
Pese a que fue un retracto cantado que anticipó VoxPopuli Digital el 28 de abril, una fuente señaló que la Fiscalía realizará un Comité Técnico en las próximas horas. En este decidirán sobre el cambio de radicación y las líneas de investigación denunciadas por Sergio Andrés Rodríguez Zumaque, alrededor del intento de homicidio de su padrastro Edgardo Fernández Martínez, alto funcionario de la DIAN de Barranquilla.
Como se sabe, Rodríguez «cantó la palinodia» de su declaración juramentada y autenticada rendida ante la Notaría Quinta de Barranquilla donde hizo una radiografía de la corrupción en esa entidad.
¿Un retracto cantado para confundir?
Este retracto confuso y contradictorio le propone a los analistas de la Fiscalía varias preguntas orientadoras:
«¿Se puede autenticar la mentira, la injuria y la calumnia bajo juramento? ¿Se puede retractar de unos hechos evidentes? ¿La víctima del atentado estuvo o está vinculada a varios procesos de corrupción denunciados antes las autoridades? ¿Se puede autenticar la verdad? ¿Qué hay detrás de ese retracto cantado? ¿Dinero? ¿Miedo?».
En palabras de Rodríguez, la familia «contrató un esquema de seguridad (privado) para cuidarnos del enemigo». ¿Enemigo? ¿Este retracto catando fue por acción «del enemigo», como lo calificó el denunciante? Un hecho fáctico: el atentado. ¿Qué hay detrás? Es deber de la Fiscalía General de la Nación (FGN) responder estas preguntas orientadoras para las líneas de investigación que deben desembocar en la verdad.
Se trata de aclarar la verdad ante la sociedad, especialmente lo que está sucediendo en la Dian, considerado un antro de la corrupción con el caso de Papá Pitufo.
Cambio de radicación
La familia Fernández, mediante recocidos juristas de las ciudades de Bogotá y Barranquilla, solicitaron a la fiscal general Luz Adriana Camargo, el cambio de radicación del proceso. Igualmente, protección a Edgardo Fernández y sus familiares.
Así mismo solicitaron:
«Nos conceda una reunión en forma directa con usted y/o con un Fiscal de la Unidad Nacional Anticorrupción que usted asigne, de la ciudad de Bogotá D.C para tratar temas sobre esta investigación».

Ese pedido fue trasladado de inmediato el 28 de abril por Jair Fabian Quiroga Moreno, asesor de la Fiscal General Luz Adriana Camargo, a la Delegada para la Seguridad Territorial de la entidad, Deicy Jaramillo Rivera.
«De manera atenta y teniendo en cuenta que la solicitud allegada es de competencia de su digno despacho, respetuosamente, damos traslado de la comunicación (a través de correo en línea), con el fin de que, en el marco de sus competencias, especialmente las descritas en el artículo 29 del Decreto 016/14, modificado por el Decreto 898/2017, se valoren los elementos de esta y se imparta el trámite correspondiente».
Al respecto, se nos informó que ya se convocó a un Comité Técnico donde se evaluará las condiciones fácticas que determinaron esa solicitud de traslado.
Lo denunciado
En la denuncia señaló que los celulares del funcionario fueron recogidos por agentes de policía y entregados a Julio Acosta De la Hoz. Este, en lugar de entregarlos a las autoridades, se los entregó a Enrique «Kike» Correa. Sospecha que hubo una alteración de la información, puesto que la reunión trampa pudo efectuarla una o las tres personas con quien se iba a ver la víctima cuando ocurrió el atentado.
El hijastro del alto funcionario de la DIAN, Rodríguez Zumaque detalla que Enrique Correa confesó su participación en esquemas de corrupción dentro de la DIAN.
Una de las cosas que dijo fue que el pago de mil millones de pesos fue con la intención de lograr, sin éxito, el nombramiento de José «Papi» Poveda como director de aduanas de Barranquilla. Se menciona que Edgardo Fernández mantenía conflictos personales con José Martínez, relacionados con la incautación de mercancías valoradas en más de 1.800 millones de pesos.
Se observa en la denuncia que existe un acuerdo criminal entre todos los sospechosos de haber organizado el atentado criminal. Todo el relato apunta a José Martínez y su hijo, Enrique Correa, y al papi Poveda, como autores intelectuales o partícipes, motivados por represalias económicas. Puesto que hubo un decomiso de mercancías por más de $1.800 millones, aportes de miles de millones para que nombraran al nuevo director de aduanas, y corrupción al más alto nivel en la DIAN para saquearla.
Un retracto cantado
Solo había pasado dos días de sus declaraciones explosivas sobre el entramado de corrupción en la DIAN, cuando tomó la decisión de retractarse respecto a los motivos y actores del atentado donde su padrastro sigue gravemente herido. Es así como el 28 de abril presentó ante la misma notaría su retracto.
«La declaración juramentada hecha por mí no refleja la postura propia con la información relacionada específicamente con la DIAN».
En el retracto cantado, Rodríguez dijo:
«Las transacciones de empresas o direcciones aduaneras y demás no me constan ni tengo las pruebas que logren afirmar dicha información la cual debe ser las autoridades competentes quienes identifique cuales son los móviles de la investigación».
En este retracto, Rodríguez dice que no le consta ni tiene pruebas que respalden positivamente sus dichos que fueron graves de toda gravedad como la alteración de la escena del atentado y la manipulación de prueba. Por ejemplo, dijo que hubo manipulación y alteración de la escena del crimen para tratar de encubrir a sus responsables materiales y determinadores.
En su declaración jurada inicial dijo:
«El jueves 24 de abril, tuve certeza que los dos celulares fueron recogidos por los agentes de policía que llegaron al lugar de los hechos y estos fueron entregados a quien acompañaba a mi padre en ese momento, señor Julio Acosta de la Hoz (…)».
Sin embargo, es fundamental que las autoridades se hagan varias preguntas que nos hacemos desde el periodismo de investigación y análisis de VoxPopuli Digital.
¿Qué dicen las evidencias de lo dicho? ¿Qué captaron las cámaras de seguridad de Makro y de la clínica? ¿Cuáles son las declaraciones de los agentes que llegaron al sitio de los sucesos? ¿Qué dice el informe técnico sobre los dos celulares? ¿Fue manipulado post mortem?
Si logramos observar en esas cámaras cómo los atacantes huyen después de cometer el atentado, de la misma manera se podrían tener las evidencias que respaldan la declaración de Rodríguez.
¿Un retracto encubridor?
Sergio Andrés Rodríguez, en su reculada, señaló:
«… Con base en lo anterior, es pertinente y necesario pronunciar mi retracto frente a cualquier expresión relacionada con cualquier tema de corrupción o empresas que tengan alguna relación directa con la DIAN de Barranquilla en contra de Enrique Correa, José Poveda Daza, Julio Acosta y José Martínez e hijo, personas que hasta el momento han estado atentas al 100% del proceso de recuperación de mi padre y avances para lograr que se esclarezca este hecho».
No obstante, este retracto cantado con antelación por VoxPopuli, suena a encubrimiento. ¿Por qué Rodríguez lo hizo? ¿A quiénes pretende encubrir? ¿A quiénes teme? Sin embargo, en su nuevo escrito pide protección:
«(Hago este) pedido de apoyo a las autoridades frente a la solicitud de protección a mi padre y a nuestra familia ya que hemos advertido de la presencia de personas extrañas que nos están haciendo seguimientos, lo que nos ha llevado a tomar medidas de urgencia como contratar un esquema de seguridad para cuidarnos del enemigo».
A manera de conclusión, este retracto cantado tiene un sabor a encubrimiento o temor a la verdad. La suerte de estos hechos lo tiene la misma Fiscalía que debe investigar los motivos del atentado y del probable entramado de corrupción en la seccional de Barranquilla de la Dian.
Próxima edición: La Dian Barranquilla y Papá Pitufo