o sea, 3,25% anual) como mecanismo para combatir la inflación que es la más alta desde la crisis de 2008.
Siguiendo esa misma política, pero con mayor radicalismo, el Banco de la República de Colombia aumentó la tasa en 1.75% hasta llevar la tasa anual en 10%. ¿Decisión radical? ¿Producirá más recesión? Para Petro, sin duda, es una política monetaria recesiva.
¿Permitirá crecer? ¿Permitirá la reactivación económica de la que tanto se ha hablado? ¿Permitirá que la economía popular florezca? ¿Permitirá que la gran empresa se desarrolle en Colombia? ¿Permitirá que disminuyamos el hambre? ¿Permitirá disminuir la desigualdad social? ¿Permitirá que los millones de colombianos que hoy no tienen puestos de trabajo lo tengan? ¿Permitirá la formalización de lo que nuestra presidenta (de Acopi, Rosmery Quintero) llama ‘la economía informal’? ¿Permitirá que tengamos una mejor vida? ¿Permitirá progreso?;¿Permitirá el aumento de la calidad de vida? No.
Crítica al aumento de la tasa de interés
En efecto, inflación y recesión son dos hechos que desprestigian rápidamente a un gobierno. Y como economista, Petro lo sabe. Y quiere huir de una falsa acusación de que se deba a su política económica. Así lo advirtió en el congreso de ACOPI.
Esta apreciación de Petro podría estimarse como una crítica a la decisión de aumentar la tasa de interés en 10% por parte del Banco de la República. Su temor es que tal decisión podría servir de “correa de transmisión de la recesión mundial” a una eventual recesión en la economía colombiana.
Desaparecieron 600 mil empresas
En ese congreso el presidente trataba de explicarse qué había sucedido con 600 mil empresas que desaparecieron del registro de las cámaras de comercio durante la pandemia del virus. Explicó que no fue el virus sino la política pública del Estado la que ocasionó “un proceso agudo de mayor desigualdad social”. (Petro en el 67° Congreso de Acopi).
Esa política estatal provocó dos variables inmensas, según el presidente. Por un lado, un gran porcentaje de la sociedad pasó a ser pobre y, por otro lado, “una mayor concentración de la propiedad productiva y comercial del país”.
En consecuencia, el presidente advirtió:
¿Qué hacer?
Es la pregunta que el mismo Petro respondió en el congreso de Acopi. Expresó que le apostará a la economía popular como lo propuso en su programa de gobierno.
“El verdadero capitalismo de Colombia está en la economía popular. En un mundo que ustedes conocen, muy vivo, muy rico, muy intenso, muy de sobrevivencia, y por eso es tan intenso. Y de ahí se genera en cierta forma su riqueza de transacciones diarias del caminar, del madrugar, del trasnochar, del sufrir, del esfuerzo de la disciplina. Muchas veces solo recuerdo la señora del madrugón de San Victorino que conocí mucho en mi vida política y administrativa. El San Victorino del centro de Bogotá, pero aquí está, o estaba, el de San Nicolás. Y en todas las ciudades de Colombia hay las burbujas enormes de una economía popular bullente, que ha sido golpeada indudablemente. Pero que ahí está. No ha muerto, ¡está ahí! Explica la mayor parte de los puestos de trabajo de Colombia.
No obstante, ¿cómo estimular la economía popular si la política monetaria del Banco de la República aumenta la tasa de interés y no se indexa, de la misma manera, el salario mínimo? ¿Qué mecanismo de financiación propondrá el presidente Gustavo Petro para estimular esa economía? ¿Se podría proponer un alza móvil de salarios frente a una inflación galopante para aliviar a la masa trabajadora? O ¿El Estado invertiría más en una economía colaboracionista y cooperativa para equilibrarla ante la economía corporativa y la gran propiedad empresarial? Dudo que haya resultados positivos a corto plazo, debido a que el modelo de economía dominante atenta con un sistema solidario y de equilibrio económico. Por tanto, ¿el presidente Petro deberá escoger entre la rubia y la morena? Para salir de ese penoso dilema le apostará a la productividad de la economía popular.