En la segunda entrega de «Casa Blanca» pronosticamos la renuncia de Arturo Char Chaljub del Congreso de la República de Colombia como una estrategia jurídica para eludir algo seguro que le espera en la Corte Suprema de Justicia: la cárcel. Se dijo que los escombros de la condena contra Aida Merlano terminarán por impactar negativamente al imperio Daes—Char. Aún más, ya en 2019, se señaló que el Aidaescándalo marcaría el inicio del fin de ese entramado de corrupción que domina a Barranquilla y a gran parte de la Costa Caribe.
Así pronosticamos en diciembre de 2022 la renuncia de Arturo Char, quien espera que, en las próximas horas, la directiva del congreso la confirme:
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¿Por qué la renuncia de Arturo Char?
La renuncia de Arturo Char no se puede recibir como una sorpresa. Sus abogados saben que en la justicia superior no tiene futuro. La prueba reina que los investigadores tienen contra Arturo Char es el aporte de $7 mil millones que su padre y jefe del califato, Fuad Char Abdala, le hizo a la campaña de la condenada Aida Merlano. Este hecho está demostrado en el proceso que se llevó a cabo contra la Sugar Baby del califato Daes—Char.
Por esa misma razón, la Corte Suprema de Justicia hizo compulsas de copias a las autoridades correspondientes para las respectiva investigaciones. De estas, la única que prosperó fue la que viene adelantando la Sala de Instrucción que llamó a indagatoria al senador Arturo Char.
Las investigaciones contra Fuad Char y demás políticos no congresistas que lleva a cabo la Fiscalía corren el riesgo de ser archivadas por el entramado de corrupción que este grupo lidera en el Atlántico y en otras zonas de la Costa Caribe.
En aquél momento se hizo una pregunta:
«Cabe preguntarnos: ¿Char Chaljub recibirá un salvavidas de Germán Vargas, quien tiene una fuerte incidencia en la Fiscalía General de la República? La respuesta no es fácil. Porque Vargas participó en la cumbre del califato, y, al mismo tiempo, está resentido con Char, porque no votaron por él en la consulta de 2018, tal como se había acordado. Recuerden que Fuad Char no es fiel a los acuerdos políticos cuando esto le representa perder. Él se transforma en el “buñuelo de la política“. Se voltea con rapidez».
[Puede leer: ¿Caerá el imperio Char-Gerleín-«Yuyo» Daes con las confesiones de Aida Merlano? (I)]
La Sugar Baby del imperio
La protagonista de esta historia era una joven bella, ambiciosa, sin escrúpulos y sin límites. Subyugó sentimentalmente al hijo del califa para entrar en el núcleo del califato. De la misma manera, lo hizo con el viejo zorro de Julio Gerlein, quien cayó seducido por sus encantos. Roberto Gerlein murió con la pena de que su hermano prefirió a su Sugar Baby antes que mantener la alianza política de 50 años en el congreso.
Aida Merlano Rebolledo era la típica Sugar Baby del imperio Daeschariano. Pero ella tenía sus propios intereses. De alguna manera había recibido una formación política de su esposo Carlos Rojano Llinás, de quien se separó en 2011. Él fue un líder de la AD—M19. Posteriormente se convirtió en concejal por el partido Liberal. En marzo de 2022, fue candidato a senado por esta organización.
El actual representante a la cámara, Dolcey Torres, hermano de Euclides y Camilo Torres, fue su fórmula a la cámara en el Atlántico. Pero Rojano Llinás no alcanzó a ser elegido. Tuvo dos elementos en su contra. Su pasado de ser esposo de la Sugar Baby y, por otra parte, los hermanos Torres estaban impulsando a Pedro Flórez al senado de la lista del Pacto Histórico. Con Euclides interactúe muchas veces cuando comenzó a frecuentar el Rincón Latino en 1992.
En aquellos tiempos transmitimos por la Silla Caliente de Todelar Barranquilla las homilías del padre Bernardo, que de 50 feligreses, pasó a miles. En esa época fuimos número 1 en sintonía. Cuando conocí a Euclides Torres estaba mondado. Muy amable. Él fue la bisagra entre la organización del difunto José Name Terán y el padre Bernardo. Me dicen que hoy es un multimillonario exitoso que no lo compran con cualquier chivo.
¿Por qué cayó «Casa Blanca»?
El senado de Aida Merlano Rebolledo salió de esa cumbre que se realizó en los aposentos del califa Fuad Char Abdala para definir la estrategia electoral de 2018. Debemos recordar que los imperios se caen por fisuras internas. En efecto, al interior del clan Gerlein se produjo una contradicción ligada a las ataduras afectivas y sexuales. Y esto remeció al imperio.
No obstante, el ansia de poder llevó a Merlano a su propia desgracia. Acabó con 50 años de hermandad de Julio y Roberto Gerlein. Quizás la amargura disminuyó la vitalidad de Roberto Gerlein. Una amargura que profundizó su enfermedad hasta su muerte. Sus 50 años en el congreso incidieron en el desgaste de su brillantez intelectual que lo caracterizó en su otrora vida de tribuno político. Su final en la política no fue coronado con los pergaminos que se podía merecer.
En tanto que la fórmula de Aida Merlano a la cámara en el Atlántico —por debajo de cuerda— fue Lilibeth Llinás, de Cambio Radical. Hecho que violaba la ley electoral, ya que eran de partidos diferentes. Los 47 mil votos que obtuvo no le alcanzaron, pese a beneficiarse de este «entramado criminal electoral», tal como lo calificó la misma Fiscalía cuando le imputaron los cargos a Merlano.
[Puede leer: Caída de «Casa Blanca» ¿fin del califato Daes—Char? (I)]
La renuncia de Arturo Char y los $7 mil millones
Lo que realmente mortifica al imperio Daeschariano y que causó la renuncia de Arturo Char fueron las pruebas materiales allegadas al proceso que la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia tiene contra el senador.
Todo indica que Merlano presentó pruebas de las declaraciones que hizo ante la Corte Suprema de Justicia. Por ejemplo, dijo:
Sin duda, esa aseveración es contundente. Más aún, las pruebas que hizo llegar donde se demuestra gran parte de ese aporte entregado por el jefe del Califato del Atlántico a la campaña de Aida Merlano y a «Casa Blanca».
En resumen, la renuncia de Arturo Char es consecuencia de la caída de «Casa Blanca». Pero, fundamentalmente se debe a que en la Corte Suprema de Justicia su proceso puede prosperar y terminar con una condena similar a la sufrida por la Sugar Baby del imperio. Ojalá en la fiscalía encontremos a fiscales y jueces valientes que enfrenten la amenaza del dinero corruptor y de las presiones del califato.