Señora Fiscal: ¿Nos quieren matar o amedrentar?
Señora Fiscal: ¿Nos quieren matar o amedrentar?

Señora Fiscal Luz Adriana Camargo: ¿Nos quieren matar o amedrentar? Tal es la situación que estamos viviendo varios periodistas y abogados defensores de derechos humanos y restitución de tierra del norte de Bolívar, específicamente de la zona de expansión. A ninguno de esos abogados los he visto en malos pasos y no tienen un antepasado non sancto.

Sin embargo, mi querida Fiscal: ¿Nos quieren matar o amedrentar? ¿Quiénes están detrás de esa campaña que hoy es de desprestigio. Y mañana ¿de que será? ¿Es el preludio de un nuevo exterminio de líderes sociales? ¿Qué acción debe tomar su institución para prevenir hechos que lamentar en esta línea de tiempo de un interminable conflicto armado donde la posesión de la tierra juega un papel detonante?

La campaña de desprestigio busca deslegitimar la restitución de tierra a quienes verdaderamente les pertenecen. Son abogados que optaron por los más débiles: los campesinos propietarios despojados de sus tierras. Antes de que la Constitución Nacional los elevara a sujetos de Protección Especial del Estado, esos profesionales lucharon por ese reconocimiento.

Las primeras pesquisas de los responsables de esta campaña de desprestigio, sin presentar prueba alguna, indican que es financiada por una «bandola de despojadores» que se sienten afectados por las denuncias de los veedores y restituidores de tierra. Es probable que esté en la misma línea de la presunta conspiración del supuesto empresario Jhon Villamizar para matar al veedor Héctor Pérez Fernández como lo pusimos al descubierto en VoxPopuli Digital.

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¿Nos quieren matar o amedrentar?

Así presentan en red de Instagram la campaña de desprestigio, presuntamente adelantada por asesores de despojadores afectados por la defensa de los derechos de los campesinos propietarios.
Así presentan sus piezas de desprestigio contra Robinson Arroyo, Adil Meléndez Márquez, Lascario Jiménez, Héctor Pérez Fernández, Jairo Baena Vargas y Erick Urueta Benavides.

Mi querida Fiscal: ¿Nos quieren matar o amedrentar? Somos objetivos de esa campaña de desprestigio, amenazas y constreñimiento ilegal. Una campaña que solo busca proteger a los todopoderosos despojadores que instrumentalizan el poder estatal y judicial para perseguir a los más débiles.

Dígame Usted, Señora Fiscal, ¿estos nombres tienen antecedentes judiciales o son estafadores como lo señala la campaña de desprestigio? Periodista Jairo Baena Vargas. Abogados Héctor Pérez Fernández, Lascario Jiménez, Robinson Arroyo, Adil Meléndez Márquez, Erick Urueta Benavides. Como periodista de investigación, puedo decir sin ambages, que ninguno de ellos está al servicio de delincuentes. Por el contrario, le han dado duro a los despojadores y se han puesto del lado de los despojados.

Señora Fiscal: ¿Será que la falta de acción del ente que usted dirige sea la causa de tanta impunidad que agranda a los grandes despojadores? Fíjese, desde la proyección del nuevo aeropuerto en el corregimiento de Bayunca, se viene despertando una nueva fiebre de proyectos urbanísticos y turísticos en el triángulo: Bayunca―Pontezuela―Arroyo de Piedra.

Visibilizar el conflicto

En ese triángulo existen organizaciones dedicadas a estafar y a despojar a propietarios legales. Así causan un empobrecimiento ilícito.

Desde que visibilizamos el conflicto de tierra en ese triángulo, nos han amenazado de muerte varias veces en este año. Una de estas denuncias quedó radicada bajo el No 130016001128202432310 en la fiscalía local 66 de Cartagena, cuya titular es María Mónica Marrugo Guardo. Y ahora me incluyen en esta campaña de desprestigio. ¿Quieren silenciarme? ¿Quieren silenciar a VoxPopuli Digital? ¿Eso es lo que pretenden?

La invito a leer todas las publicaciones sobre el conflicto de tierra que pusimos al descubierto en este medio digital.

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Un periodismo para la gente

Exactamente cumplo 43 años en el ejercicio del periodismo, la mejor profesión del mundo. Diferente al concepto de García Márquez que la consideró un oficio. Estoy en edad de pensionarme. Pero, lo cierto es que vivo felizmente mi tercera juventud que coincide con mi Tercera Revolución Interna. Ahora soy más vital que antes. Y no es un decir ¡es la verdad! Por tanto, amo la vida de mi prójimo como la mía. Por ende, no ando en cuestiones chuecas.

A lo largo de ese tiempo vital, siempre tuve un sello: un periodismo para la gente. Esta fue la razón por la cual renuncié a seguir trabajando a los dueños de medios de comunicación dominantes: RCN, Caracol, Olímpica, entre otros. Quería hacer algo distinto. Y creo haberlo logrado. Ahora que me pongo a reflexionar, siento que he vivido para este periodismo sin amar el dinero. Y esto me hizo libre.

Comenzando mis estudios de Comunicación Social―Periodismo en la Autónoma de Barranquilla, me contrataron en Radio Sutatenza (1981) como redactor. No lo hice porque me iban a pagar $10.000 mensuales sino porque era la oportunidad de hacer lo que quería: periodismo para crear conciencia.

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El dolor

Terminé mis estudios en 1983. Me gradué en 1987. Y cuando lo hice, comenzó mi azarosa carrera de periodista independiente en la Barranquilla de los tugurios, de la crisis de los servicios públicos y de la decadencia de la industria. Pero eso sí, aferrada a su Junior y a los carnavales. Así se paleaba el informalismo creciente que abría las puertas a todo lo bueno, pero también, a todo lo malo. El dinero del narcotráfico penetró al comercio y luego a la política.

Desde que Fuad Char Abdala fue nombrado gobernador del Atlántico (1984) comenzó la verdadera desgracia política y económica de Barranquilla dominada por un hombre venido de Sucre, José Name Teherán. El narcotráfico se alió a empresarios y comerciantes emergentes para construir grandes lavanderías de sus capitales mal habidos. Y una de estas familias era los Char Abdala.

Señora Fiscal: Si cuando joven no me puse al servicio del status quo, cómo lo voy a hacer ahora que he seguido una línea de tiempo haciendo ininterrumpidamente un periodismo para la gente. Ahora que vivo mi Tercera Revolución Interna, esa campaña de desprestigio la recibo como un desafío. Pero, si es necesario saber quiénes son sus impulsores. ¿Quiénes las están financiando? ¿Qué propósito tienen?

Señora Fiscal: ¿Nos quieren matar o amedrentar? Esperamos atentamente su respuesta.

PD.

Hoy no encontré a la directora Seccional de Fiscalía de Bolívar, Elizabeth Gomez Mejía. Le quería entregar en sus manos la denuncia penal por amenaza de muerte para cerciorarme de que conoce la situación.

Volveré a visitarla. Espero que ella no repita el papel de la anterior directora, Ibet Cecilia Hernández Sampayo, quien no movió una paja para combatir la impunidad en Bolívar.

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